En el mercado americano, la publicación de las actas de la FED reveló que existen voces dentro de la autoridad monetaria que consideran que el actual escenario es propicio para que finalmente se decidan elevar los tipos de interés.

A ello contribuye el dato de inflación del mes de abril, que se situó en el 0,4% anual, una décima más de lo esperado. El IPC interanual, por su parte, registró un avance del 1%. Además, la producción industrial registró un incremento del 0,7%, cuatro décimas por encima de lo estimado
por el consenso del mercado.

De este modo, los dos focos que, en teoría, debería sofocar la política monetaria (inflación y crecimiento) parecen bien encauzados, lo que podría precipitar la subida de tipos de interés.

En Reino Unido, por su parte, el dato de inflación se situó en el 0,3% frente al 0,5% esperado, debido a la bajada de las tarifas aéreas, vestido y precio de los automóviles, que han contrarrestado la subida del precio del petróleo.
Además, las encuestas publicadas recientemente reflejan que la opción de permanecer en la Unión Europea está tomando ventaja en la recta final de la campaña del referéndum, que tendrá lugar el próximo 23 de junio. Las ventas minoristas, que en los últimos meses se habían visto lastradas por la incertidumbre sobre el resultado en el referéndum, han registrado un avance moderado en el último mes.

Respecto al mercado asiático, desde Aberdeen AM señalan que la renta variable japonesa no se ha visto sacudida por la posibilidad de una subida de tipos por parte de la Reserva Federal, ya que una depreciación del yen podría favorecer a las empresas exportadoras del Nikkei.

Además, el dato de PIB anualizado de Japón arroja un incremento del 1,7% para este año, crecimiento que también se ha reflejado en el dato del primer trimestre, que registra un crecimiento del 0,4%, tres décimas por encima de lo estimado por los analistas.

En cuanto a la renta variable de los países asiáticos, los analistas de Aberdeen AM señalan que la potencial subida de tipos por parte de la FED en su reunión de junio ya está descontada por los mercados, por lo que no tendría un impacto excesivo en estas economías.

Por último, los indicadores de actividad económica de China muestran una ralentización de la producción industrial hasta el 6% interanual desde el 6,5% registrado en el mes anterior. Este enfriamiento en la economía del gigante asiático se hace patente en la evolución de las importaciones, que caen un 10,9% interanual y en el volumen de nuevo crédito concedido.