Oryzon Genomics ha cerrado mejorando su resultado y acaba de anunciar una ampliación de capital. ¿Cuál ha sido la evolución de la compañía en estos nueve meses?  

Enric: desde un punto de vista financiero, la evolución de la compañía en estos primeros nueve meses ha sido espectacular. En diciembre la compañía tenía una caja de 5 millones de euros, y nueve meses después dispone de 35 millones.

Tras acelerar los ensayos clínicos, aumentar la inversión en investigación y desarrollo, cubrir todos los costes de estructura y recomprar el programa de bonos convertibles con Nice & Green, hemos llevado a cabo una ampliación de capital de 30 millones de euros. Se realizó con un descuento atractivo para los inversores y con una sobresuscripción importante respecto al objetivo marcado. Incluso hubo inversores interesados que no pudieron incorporarse.

El aftermarket ha sido muy positivo, ya que el valor no solo recuperó el precio previo al descuento, sino que subió significativamente. La acción, que el 31 de diciembre del año pasado cotizaba a 1,40 euros, alcanzó los 3,85 euros el 10 de octubre. Actualmente se sitúa en torno a 2,93 euros.

La reciente corrección responde, en mi opinión, a una interpretación errónea del mensaje de la Junta General de Accionistas. Cuando se entienda en el mercado, el valor debería recuperarse rápidamente.

En conjunto, el balance del año es excelente. El resultado de la compañía a septiembre del año pasado era negativo en 2 millones de euros, y este año solo de 1 millón. Teniendo en cuenta que el modelo de negocio implica resultados negativos en esta fase, la reducción del 50% en las pérdidas es muy positiva para el accionista.

¿En qué momento se encuentra actualmente Oryzon?

Carlos:Enric ha hecho una descripción muy precisa de la situación financiera. La compañía se encuentra, tanto a nivel financiero como científico, en el mejor momento de su historia.

En el plano financiero, como ha señalado Enric, hemos alcanzado la mayor caja de nuestra historia. Como suelo dirigirme a inversores internacionales y las cifras se presentan en dólares, puedo decir que hemos incorporado no solo una ampliación de capital, sino también otros recursos adicionales que, en conjunto, suman más de 60 millones de dólares desde finales de diciembre. Esto ha situado a la compañía en una nueva posición frente al inversor internacional. Nos hemos convertido en un actor creíble para seguir desarrollando nuestros objetivos científicos.

Recientemente, una consultora suiza publicó en LinkedIn un listado con las 50 compañías biotecnológicas más importantes de Europa por capitalización bursátil, y Oryzon figuraba entre ellas, en una posición destacada. Este reconocimiento ha cambiado radicalmente la percepción de la compañía.

No obstante, estos son los medios, no el fin. El objetivo de Oryzon es desarrollar moléculas que ayuden a los pacientes. La solidez financiera es imprescindible para lograrlo, pero el propósito principal son las moléculas y los pacientes. Desde esta perspectiva, podemos profundizar más adelante, pero sin duda estamos en el mejor momento de la historia de la compañía.

Las inversiones en I+D aumentaron un 23%, hasta 8,2 millones. ¿Tiene previsto seguir creciendo en los próximos meses?

Enric: Sí. La compañía está bien fondeada. Conviene recordar que recibimos una ayuda muy importante a través del programa IPCEI, por más de 13 millones de euros. Esa ayuda también repercute directamente en los accionistas, ya que supone una inyección de recursos en la compañía que se traduce en un incremento del patrimonio neto, aunque por la naturaleza de nuestra actividad no se refleja en la cuenta de pérdidas y ganancias, sino directamente en el equity.

Destinaremos esos fondos a los objetivos establecidos en el proyecto y, además, continuaremos ampliando y acelerando nuestros programas clínicos y de reclutamiento para seguir avanzando desde el punto de vista científico.

Recientemente se ha anunciado una posible ampliación de capital de hasta 125 millones con exclusión del derecho de suscripción preferente. ¿Cuál es el objetivo principal de esta operación?

Enric: Lo primero que debe aclararse es que no existe una operación, sino una propuesta a la Junta General de Accionistas para delegar en el Consejo de Administración la posibilidad de llevar a cabo una ampliación de capital en el futuro.

¿Por qué el Consejo solicita esta delegación? El negocio biotecnológico tiene dos grandes riesgos: el tecnológico, relacionado con que las moléculas avancen con éxito; y el financiero, es decir, que los proyectos no alcancen sus objetivos por falta de financiación. El Consejo tiene el deber de diligencia de garantizar, en la medida de lo posible, la viabilidad de la compañía, y para ello debe disponer de las herramientas necesarias.

Esto no implica que la compañía vaya a realizar una ampliación de capital, sino que el Consejo debe estar preparado para atender una posible necesidad en el futuro. Hasta ahora, teníamos una autorización delegada para una ampliación de hasta 100 millones de euros. De ese margen utilizamos 30 millones, en una operación que tuvo una sobresuscripción significativa. Esa autorización quedó cerrada, por lo que ahora se propone a la Junta renovar y ampliar la capacidad hasta 125 millones.

¿Significa esto que se van a emitir 125 millones de euros en acciones? No. Solo se recurrirá a esa herramienta si es necesario y si genera valor para la compañía. Podría ser una ampliación menor, o incluso no llegar a hacerse.

Otro punto que ha generado confusión es el precio mínimo de 2,35 euros. Este no es el precio de la ampliación, sino el valor mínimo exigido por ley para solicitar la delegación. Corresponde al precio de la última ampliación de capital. Si en el futuro la acción cotiza a 4 euros, podría realizarse, por ejemplo, a 3,90 euros; o si la acción se valora en 9 euros, quizá ni siquiera sea necesaria una nueva ampliación.

En resumen, el Consejo debe disponer de las herramientas suficientes para asegurar la viabilidad de la compañía. La propuesta no implica que vaya a ejecutarse una ampliación, sino que la empresa estará preparada para hacerlo si las circunstancias lo requieren.

Confío en que este mensaje quede claro y se corrija la interpretación errónea que ha provocado un retroceso temporal en la acción. Es una propuesta técnica y legal, no una operación inmediata. Cuando el mercado lo entienda, el valor debería recuperarse a niveles superiores a los actuales, en torno a 2,93 euros.

Carlos: Enric lo ha explicado muy bien. Me gustaría añadir algunos matices. En primer lugar, esta delegación no es un instrumento nuevo, sino la renovación del que ya estaba vigente el año pasado. En segundo lugar, como se ha visto con la autorización anterior, no implica necesariamente utilizar la totalidad del importe ni hacerlo al precio mínimo. La ampliación anterior, por ejemplo, se ejecutó por encima de ese precio.

También conviene recordar que, a veces, un titular puede llevar a interpretaciones erróneas. Pero nuestros inversores, además de ser valientes y comprometidos, tienen mucho sentido común. La realidad mercantil y los procesos legales son lentos, y la compañía debe anticiparse. No podemos encontrarnos en el futuro con inversores interesados en apoyar el desarrollo de nuestras moléculas y no tener la capacidad legal para actuar de inmediato. 

Por último, esta flexibilidad responde a nuestro pipeline. La compañía trabaja en acuerdos con otras farmacéuticas y debe poder decidir, llegado el momento, si financiar un proyecto directamente, mediante alianzas o con una combinación de ambos enfoques. Nuestras moléculas están avanzando en fases clínicas finales, que requieren una inversión considerable. Por eso se plantea un escenario de máximos, aunque no necesariamente tiene por qué realizarse. 

Con las explicaciones de Enric y estos matices, espero que quede claro el sentido de la propuesta que se presentará a los accionistas en la próxima Junta.

¿Cómo afectará este movimiento al balance y a la financiación de ensayos en fases avanzadas?

Enric: El impacto será claramente positivo. Inyectar capital en la compañía refuerza su patrimonio neto, mejora la solvencia y proporciona una caja más sólida, lo que nos otorga un mayor pulmón financiero para impulsar los proyectos.

Pero no solo tiene un efecto en el balance. Me gustaría resaltar que, cuando los mercados y los inversores entienden correctamente una ampliación de capital de Oryzon —como ocurrió con la última, de 30 millones—, esa operación no genera una dilución efectiva del valor de los accionistas. Lo que todos esperamos es que cada euro invertido cree valor por más de un euro. Si no tienes ese euro, no puedes crear cinco.

Con la última ampliación, captamos 30 millones de euros y la compañía creció más de esos 30 millones, porque el potencial de creación de valor en los ensayos clínicos es mucho mayor. La aportación de capital, al mitigar el riesgo financiero de los proyectos, genera mucho más valor que la posible dilución. Eso fue exactamente lo que entendieron los mercados en la última operación.

No obstante, el mercado es soberano e interpreta la información según el momento. Pero lo lógico es que, ante una ampliación de capital de una compañía biotecnológica destinada al desarrollo de sus programas clínicos, el valor de la empresa aumente y no se perciba una dilución.

Además, con esa ampliación de capital la compañía incorporó autocartera, recibiendo más de un millón de acciones adicionales por la cancelación del programa de bonos convertibles vigente en ese momento. Esto significa que, gracias a esas acciones propias, los accionistas son aún más propietarios de la compañía, ya que forman parte del patrimonio de Oryzon y, por tanto, de todos ellos.

Creo que los impactos son muy relevantes y positivos, y eso es lo que el inversor debe valorar.

La finalización del acuerdo con Nice & Green y la subvención IPCEI han sido algunos de los logros importantes de la compañía. ¿Qué suponen estos movimientos?

Enric: La subvención del IPCEI representa, en primer lugar, un respaldo muy importante a la ciencia de la compañía por parte de la Unión Europea. Que Oryzon haya sido seleccionada como la única biotecnológica pura española dentro de un programa internacional, acompañada por grandes farmacéuticas nacionales, confirma que estamos hablando de la compañía biotecnológica más sólida del país en este momento, siempre dentro de los riesgos inherentes al sector. Es un reconocimiento muy relevante y prestigioso.

En segundo lugar, desde un punto de vista financiero, la ayuda de 13,2 millones de euros equivale a un beneficio muy significativo para la compañía. Además, no está sujeta a tributación, ya que el 25% de impuestos que correspondería sobre esa cantidad se compensa con pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores. Por la naturaleza de nuestro modelo de negocio, este importe no se refleja en la cuenta de pérdidas y ganancias, sino directamente en el patrimonio neto. Si se contabilizara como resultado, estaríamos hablando de unos 13 millones de euros de beneficio, lo que es un mensaje muy potente para el mercado.

En cuanto a la finalización del acuerdo con Nice & Green, se trata de un programa que ha sido muy positivo para Oryzon en los últimos años, ya que nos proporcionó financiación en un momento en que los mercados de capitales estaban prácticamente cerrados. Gracias a ello, pudimos seguir desarrollando nuestros programas clínicos. Sin embargo, tras la ronda de financiación directa de 30 millones de euros, ese mecanismo dejó de ser necesario.

Además, esta operación nos permitió recomprar parte de las acciones asociadas a ese programa, que ahora forman parte de la autocartera de la compañía. Aproximadamente un 3% del capital es propiedad de Oryzon, lo que significa que pertenece a todos los accionistas. En consecuencia, cada accionista es hoy, en la práctica, un poco más propietario de la compañía, lo que incrementa el valor de su participación.

La combinación triple de iadademstat con venetoclax y azacitidina alcanzó una tasa de respuesta global (ORR) del 100%. ¿Qué relevancia tienen estos resultados para la compañía?

Carlos: Esperamos que sea muy relevante. Desde el punto de vista científico, estos datos son de gran importancia. Anoche tuve una conferencia con nuestro equipo médico en Boston y todos estaban muy ilusionados. Los resultados se presentarán en diciembre, en el congreso anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), en Orlando, y creemos que van a causar un gran impacto.

Conviene recordar que en 2022 la compañía presentó resultados muy positivos del estudio ALICE, en el que ya observamos una tasa de respuesta muy buena en leucemia mieloide aguda de primera línea, aunque entonces solo en combinación con azacitidina. Aquella comunicación fue seleccionada entre las 25 mejores del congreso. En su momento, algunos se preguntaban por qué no continuábamos con ese ensayo, pero el contexto de la industria farmacéutica es complejo.

Mientras desarrollábamos el estudio ALICE, la molécula de AbbVie, venetoclax, fue aprobada y se consolidó como el tratamiento estándar para estos pacientes. Competir directamente para demostrar una superioridad frente a venetoclax habría requerido una inversión de unos 200 millones de dólares y al menos cuatro años de desarrollo, algo fuera de nuestras capacidades.

Por ello, la compañía apostó, de forma muy inteligente, por colaborar con los mejores centros de investigación del mundo. Tuvimos el privilegio de cerrar un acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), concretamente con el Instituto Nacional del Cáncer (NCI). Esa colaboración, iniciada hace un par de años, ha llevado su tiempo desde el punto de vista administrativo y clínico, pero ahora estamos viendo los resultados.

Los datos son extraordinarios. Estamos observando una tasa de respuesta del 100%, es decir, todos los pacientes responden al tratamiento. Y, dentro de ellos, el 88% alcanza la mejor respuesta posible: una remisión completa. Esto es especialmente significativo porque se trata de pacientes de edad avanzada que normalmente no tienen opciones curativas; los tratamientos disponibles solo logran retrasar la progresión de la enfermedad. En cambio, nosotros estamos viendo que algunos pueden llegar al trasplante de médula ósea, que es la única alternativa curativa existente para la leucemia.

Estamos muy ilusionados con estos resultados. Nos sorprendió que, al anunciar los datos, el mercado reaccionara con cierta frialdad, porque creemos sinceramente que son excepcionales. Para el congreso de ASH ya tenemos programadas reuniones con varias compañías farmacéuticas para analizar y explorar estos datos.

Además, los resultados se complementan con los del ensayo en combinación con gilteritinib en segunda línea, en pacientes que han recaído, donde también estamos viendo porcentajes muy altos de respuesta y casos que avanzan hacia el trasplante de médula. En definitiva, estamos ofreciendo una oportunidad de curación a pacientes que antes no la tenían.

Venimos también de participar en BioEurope, en Viena, donde mantuvimos reuniones muy prometedoras. Como indicamos en la nota de prensa de resultados, la idea de la compañía es licenciar la molécula en el medio plazo para captar los recursos necesarios que nos permitan avanzar la fase III de nuestro programa en sistema nervioso con vafidemstat.

Esto no implica necesariamente una ampliación de capital, ya que dependerá de la combinación de acuerdos y fuentes de financiación que logremos. Creemos que estos resultados, junto con los que esperamos presentar en los próximos tres a seis meses del estudio en anemia falciforme (sickle cell disease), aprobado por la EMA y ya en marcha en España, ponen en valor la molécula iadademstat y pueden ayudarnos a cerrar un acuerdo con un socio farmacéutico que nos permita centrarnos en consolidarnos como una compañía especializada en el sistema nervioso.