No ha sido un año sencillo ni para la renta fija ni para la renta variable, ¿Cómo lo estáis viendo en Self Bank?

Efectivamente no es sencillo, pero tenemos que pensar que a lo mejor lo que no era normal es lo que teníamos antes. Nos hemos malacostumbrado por decirlo de alguna manera, hemos vivido unos años de crecimiento sostenido, las bolsas alcistas –en unos casos más y en otros menos-, y encima con la volatilidad que estaba siendo anormalmente baja. Ahora mismo estamos adaptándonos a un entorno que a lo mejor no es tan óptimo.

Es verdad que hay algunos temas que ya venían estando encima de la mesa desde hace tiempo pero han aparecido otros nuevos temores, además de los que ya veníamos tratando hace tiempo. La inflación es uno de ellos,  hemos hablado de ella porque a veces teníamos miedo a una deflación y en otras ocasiones parecía que se aceleraba la inflación,  ahora parece que estamos hablando de este temor de los inversores. También está la subida de tipos en Estados Unidos y el qué va a pasar. Empezábamos el año pensando que iba a haber tres subidas y ahora parece que van a ser cuatro, esto evidentemente tiene repercusión a la hora de confeccionar la cartera por parte de los inversores y de los gestores profesionales.

Luego como decíamos, de lo que más se está hablando es de la repercusión a la rentabilidad en el bono estadounidense a 10 años. Hemos visto que ha tocado esa barrera psicológica del 3% y en meses anteriores cuando también lo hizo, tuvo unas repercusiones muy malas en general en los mercados. Pero además, si nos fijamos, también están repuntando las rentabilidades de la renta fija más a corto plazo y cuando esto ocurre, al final lo que se anticipa es que pueda haber una desaceleración económica o incluso una recesión. Cuando se vende más renta fija a corto plazo que a largo plazo, cuando empieza a recuperarse las rentabilidades de los productos que tienen vencimientos más cortos, nos conduce a un aplanamiento de la curva, y parece que hay un temor a corto plazo a que esa recesión de verdad llegue.

¿Qué está pasando actualmente en los mercados de renta variable?

Pues pasa un poco lo mismo, tenemos los temores a que haya conflictos políticos, a parte de los que hay, los que pudiera haber que son tal vez los que más preocupan, pero además empezamos a hablar de otras cosas: la posibilidad de que haya una ralentización en Estados Unidos, que está haciendo que algunos gestores empiecen a pensar si es el momento de abandonar determinados activos de riesgo para pasarse a otros más seguros.

En el caso de Europa pasa un poco lo mismo, no es que los datos macroeconómicos en general sean malos, pero lo que sí que se está viendo es que no hay una persistencia en estos datos. Algunos están siendo buenos, otros regulares y esto al final genera incertidumbre, sobre todo a la hora de saber qué va a hacer el BCE con su política monetaria, es un poco difícil saber a qué atenerse.

No estamos dando una visión negativa, más bien en una posición de cautela, porque hay datos que siguen siendo buenos: datos de crecimiento, datos empresariales que pensamos que los beneficios serán buenos, en EE.UU. estamos viendo datos de empleo en niveles bastante positivos, es decir, no es una situación muy negativa pero si para estar cautelosos y a la expectativa.

Hablando del fondo de Robeco European Conservative Equities, parece un poco contradictorio tener la palabra conservative junto con equities dentro de la misma frase, siempre que consideremos que la renta variable no puede ser conservadora. ¿Son compatibles estos dos elementos? ¿Podrías explicarnos en qué consiste este fondo?

En principio lo que no nos oirás decir es que la renta variable no tiene riesgos. Si miramos a 20 años hemos tenido momentos delicados acompañados de momentos buenos, pero con mucha volatilidad, de caída de pánico. Pero también es cierto que siendo objetivos, los retornos que da la renta variable en el medio y largo plazo también son bastante atractivos. Con lo cual,  si ponemos en una balanza la perspectiva temporal de las inversiones y el riesgo, conviene atender a lo primero y saber que vamos a tener momentos de volatilidad y caídas.

Desde Robeco hemos conseguido con las estrategias Conservative y, en concreto con el Robeco European Conservative es precisamente participar de la rentabilidad del mercado pero, de alguna manera, seleccionar valores que tengan menor riesgo o que históricamente se hayan comportado con menos riesgo, menores volatilidades y menores betas. Es curioso porque siempre incluso a nivel de la calle parece que hay la creencia general de que para ganar hay que arriesgar, nosotros con esta estrategia hemos conseguido que no sea así, de hecho nuestro responsable del fondo planteaba con el símil del semáforo de qué ventajas tendría saltarse un semáforo en rojo, parece que ese riesgo no tenga ningún beneficio. Si eso lo reportamos a las inversiones, en Robeco llevamos décadas estudiando la baja volatilidad que hemos visto que es una anomalía persistente que viene a decir que no necesariamente las acciones de mayor riesgo son de las cuales puedes esperar más rentabilidad, y de alguna manera pone en entredicho la teoría del CAPM, que era la teoría tradicional, que afirmaba que a mayor riesgo, mayor rentabilidad.

Resumiendo, al final sí, cualquier estrategia de renta variable va a tener riesgo. En general cualquier inversión tiene riesgo, y lo que hemos intentado es acortar un poco el riesgo que tiene la renta variable

¿Cuáles son los factores que tenéis en cuenta para considerar que un valor es conservador?

En principio el grueso o los factores más importantes son la volatilidad y la beta de las compañías, la variación de las cotizaciones de las compañías y la sensibilidad de esas compañías en el mercado que intentamos que sean lo más reducidas posible, pero también – y por eso el apellido “conservative” de las estrategias- no nos gusta ceñir los riesgos solamente a medidas históricas del pasado.

Las medidas estadísticas hemos visto en muchos casos que no han funcionado mirando hacia adelante -de hecho en el 2008 vimos que la crisis vino más por el excesivo endeudamiento de las compañías y el apalancamiento-, por eso hemos introducido variables relativas más a la estructura financiera de las compañías que reduzcan adicionalmente el riesgo de las compañías en la cartera. Si a eso le sumamos el factor value que tiene en cuenta no sobre pagar por las compañías en cartera, y el momentum que se fija en que dentro de las acciones de menor riesgo quizás las que mejor tenencia presenten en los últimos 12 meses son los factores que tienen en cuenta. No son casualidad, vienen derivados de décadas de estudio en Robeco de los factores que aportan rentabilidad y ajustan su riesgo mayor que nos decían las teorías clásicas, por lo tanto la combinación de estos factores hacen una estrategia de baja volatilidad, de alguna manera mejorada.

¿Cuál es el valor añadido que aportan estas estrategias conservative entorno al mercado que tenemos?

El mercado es soberano, es muy difícil de saber lo que va a hacer especialmente el día de mañana. Nos hemos hartado y nos hartaremos de analizar pautas, tenencias, macro, beneficios empresariales, valoraciones… pero lo que sí que parece que tiene un cierto consenso, como también decía Victoria, es que en el mercado,  las valoraciones en renta fija y variable parecen caras sin miramos sus históricos y, por tanto, para ese tipo de inversores que estén adoptando una posición más cautelosa y puedan esperar incrementos de volatilidad, caídas fuertes del mercado como hemos visto a principio de febrero, ese escenario quizás es el más apropiado para mantener este tipo de estrategias.

También es cierto que el mercado de subidas suaves se ha comportado muy positivamente. En momentos de caídas, lo hemos visto en el 2018 y 2011, la estrategia era complicada debido al momento, 10 puntos porcentuales aproximadamente menos tanto en un año como en otro, con lo cual esto es muy interesante, porque parece que nos remitimos al ejemplo de que si tu pierdes una inversión un 50% en un año tienes que recuperar un 100% al año siguiente para tener tu inversión inicial. Esto va dentro de la estrategia conservative y es más, nuestra apuesta es ganar perdiendo menos, es decir, si durante el camino no caes tanto como cae el mercado, al final otorga un perfil de rentabilidad/riesgo muy interesante. De hecho, no se pueden extrapolar resultados del pasado al futuro, pero lo que si hemos conseguido con esta estrategia -que ya tiene 10 años- es que en principio fuese destinada a reducir la volatilidad, que lo ha conseguido en un 25/30%, ha reducido las caídas relativas frente al mercado. Incluso este año desde febrero la estrategia ha empezado a comportar mejor que el mercado, pero es que, además, se ha añadido un extra de rentabilidad a la prima de riesgo del mercado, curiosamente apoyada por los valores de menor volatilidad.