De hecho, así lo ha mostrado el mercado, “pues los CDS están subiendo y las cosas se están tensando porque los recortes que tendrá que acometer Grecia
son muy fuertes y los socios de la eurozona dudan bastante de la capacidad de este país”.

Además, tampoco ha sido suficiente esta noticia para que el euro-dólar superara resistencias. No obstante, el experto de FxPro, cree que “lo acabaremos de ver en 1,36 dólares, una vez que EEUU realice el Quantitative Easing, ya que desminuirá el precio del valor del dólar”.

A pesar de que el Banco de Japón y el Banco Central de Suiza habían anunciado que no iban a permitir movimientos del yen y el franco suizo más allá de sus niveles normales, “había una posición muy grande por debajo de 1,20 euros, nivel en el que el Banco Central de Suiza intervendría”. Además, “en el caso del yen, Japón había encargado un fondo de intervención de 800.000 millones para poder intervenir el yen porque se está viendo que la tendencia bajista de la divisa está haciendo que su política monetaria no sea eficaz”.

En el mercado de materias el petróleo no deja de escalar posiciones por el aumento de las tensiones geopolíticas entre EEUU e Israel, por un lado, e Irán, por otro. En este sentido, “tenemos dos escenarios: un ataque bélico preventivo o una entrada de Israel y EEUU en Irán, lo que llevaría a la disminución de la oferta de petróleo”. A 6 meses el experto cree que “el petróleo buscará sus máximos históricos, en el caso del West Texas, los 120 dólares por barril” y, si no retrocede de los 120 dólares podría realizar el movimiento completo “subiendo hasta los 150 dólares”.

Teniendo en cuenta esta incertidumbre, “la demanda real de oro con entrega está gozando de una buena salud”. Sin embargo, Albizuri avisa de que “hay que tener cuidado con el ‘oro papel’, aquel con promesa de entrega o depósito sin entrega porque la materia prima está alcista y puede alcanzar los máximos históricos”. El experto maneja como nivel alcanzable en breve los 1.800-1.900 dólares la onza.

También los inversores podrían encontrar refugio en “el dólar de Singapur o el Rand sudafricano, hacia los cuales está habiendo grandes flujos, a pesar de que son divisas desconocidas y exóticas”.