El compás de la semana lo han marcado los bancos centrales. Las bolsas mundiales se encaminaban hacia su peor semana desde el colapso pandémico de los mercados en marzo de 2020, ya que las subidas de los tipos de interés en Estados Unidos, Reino Unido y Suiza pusieron a los inversores en vilo sobre el futuro crecimiento económico.

Los bonos y las divisas se mostraron nerviosos tras una semana de gran inestabilidad. En las últimas sesiones, el dólar ha retrocedido desde su máximo de 20 años, pero no ha caído mucho y parece que terminará la semana estable.

Además de la Fed y el banco central suizo, el Banco de Inglaterra anunció esta semana una subida de tipos de 25 puntos básicos. Fue menor de lo esperado, pero provocó la venta de los "gilts" (títulos deuda pública británica) y la subida de la libra esterlina por las apuestas de que las futuras subidas se producirán con rapidez.

Mientras, la presidenta del Banco Central Europeo dijo el jueves a ministros de Finanzas de la zona del euro que el objetivo de la herramienta antifragmentación prevista por el banco no es reducir los diferenciales de rendimientos de los bonos de varios países de la zona del euro, sino normalizarlos, dijo una fuente.

El funcionario añadió que Christine Lagarde dijo a los ministros que la herramienta podría usarse cuando los diferenciales aumenten más allá de ciertos umbrales. La fragmentación se refiere a una divergencia de los costos de endeudamiento entre los miembros de la zona euro.

"Tenemos que abordar el riesgo de fragmentación para permitir la aplicación de la política monetaria en toda la zona del euro. El riesgo de fragmentación es una grave amenaza para nuestro mandato de estabilidad de precios", dijo Lagarde a los ministros, según la segunda fuente.

¿Cómo afecta todo esto al sector financiero? Los bancos se preveían a principios de año como el sector ganador de las subidas de tipos, pero ese optimismo por las alzas de tasas se ha venido abajo ante los crecientes temores de recesión, según explica Araceli de Frutos, de Araceli de Frutos EAFI. "Si hay una bajada del crecimiento económico los bancos no van a tener esa actividad en cuanto a sus productos, en cuanto al crédito y, por otro lado, aumentaría la morosidad".

Por el lado positivo, que los balances de los bancos europeos están saneados, pero no se pueden ignorar los riesgos crecientes. La experta recomienda moverse con cautela a la hora de tener bancos en cartera y "ser muy selectivos".