¿Cuál es su visión para la economía en la segunda parte del año?

En cuanto a nuestra perspectiva de la situación macroeconómica a partir de ahora, tenemos definitivamente algunas preocupaciones debido a la evolución de las conversaciones sobre el comercio que se están produciendo entre EE.UU. y China y los EEUU y Europa y Estados Unidos con México. Cuanto más tiempo se alarguen estas discusiones sin que se llegue a un acuerdo y sigan funcionando los aranceles, nos preocupará más que el crecimiento comience a verse impactado. Ya hemos visto cómo la Reserva Federal de Estados Unidos ha anunciado que están considerando flexibilizar las condiciones monetarias hasta finales de año.

¿Podemos esperar que el BCE mantenga su visión durante el resto del año?

Sí, no hay duda de que ahora que el BCE ha comenzado a considerar cómo el TLTRO puede aliviar las condiciones monetarias ante el actual panorama macroeconómico. Se trata de una especie de regresión al estado en el que estábamos, pero sabemos que los bancos centrales en los mercados desarrollados, ayudarán a las economías si hay alguna posibilidad de que la economía se ralentice. El punto de partida es negativo en una cantidad significativa de emisiones de bonos soberanos. No se trata de un gran comienzo, ya que el BCE tiene capacidad limitada y poca capacidad de maniobra. Supongo que es por eso por lo que miramos a los EE.UU. ya que la FED comenzó hace dos años con su proceso de ajuste monetario, por lo que tiene la capacidad de volver a flexibilizar sus políticas, un lujo del que no dispone el BCE, con lo que sí, mantendrán las actuales condiciones de flexibilidad.

¿Cree que el mercado de bonos está descontando una recesión?

Si no se está descontando una recesión por ahora, es algo que sucederá en el curso de los próximos seis meses. No hay duda de que durante los contextos como el actual los inversores se ven obligados buscar rentabilidad y, por desgracia, no hay mucho retorno disponible en los bonos soberanos convencionales en Europa e incluso en los EE.UU. donde la rentabilidad está cayendo con fuerza en la parte larga de la curva. Es difícil decir en este momento si se han movido tanto debido al contexto actual, pero si las discusiones sobre el comercio van más allá, las rentabilidades caerán más. Es interesante que hablemos de Europa, pero el bono a diez años japonés ha alcanzado sus mínimos históricos, por lo que se trata de un fenómeno global y, sin duda, se debe a la preocupación por el panorama macroeconómico.  Por lo tanto, si los inversores están buscando la rentabilidad del problema que tienen que buscar en los mercados emergentes, donde todavía hay alguna rentabilidad interesante disponible tanto en los mercados soberanos y de crédito moneda local y en divisa fuerte.

En EEUU se está produciendo un aplanamiento de la curva. ¿Le preocupa?

Sí, vigilamos ese proceso en su momento porque cuando la curva se invierte, definitivamente, hay una recesión en camino. Desde la perspectiva de un equipo de gestores de bonos,  pronosticamos una recesión en los EE.UU. para el año 2021, es decir, después de las próximas elecciones presidenciales. Pero existe la posibilidad de que se adelante de nuevo por las amenazas comerciales, y cabe plantear que en última instancia nadie terminará siendo ganador del escenario y, por lo tanto, el crecimiento podrían ralentizarse más rápido y antes.

Si los tipos van a estar más bajos durante más tiempo, ¿implica esto que los inversores van a tener que aceptar más riesgo? ¿Dónde ve el valor en la renta fija en estos momentos, sólo en los mercados emergentes?

Una vez más, es una buena pregunta no sólo en los mercados emergentes, pero si doy un paso atrás puedo decir que he estado relacionado con los mercados de bonos y los mercados emergentes durante más de treinta años y, por supuesto, los diez últimos años han estado dominados por niveles de tipos de interés ultra bajos o cero, por lo que este es un período importante. Es difícil ver cuándo se pondrá fin a estas condiciones para movernos en lo que el mercado podría percibir entorno normalizado de tipos de interés.

Significa que los inversores que están buscando rendimientos positivos, rentabilidades reales positivas, han de irse al lado de la deuda emergente ya que, definitivamente proporciona rentabilidades interesantes, atractivas y a veces descorrelacionadas con otras clases de activos. El crédito emergente en divisa fuerte está ofreciendo una rentabilidad de alrededor del 5,5% y con una volatilidad reducida limitada por lo que es un activo muy atractivo. El crédito emergente en divisa local lo ha hecho peor en los últimos dos años, aunque es un escenario interesante desde una perspectiva táctica. La próxima generación de bonos frontera también es interesante ya que suele generar unos retornos de alrededor de un 9% en nuestra cartera en mercados no tan conocidos para la mayor parte de los inversores, pero nosotros hemos analizado estos mercados y hemos invertido en ellos durante mucho tiempo. Es por eso por lo que estas áreas son muy atractivas. En el mundo convencional, no creo que los inversores se vayan a mover más allá de los activos con grado de inversión core. Por lo tanto, se buscan estrategias que puedan funcionar bien en condiciones de mercado más difíciles, y esto es algo en lo que nos centramos bastante.

¿Ve algo interesante en los bonos corporativos?

Sí. Como mencioné justo antes, el segmento de los bonos corporativos suele moverse en un escenario en el que los precios cambian con bastante rapidez y, por lo tanto, como mencioné, si pensamos que hay un período más difícil para la economía, tal vez un crecimiento más débil del PIB, entonces se podría producir algo de estrés en el universo del crédito y los inversores buscar estrategias que puedan comportarse bien durante los períodos de mercado más difíciles. Como ya se ha mencionado, esto es algo en lo que nos hemos concentrado mucho durante los últimos quince o dieciséis años.

¿Qué países le gustan más en el universo emergente?

En todas las diferentes áreas del mercado emergente hay interesantes oportunidades de inversión y las condiciones y las políticas cambian de forma bastante sustancial con el tiempo. La deuda corporativa en divisa fuerte es muy atractiva en términos de rentabilidad ajustada por riesgo. Debería ser una piedra angular en la inversión junto con la deuda corporativa europeo o el crédito global. La deuda corporativa emergente en divisa local no se ha comportado bien recientemente y por eso, si usted cree que el dólar estadounidense ha alcanzado un máximo y podría suavizarse en el transcurso de los próximos dos años, entonces creo que de forma táctica es una clase de activos interesante, por lo que se podrían ver algunos buenos rendimientos reales positivos.