¿Cuáles son sus razones para invertir en la economía de Estados Unidos en lugar de invertir en la Eurozona?
La tendencia identificada en los Estados Unidos es más fuerte y mejor que la de la eurozona, con una expectativa de tasa de crecimiento del 3% gracias a una evolución más positiva en el sector del consumo. Los cimientos del sector del consumo que se prevén son positivos en términos de creación de empleo, en términos de poder adquisitivo y de reducción de la tasa de desempleo. Para los próximos años se espera una tasa muy baja en cuanto a la tasa de desempleo, cercana al 5,5%. El sector empresarial está en buena forma y se prevé un alza; esperamos un aumento significativo en gastos de capital que debería estimular las ganancias en productividad. Por tanto, y para resumir, el consumo, el capex y el sector empresarial están en buena forma y estos tres factores deberían alimentar este crecimiento esperado del 3% en EE.UU. para el próximo año.

Hablando del crecimiento del PIB, ¿cuáles son sus previsiones para Estados Unidos y para la eurozona para el 2015?
El pronóstico para el PIB de EE.UU. es del 3%, gracias a la actividad interna. En cuanto a la eurozona seguimos siendo cautos y no esperamos más del 0,7%, que en este momento es muchísimo más bajo que el del consenso, que lo ha fijado en 1,2%, y la razón por la cual esperamos una cifra de crecimiento mucho más baja que la del consenso es la falta de recuperación de la actividad. En los últimos trimestres del año hemos presenciado un crecimiento muy lento, una tendencia muy lenta que requeriría una respuesta mucho más agresiva proveniente del BCE y también mayor flexibilidad por parte de la Comisión Europea. Por tanto, para el próximo año yo estaría contento si pudiera revisar mi pronóstico en caso necesario sobre la eurozona si viéramos que el BCE revisa sus posiciones y al mismo tiempo que haya una política más amable en cuanto a los presupuestos de la Comisión y una revisión del plan Juncker. Pero en este momento, yo me quedaría con una tasa de crecimiento del 0,7%.


También ha comentado que están a la espera de conocer los detalles del plan Juncker. ¿A qué detalles se refiere?
Sí. Lo que sabemos de los planes de Juncker, que se presentará a finales del presente año, es que se supone que se alcanzará los 300.000 millones de euros y que debería ponerse en práctica durante los próximos tres años. Debería favorecer el I+D y la inversión empresarial que debería entrar en el momento adecuado en la eurozona. Pero tendríamos que ver los detalles del plan, es decir, cuál es el sector específico que se va a beneficiar, el transporte, las infraestructuras o la energía, e identificar después las empresas que van a beneficiarse de este plan.

También ha dicho usted que es necesario en Europa un programa de compra de bonos públicos, de bonos del tesoro. ¿Espera realmente que esto tenga lugar para el próximo año?

En Europa se justifica un QE dedicado al sector público. ¿Por qué? Bien, el problema fundamental es la fragmentación del mercado de bonos dentro de la eurozona, y, dentro de esta fragmentación, el problema clave es la fragmentación del mercado del crédito. El coste del crédito para las economías domésticas y las empresas dentro de los países de la eurozona es sin duda demasiado elevado, y de hecho, no ha ido acorde con la política monetaria agresiva que se ha lanzado. Es decir, que esa política de cero tipos de interés no se ha trasladado al sector del crédito en los diferentes países. Este es el caso de Italia, el caso de España y el caso también de Francia. Así que al inyectar más liquidez el BCE y al mismo tiempo al comprar más activos, más obligaciones respaldadas por activos, créditos titularizados, se estaba forzando al sector bancario a volver a entrar en un ciclo de créditos para poder satisfacer las demandas del sector empresarial y del sector doméstico. Por eso esperamos que el BCE entre en un proceso de (…) y que disminuya los tipos de interés dentro de la eurozona.

Tenemos ahora en diciembre lo que se llama el “LTRO” en inglés. No sé si será el punto de partida para el sector bancario para obtener más beneficios o un mejor comportamiento en el mercado.
De hecho, el problema principal dentro del sector bancario fue la prueba de resistencia bancaria. Ya hemos visto los resultados en septiembre y yo diría que, en términos globales, dichos resultados son bastante buenos, con ciertas preocupaciones, pero muy específicas. Lo más importante es que el sector bancario ya no supone un riesgo sistémico dentro de la eurozona, por tanto habría que hacer ciertos ajustes de capital país por país, o más concretamente, empresa por empresa, pero yo diría que en conjunto el sector bancario está en buena forma y al beneficiarse de las inyecciones de liquidez se verá forzado a entrar de nuevo en un proceso de revitalización del crédito gracias a una liquidez baja, un mejor balance de situación, y el coste para el sector bancario de conceder más créditos no es importante en lo que se refiere a consumir el nivel de capital al tener balances de situación más robustos.

Usted ha hablado de que espera niveles de inflación bajos para los próximos seis meses y también del año 2018 con niveles más elevados de tasas de inflación dentro de la eurozona. ¿Es el 2018 el momento en el que veremos una inflación del 2%, del 3% o algo similar?
Creo que de hecho estamos condenados a vivir en un entorno de baja inflación. Se ha mencionado en el año anterior que la aceleración de los precios proviene fundamentalmente de los bienes de consumo, los alimentos frescos… Pero en otros sectores, como ropa y ordenadores, hemos visto cómo todos esos productos han bajado de precio aunque crean un entorno de alto rendimiento. Así que en resumen yo diría que concretamente en la eurozona deberíamos acostumbrarnos a vivir con una tendencia aproximada de crecimiento de un 1% y una inflación cercana al 1-1,5%, así que llevará tiempo alcanzar el objetivo establecido por el BCE del 2%, y en este momento da la impresión de que este objetivo oficial del 2% es sin duda demasiado alto porque tenemos una inflación del 0,5%, así que incluso un 1%, el volver al 1%, sería un escenario positivo en términos de evolución y la forma de asumir estos desarrollos positivos en términos de inflación es continuar debilitando el euro para tener una inflación importante dentro de la eurozona.

También espera usted una política monetaria fácil en la eurozona quizá hasta el 2018 y no sé si este dinero gratis mantendrá el mercado alcista.

Sí; el activador no es proporcionar dinero gratis si no queremos crear una burbuja en el mercado financiero, y este no es el propósito del Banco Central. El propósito principal del Banco Central es instalar una actividad sostenida, como hemos visto en Estados Unidos. La FED lo ha hecho y ahora el crecimiento de Estados Unidos es del 3%. Yo diría que el problema es la débil respuesta por parte del BCE y la cantidad de discusiones dentro del BCE antes de lanzar sus nuevas medidas agresivas a favor de la compra del crédito, de obligaciones respaldadas por activos, y el próximo paso será entrar en un proceso de (…). Así, el objetivo último es reactivar el crecimiento, reactivar el crédito y después ajustar las cifras de la inflación en cuanto a un mayor crecimiento esperado al aplicar esta estrategia monetaria más agresiva.

También la inflación está siendo afectada por los precios más bajos del petróleo, y creo que su perspectiva es que los precios del petróleo son positivos en este momento para Estados Unidos. ¿Por qué?

Los precios de la Comunidad no están en buena forma en este entorno. Fundamentalmente y específicamente vemos que en el mercado en este momento hay un exceso de oferta que explica en este momento la bajada de los precios del petróleo. Pero hasta qué punto van a seguir bajando para el beneficio de un crecimiento a escala internacional en detrimento de los países implicados en las organizaciones de la OPEP. Esperamos que llegue cierta estabilidad. Pero como Estados Unidos ha entrado como exportador potencial de petróleo, vemos que el equilibrio del mercado ha cambiado completamente. Por tanto, durante los próximos años y en términos relativos deberíamos mantenernos en un nivel bajo y el nivel bajo de los precios del petróleo no supone un impedimento importante ni una limitación importante para los consumidores de Estados Unidos, desde luego, pero tampoco para los consumidores europeos o asiáticos. Así, los precios bajos del crudo pueden suponer una limitación o un problema para algunos países exportadores, pero es positivo, es como un regalo para los consumidores occidentales y asiáticos en cuanto a determinados sectores y en cuanto al rendimiento económico.

Pero me pregunto si para Estados Unidos es negativo, porque quizá no le merezca la pena seguir produciendo petróleo si el precio ha caído a unos 80 dólares, creo, y no sé si supondrá un retroceso para su economía.

No se produce un impacto tan negativo. El impacto, la limitación o el riesgo que pueden provenir de unos precios más bajos es para aquellos que producen petróleo a muy gran escala en el mercado, es decir, que el problema puede ser, por ejemplo, para Canadá que produce (…) toneladas de petróleo y gas, pero en este momento, para Estados Unidos es una forma de suministrar a su mercado interno, pero no supone tanta limitación. Al contrario, los precios bajos en Estados Unidos son una forma de subvencionar al sector industrial y al sector del transporte dentro de Estados Unidos. Por tanto, si hay una evolución negativa específicamente en el sector energético por la reducción de precios, la demanda de los consumidores, el sector del transporte y el sector industrial seguirá beneficiándose de la bajada de precios, así que el balance entre las ventajas y las desventajas es positivo para Estados Unidos.


Entonces es como un regalo de Navidad, como ha dicho usted…
Exacto, un regalo de Navidad para los consumidores occidentales, algo a disfrutar.

Cree que lo que suceda durante el Viernes Negro en Estados Unidos. ¿determinará el devenir del sector consumo?

Yo creo que sí. Como hemos dicho, esperamos una tasa de crecimiento del 3% en Estados Unidos, y dentro de este 3% el consumo evoluciona entre el 2,5 y el 3%, y esto tiene mucho que ver con el comportamiento del sector minorista. Hemos visto una competencia muy fiera entre compañías relacionadas con el sector del consumo, con grandes descuentos en los precios. Esto es un problema para los márgenes de las empresas, pero es otro regalo para los consumidores, que se benefician de estos grandes descuentos. Así que, en términos de volumen, en cifras de PIB, es positivo, pero en márgenes para el sector empresarial o para sectores más específicos implicados en el ámbito minorista es más problemático.

Su objetivo para el mercado norteamericano para el 2015.
Podemos esperar razonablemente un crecimiento del 7- 8% del SNP. Tenemos que estar pendientes de las evaluaciones, pero en este momento están bien. Y si la tasa de crecimiento esperada es del 3% podemos esperar una tasa del 7% para los EPS. El mercado sigue siendo amistoso.

¿Y para la eurozona?
Para la eurozona hemos mencionado que ,en términos de cifras de crecimiento, somos más cautos, es decir, hay que hacer una estimación al alza. La eurozona tiene que crear algunas oportunidades que vayan más en línea, más en paralelo, con los recientes anuncios sobre lo que podríamos esperar del BCE o de la Comisión Europea y con el progreso de la recuperación de la eurozona en términos del PIB. Así que tenemos que crear o aprovechar de oportunidades, concretamente en el ámbito de la selección de valores. También es una mezcla porque tenemos algunos sectores, como el de la energía, el bancario, que podrían comportarse de forma diferente dentro del índice para el próximo año. Pero yo sería más razonable esperando únicamente alrededor del 5% para los países europeos. Si el BCE aplicara estrategias mucho más agresivas podríamos tener sin duda cifras de dos dígitos, pero en este momento, basándonos en los datos económicos, un 5% podría ser razonable y positivo.

También, en cuanto al FOREX, se ha hablado de un auge para el dólar norteamericano y ha contemplado usted el tema de la paridad con el euro.
Sí, esto no será inmediato, pero podría ser una idea para los próximos cinco años, y a corto plazo lo que esperamos realmente es un continuo proceso de debilitamiento del euro frente al dólar americano. El primer paso es alcanzar el 1,20, luego sobrepasar ese 1,20 y después llegar al 1,12 o al 1,15. Imaginamos que surgirán resistencias técnicas. Pero probablemente el BCE quiera inyectar liquidez y tendrá la misma estrategia que en el pasado de depreciar la moneda. Esta es la manera de vigorizar las exportaciones europeas y de estimular la inflación.

Sí, y al mismo tiempo la Reserva Federal empezará a aumentar el tipo…
Sí, exactamente. En el segundo trimestre del año próximo deberíamos ver un primer paso de la FED al 0,25% y luego recuperarlo progresivamente al 1% a principios del 2016. Esto no supone un gran cambio en cuanto a los beneficios, pero sí en cuanto a la historia porque es el final de esta política monetaria agresiva de la FED, que sin duda debería favorecer al dólar y como seguirá siendo progresivo no debería ser una carga ni un viento en contra para el crecimiento norteamericano.