Se trata de previsiones muy alentadoras, pero las expectativas para algunos sectores en particular son aún mejores. Los analistas tienen grandes esperanzas en las partes cíclicas del mercado, como los valores de consumo, las finanzas y los recursos naturales. No obstante, cabe señalar que, aunque algunas de las cifras presentadas merecen ser destacadas, las mejoras se deben en gran medida a la magnitud del colapso de la actividad económica el año pasado.

¿Qué empresas marcarán el camino?

La temporada de resultados no ha hecho más que empezar. Como siempre, algunos de los grandes bancos se encuentran entre las firmas que más pronto presentan sus cuentas. Las expectativas de los analistas son que la fuerte actividad comercial se combinará con la liberación de las reservas para préstamos, lo que impulsará los beneficios. Muchas entidades crediticias hicieron considerables provisiones por si los préstamos que concedieron en los primeros momentos de la crisis del Covid salían mal. Sin embargo, su planificación resultó ser demasiado pesimista, ya que muchas empresas recibieron posteriormente ayudas del gobierno, lo que significó que no tuvieron que incumplir sus obligaciones financieras.

En el cuarto trimestre, vimos que algunos de los grandes bancos comenzaron a liberar sus reservas. Los primeros datos de entidades como JP Morgan, Wells Fargo y Bank of America indican que este proceso continuó entre enero y marzo. También hubo señales esperanzadoras de mejora de las cifras de trading entre los bancos de inversión. Goldman Sachs ha señalado que se ha producido una mayor actividad tanto en sus divisiones de renta fija como de renta variable.

Mientras tanto, muchos inversores se preguntarán qué novedades habrá en las grandes tecnológicas y en las demás empresas de gran capitalización. Para conocer estas cifras, habrá que esperar hasta la última semana de abril. Es entonces cuando un gran número de miembros del S&P, que representan una parte aún mayor de la capitalización total del mercado estadounidense, darán a conocer sus beneficios.

Un listón muy alto que superar

Suponiendo que los beneficios de las empresas cumplan (o incluso superen) estas elevadas estimaciones, la gestora considera que podríamos obtener información sobre la respuesta de los inversores y, por tanto, de los precios de las acciones. En cada uno de los tres últimos trimestres, los beneficios por acción de la mayoría de las empresas fueron superiores a las previsiones. La tendencia de las "sorpresas" de beneficios es incluso más fuerte que la que vimos durante la recuperación de la crisis financiera mundial. En pocas palabras, el listón de las buenas noticias imprevistas está muy alto.

Una reciente encuesta de BoA Merrill Lynch demuestra bien este dato. Según la misma, el 85% de los inversores institucionales encuestados espera que los beneficios empresariales mejoren en los próximos 12 meses. Se trata de una cifra mucho más alta de lo que normalmente se desprende de esta encuesta.

Las revisiones de beneficios, o los ajustes que los analistas hacen sobre previsiones ya formuladas también están "calientes". Desde hace varios meses, el número de mejoras de estimaciones de beneficios futuros supera ampliamente a las rebajas. En consecuencia, los inversores se han acostumbrado a estas "sorpresas" positivas. Por lo tanto, es posible que no veamos un aumento correspondiente en los precios de las acciones cuando se publiquen estas cifras.

Por qué no debemos seguir mirando por el retrovisor

La temporada de resultados debería servir tanto para observar el futuro como el pasado. Para los inversores, esto significa prestar atención a las previsiones de las empresas, así como a sus resultados del último trimestre. Si bien las perspectivas de recuperación son amplias, todavía hay retos por delante. Algunas de las mayores empresas de los sectores de tecnología, medios de comunicación y telecomunicaciones se beneficiaron enormemente del panorama del confinamiento.

A medida que el tiempo (y las carteras) de sus clientes se trasladaba a Internet, sus beneficios florecían. Pero, ¿podrán estas empresas mantener la tendencia una vez que las economías vuelvan a abrirse por completo?

También hay que tener en cuenta los cambios legislativos. Es cierto que los planes de estímulo a las infraestructuras del presidente Biden podrían crear acciones ganadoras en algunos sectores. Pero algunas empresas podrían encontrarse financiando el gasto. El documento "Made in America", publicado recientemente por el Tesoro de EE.UU., apunta a una mayor equidad en la fiscalidad. El presidente del país pretende tanto financiar su generoso paquete de estímulo como restablecer el equilibrio. Para ello, quiere combatir la evasión fiscal de las grandes multinacionales. Si sus planes se aprueban en el Congreso, estos cambios podrían tener un fuerte impacto en ciertas empresas que se cree que obtienen beneficios anómalos.

Según Aberdeen Standard Investments, mirando el futuro de las empresas americanas, puede haber baches en el camino, pero también podrían abrirse nuevas rutas. Parece que habrá varios trimestres de fuertes beneficios, aunque es probable que se concentren en determinados sectores. Esto debería crear oportunidades para los inversores en los próximos meses.