l S&P ha terminado agosto con una caída de un 0,1%, una cifra prácticamente irrisoria para un periodo que ha sido letal en los últimos ejercicios. De hecho, los datos históricos muestran que la bolsa  en EEUU se ha dejado un 1,2% de media en los últimos 20 años.

Comportamiento 20 años agosto

 

A partir de hoy se inicia septiembre, otro mes que la estadística marca como negativo para la bolsa americana. De media en los últimos 20 años este mes suele caer un 0,3%, aunque hay que tener en cuenta que se trata de unos datos que están alterados por los años de la crisis financiera y los años posteriores a la burbuja puntocom, en los que el S&P 500 cayó en prácticamente todos los ejercicios.


comportamiento septiembre

Como explican en JP Morgan, “septiembre es un mes en el que los volúmenes mejorarán respecto a agosto, pero que tiene una estacionalidad histórica bastante mala para las bolsas”.  En total, en los últimos 20 años, el selectivo americano ha terminado en rojo en 9 ocasiones. ¿Cómo será este año?
 
La mayor parte de los expertos explican que este año el mes está jalonado de citas que podrían ser potencialmente peligrosas, o no, que lo que nos ha enseñado 2016 es que en los mercados nada está escrito.
 

El calendario, no obstante, de septiembre es endemoniado. Tras el discurso de Janet Yellen, la presidenta de la FED, en Jackson Hole hace menos de una semana los inversores comienzan a juguetear de nuevo en sus previsiones con que la institución monetaria americana podría elegir este mes para accionar la primera subida de tipos de interés de este año. Aunque las apuestas se inclinan por una decisión en diciembre.
 
Pero para saber qué podría pasar habrá que estar muy atentos a lo que sucede el viernes, el día 2 de septiembre, cuando se publicará el dato de empleo del mes de agosto y que podría ser crucial a la hora de encarecer el precio del dinero.
 
No será la única cita a la que se enfrentan los inversores este mes, en la que los bancos centrales van a ser de nuevo protagonistas. El BCE se reúne el día 8 y como cada vez que Draghi habla  el mundo financiero  espera acción o, al menos, un discurso ilusionante –la especialidad del italiano-.
 
Posteriormente el día 15 se reúne el Banco de Inglaterra, después de haber bajado los tipos en julio como consecuencia de la decisión de los británicos de abandonar Europa. Habrá que ver qué es lo que dice el gobernador de la institución, Mark Carney.
 
Por si fuera poco, el próximo día 17 se conmemora el octavo aniversario de la quiebra de Lehman Brothers y tal y como está el panorama en el sector financiero, las comparaciones en algunos países europeos pueden ser terribles.
 
El plato fuerte del mes se servirá los días 20 y 21 cuando se reúne la Reserva Federal y se verá si Janet Yellen y el comité podría subir los tipos. Lo más probable –explica el consenso- es que los tipos de interés se mantengan, aunque con la FED todo es posible. Sin embargo la cercanía de las elecciones presidenciales de noviembre podrían provocar que la institución frene aún la inercia de los datos económicos.
 
Por cierto, que el día 26 de septiembre se producirá el primer debate presidencial entre los dos candidatos a ocupar la Casa Blanca: Hillary Clinton y Donald Trump.
 
Todas estas citas pueden alterar la dirección de los mercados. Sobre todo en un momento en el que los inversores están haciendo equilibrios sobre una delgada cuerda.  En JP Morgan apuntan que “el S&P500 se ha movido en un rango de menos de 2% (2150-2190) durante más de mes y medio ya. Los primeros soportes interesantes están en los 2143-2152, pero dicen nuestros analistas técnicos que sigue pintando bien para el medio plazo mientras no pierda los 2019-2120 (zona 2100), y que mientras sea así creen que podemos ver la zona del 2250 para fin de año”.
 
No hay que olvidar que el S&P 500 está ya en la parte final del segundo bull market más largo de la historia en el que ha conseguido revalorizarse más de un 220.  Esto ha situado el PER del S&P 500 en 18,5 veces (beneficio 12 meses). En la firma de inversión apuntan que esta cifra “suena altísima, y más cuando los estimaciones para fin de año, y sobre todo para el 2017 suenan a demasiado optimistas”.

S&P bull market

 
En su opinión, “por valoración la única forma de que el S&P500 sea una compra a estos niveles es comparando la bolsa vs bonos (ERP sigue saliendo muy a favor de la bolsa), o pensando que a US todavía le queda mucho hasta la próxima recesión, y que se terminara por tener que revisar las estimaciones de beneficios al alza para las próximos trimestres/años. Nuestro estratega de EEUU tiene un objetivo de 2.100 putos para final del año en el S&P500”. Esto implicaría una caída de un 3,5% sobre los niveles actuales.
 
 
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