No obstante, Rengifo cree que la situación de los países emergentes es totalmente distinta a la de los países desarrollados”. Por un lado, “está EE.UU., Europa y Japón con distintitos ritmos de salida de la crisis y por otro, los países emergentes que se encuentran todos fuera de la crisis y con crecimientos abultados -en el caso de China llegan al doble dígito-“. “Hay consumo doméstico, hay crecimiento a nivel de exportaciones, hay una dinámica de inversión de dinero extranjero y ni las familias y los Estados están endeudados”, señala.

En el caso de España -continúa- “hay un déficit fiscal que ronda el 11,5% y en el caso de Chile el déficit es muy muy leve así como su deuda respecto al PIB es del 9% mientras que la española asciende al 67%”. Por ello, este experto asegura que “a la hora de invertir en renta fija, el inversor tiene que darse cuenta que invertir en deuda soberana europea el nivel de volatilidad es muy alto y la rentabilidad es muy poca”. Por el contrario, “la deuda latinoamericana es un tipo de activo con una rentabilidad mayor que asciende al 8 ó 10% y los niveles de riesgo son muy pequeños o están muy controlados, y es que es deuda emitida por los gobiernos, por lo que puede ser una buena alternativa de inversión”. Eso sí, como comentan desde Pictet, “este tipo de rentabilidades se obtienen en deuda emitida en moneda local, con lo cual, el inversor toma dos tipos de riesgos: por un lado riesgos de tipos de interés y de divisa –donde hay unas buenas perspectivas-.

Hay una tendencia a asociar mercados emergentes con volatilidad. Pero ¿qué tiene de cierto? Rengifo quiere desmitificar esta relación. “En el caso de la deuda latinoamericana existe un factor muy importante a tener en cuenta y es que los mayores tenedores de deuda son fondos de pensiones locales, fondos de capitalización individuales y son los que por normativa invierten en estos bonos”. Su estrategia de inversión, por tanto, “es mantener los bonos hasta vencimiento por lo que la volatilidad es casi nula”.

 


El sector bancario aglutina las mayores caídas. Gonzalo Rengifo, director de Pictet Funds para Iberia y LATAM, considera que “el sector financiero en general sigue teniendo ciertos lastres de la crisis que comenzó en 2007, aún existe mucha limpieza que hacer”. En el caso particular de España -continúa- “tenemos una exposición muy importante a todo lo que es crédito a la construcción”. Además, “el sector tiene mucha volatilidad en estos momentos porque la duda que existe es si los bancos van a ser capaces de superar sus problemas en un entorno de poco crecimiento y donde no hay consumo”. “Los bancos tienen mucha liquidez pero no dan créditos al mercado, la economía necesita crecer con el acceso al crédito pero los bancos no lo prestan”, apunta. Dicho esto, Rengifo cree que “la volatilidad entre la banca seguirá creciendo”.

La recomendación que estamos dando a los inversores es que existe una serie de compromisos de inversión. Como ejemplo, Rengifo hace referencia al caso de China donde se ha propuesto un paquete de inversión en infraestructura hídrica. Por ello, “independientemente de lo que pase con el mercado, tenemos un sector y una serie de compañías que van a beneficiarse de la inversión de China en este caso, bien en infraestructuras, en tecnologías, etc y que transcenderá en el tiempo”. En el caso de EE.UU., este experto hace hincapié en todos los planes que se han puesto en marcha para las energías renovables, concretamente la energía eólica, “por lo que si bien no hay que invertir en toda la renta variable americana si en una serie compañías pioneras en este mercado”.

Respecto a la situación actual de los fondos de inversión, este experto señala que “el fondo de inversión como instrumento es el más adecuado porque al final permiten invertir en distintas áreas y poder cambiar el perfil de inversor dependiendo de la situación particular”. "Miraríamos con cierto detalle aquellos activos de renta fija emergentes donde podamos acceder a rentabilidades más importantes. No cabe duda es que existen interesantes opciones de inversión y hay que aprovecharlas”, asegura.

La cartera ideal para un perfil equilibrado, prevemos que debería tener un 60% en renta fija y 40% en renta variable. Del 60% de la renta fija, un 20% debería ir destinado a inversiones que den mayor rentabilidad por dividendo mientras el resto del 40% a inversión en mercado de deuda en mercado desarrollado, que será una base estable. En la parte de renta variable, un inversor español debería tener la mitad en mercado local y el otro 20% miraría oportunidades de inversión tanto en Estados Unidos como en China, Brasil o Rusia, porque el mercado ruso es el más barato dentro de los emergentes.