“Es evidente que España no es Grecia, ni si quiera Portugal, y no quiere convertirse en Irlanda, que tuvo que ser rescatada por culpa de los bancos. Es muy difícil rescatar España porque no hay recursos y abriría la puerta a que el mercado también pusiera en duda países como Italia o Francia, por lo que la salida que nos queda a todos es ayudar al rescate del sector financiero, que podría rondar los 80.000 millones. Con esta medida, ganaríamos mucho en la bolsa, los bancos y el euro”.
“Es difícil preveer las consecuencias en el mercado, ya que no deja de ser un rescate, pero tendría que relajar la prima de riesgo, porque se vería el compromiso europeo y se dejaría claro que España no tiene que ser rescatada, sino que es el sector financiero el problema”. En este escenario, destaca que “Santander
y BBVA están cotizando a niveles excesivamente atractivos. Ahora tenemos que centrarnos en los valores grandes, que han sido los más castigados, incluidos los bancos, Iberdrola Telefónica y Repsol”.
Declaraciones a Radio Intereconomía