- ¿Qué implican los tipos negativos –que todo parece indicar están aquí para quedarse por mucho tiempo– para los bancos en Europa?

Hay diversas consecuencias. La primera de ellas es que los márgenes de los créditos que dan los bancos son inferiores, es decir, a menores tipos de interés los márgenes que los bancos pueden aplicar son menos, por lo que esto tiene un efecto importante sobre su cuenta de resultados, por el beneficio que pueden conseguir por esta actividad crediticia. También hay otro efecto pernicioso y es que los bancos deben pagar en torno a 50 puntos básicos por el exceso de reservas que tengan depositadas en el Banco Central Europeo (BCE), al haber tipos negativos los bancos ponen dinero en el BCE y tienen que pagar por ese dinero. El problema de esto es que como los bancos no están cobrando a los clientes por los depósitos tienen que asumir este coste en su cuenta de resultados, estos 50 puntos básicos se pagan al BCE pero no se transfieren al cliente por lo que esto genera una pérdida para el balance de las entidades.

- ¿Qué opciones tienen los bancos para navegar la problemática que comentas de cara a los próximo años?

Lo primero que podrían hacer los bancos, y es algo que llevan haciendo en los últimos años, es incentivar a sus clientes a usar productos de inversión para así limitar el impacto que tiene el efectivo en su cuenta de resultados, es decir, tratan de convencer a sus clientes que usen de una u otra manera estos productos de inversión. Otra práctica que están llevando a cabo los bancos en países de fuera de la eurozona, como por ejemplo Suiza o Dinamarca, es empezar a cobrar comisiones a sus clientes minoristas por sus cuentas corrientes y cuentas de ahorro. Es algo que ya se hace de manera generalizada en banca privada, corporativa e institucional, incluso en España. Algún banco minorista se está adentrando en este tipo de opciones, y tarde o temprano podría generar que todos los clientes minoristas tengan que pagar por tener ese dinero. No sólo no cobraremos intereses por nuestro dinero sino que tendremos que pagar por depositarlo en el banco.

- ¿Qué alternativas ofrece el mercado a los clientes-inversores, en cuanto a productos de inversión, para que no terminen pagando ellos por los bancos?

Lo primero sería buscar activos un poco tradicionales como los repos sobre deuda, aunque tienen rentabilidad negativa. Los siguientes activos a tener en cuenta podrían ser fondos de inversión con un nivel de riesgo muy muy reducido como los fondos monetarios, lo que sucede es que en los últimos años han entregado una rentabilidad negativa garantizada porque obviamente los tipos a corto plazo y el euribor están en negativo, otra opción sería invertir en bonos de larga duración, pero la rentabilidad también es negativa en emisores verdaderamente seguros. La curva alemana hasta casi los 30 años por debajo del 0%, es decir cualquier emisión que se compre de un bono de alta calidad nos va a generar una rentabilidad negativa a la vez que tenemos una gran sensibilidad a los tipos de interés, es decir, tenemos riesgo si se produce una subida de tipos pero hay muy poco beneficio que rascar. Otra opción con algo más de riesgo crediticio es comprar deuda periférica, donde sí en algunos vencimientos más a largo plazo hay algunos puntos básicos de rentabilidad positiva. Lo importante es que cualquier de estas opciones que se baraje es que hay tener en cuenta la rentabilidad real; hay un cierto nivel de inflación muy bajo pero existe y cada día que pasa nuestro dinero sentado en las cuentas nos cobren o no por ellas o en productos de inversión con rentabilidad negativa no sólo no estamos perdiendo poder adquisitivo por esta rentabilidad sino que hay que sumarle el efecto de la inflación.

- ¿Qué alternativas ofrece Nordea AM para solucionar esta problemática?

Pues para aquellos inversores que puedan asumir un nivel de riesgo digamos en términos de volatilidad del 1,5%-2% nosotros ofrecemos soluciones o carteras flexibles de renta fija que están centradas en la preservación de capital y que tienen unas comisiones bastante bajas. En este caso estaríamos hablando de nuestro fondo Nordea 1 Conservative Fixed Income Fund. Obviamente si estamos dispuestos a asumir niveles de riesgo superiores al 2% y demandan también rentabilidades más altas tenemos otras alternativas que gestiona nuestro equipo de multiactivos que son estrategias bastante conocidas en el mercado español como el Nordea Flexible Fixed Income Fund o el Nordea Balanced Income Fund, pero digamos que como alternativa a la liquidez no es un activo que pueda ser equiparable. Nosotros creemos que  Nordea 1 Conservative Fixed Income Fund puede ser una solución bastante atractiva en este entorno de mercado.

- ¿Qué tipo de rentabilidades pueden esperar los inversores de este tipo de soluciones?

Lo primero que habría que decir es que este tipo de soluciones no tienen una rentabilidad positiva garantizada, es decir, no son fondos garantizados. Obviamente el capital invertido puede tener riesgo pero con un riego bastante bastante limitado, con una volatilidad entorno al 1,5%-2%. En el caso del Nordea 1 Conservative Fixed Income Fund es un fondo que sigue nuestra reconocida estrategia de equilibrio de riesgo, la misma que siguen los fondos multiactivos de Nordea y que gracias al uso de nuestras estrategias defensivas exclusivas que van más allá de la asignación a bonos gubernamentales de alta calidad y de alta duración anual del euríbor más un 0,7%-1% al año a lo largo de un ciclo de inversión. Si bien estas rentabilidades esperadas no son brutas de comisiones, pero gracias al bajo de comisiones que comentábamos anteriormente con una rentabilidad neta positiva con un nivel de riesgo muy contenido y obviamente esto sería superior a las otras alternativas que hemos mencionado.

- ¿En qué tipo de activos invierte este tipo de soluciones?

Como todo fondo digamos flexible de renta fija puede asignar o incluir en cartera deuda gubernamental de distintos emisores a nivel global, divisas refugio y defensivas de alta calidad, cédulas hipotecarias, bonos corporativos con grado de inversión o incluso podemos invertir en emisiones de deuda de alto rendimiento, aunque sólo del 25% en cartera. Todo esto con una sensibilidad de los tipos de interés bastante contenida que se moverá entre los 0 y los 3 años y un nivel de calidad crediticia bastante alto que actualmente se encuentra en el AA+. Por último, visto lo que ha ocurrido en los mercados en marzo de este año esta cartera tiene un nivel de liquidez muy alta, muy superior a las soluciones de renta fija flexible que existen en la mayor parte del mercado gracias a que la exposición a los mercados de crédito, donde la liquidez está más limitada, sobre todo, en los mercados de alto rendimiento de deuda high yield se implementa a través de derivados. Estos derivados financieros son más líquidos que los bonos físicos y tienen unos costes de transacción mucho más bajos. Con lo cual, no sólo no nos ofrecen una propuesta de riesgo/rentabilidad que quizá no suene demasiado sexy como son rentabilidades netas cercanas al 0% o ligeramente positivas, pero si son rentabilidades muy superiores con un nivel de riesgo muy contenido, una sensibilidad a los tipos baja, una calidad de crédito muy alta, y sobre todo con una liquidez que es muy importante cuando el mercado está sufriendo.