El culebrón entre BPI y Caixabank podría acabar en desamor. Después de que durante años Caixabank haya luchado por hacerse con los mandos de la entidad lusa e incluso reiterar su oferta de OPA por ella esta primavera, todo podría acabar en agua de borrajas.


Los recientes rumores apuntan a que Caixabank podría retirar su oferta de adquisición. Recordemos que el banco presidido por Isido Fainé
había ofrecido 1,113 euros por acción en metálico (empeorando el precio ofrecido en febrero de 2015, 1,329 euros), valorando BPI en torno a los 1.600 millones de euros. Teniendo en cuenta CaixaBank ya posee el 45,16% de BPI, tendría que desembolsar un máximo de 906 millones de euros por el resto del capital en el caso que todas las acciones acudieran a la oferta. Sin embargo, esta operación está condicionada a conseguir más del 50% del capital del banco luso y a la eliminación de las limitaciones a los derechos de voto, que hasta ahora están en el 20%. Estas condiciones se han encontrado con obstáculos judiciales debido a que ha sido admitida a trámite la suspensión cautelar de la operación a petición de Violas Ferreira Financial (VFF), accionista minoritario con un 2,6% de BPI.
 
Ante la incertidumbre que rodea a la operación, la Comisión del Mercado de Valores portuguesa ha decidido suspender la cotización de BPI. Ayer la acción llegó a descender casi un 5%, aunque cerró aminorando este hueco bajista en el 2,43%.


 
La cotización de Caixabank, en cambio, no parece sufrir por la posible retirada de la oferta por BPI, ya que los accionistas no tendrían que soportar la ampliación de capital que la catalana se planteaba hacer para financiar la adquisición. Hoy Caixabank se revaloriza medio punto porcentual y se consolida por encima del soporte de los 2,40 euros, coincidente con el retroceso de Fibonacci del 23,6% y atacando la directriz bajista de largo plazo que nació en los máximos de 2015. 



%%%Le avisamos cuando CAIXABANK alcance niveles clave|CABK%%%