Arrancado el segundo semestre del año, ¿qué destacarías de la renta variable mundial en esta primera parte de 2023?

Desde luego, su fuerte evolución. Comenzamos el año en un ambiente de pesimismo enorme, que poco a poco se ha ido diluyendo. Los riesgos conocidos estaban ahí (la inflación, el conflicto de Ucrania, tensiones geopolíticas con China...), pero un mejor comportamiento en el precio de las materias primas, especialmente las energéticas, gracias al buen trabajo de aprovisionamiento realizado en Occidente, y también un invierno que ha sido muy benigno, hacían que el año comenzase bien. En el mercado también se afianzó la idea de que los bancos centrales levantarían el pie del acelerador de sus políticas monetarias restrictivas más pronto que tarde, especialmente tras producirse varias quiebras de bancos regionales en Estados Unidos. Y, además, los resultados empresariales, no han sido tan malos como se esperaban inicialmente tampoco. También se ha argumentado que la inflación estaba cediendo tanto en Estados Unidos como en Europa. Y otros dos factores que han apoyado a los índices es que se pensaba que China volvería a ser el motor de la economía mundial después de poner fin a los confinamientos; con ello, las grandes empresas de lujo europeas focalizaron la atención de los inversores y actuaron como locomotora de los índices europeos. Por otro lado, el protagonismo de la inteligencia artificial ha sido el otro término que ha estado muy de moda en estos seis meses y ha tirado de los valores tecnológicos más capitalizados en la bolsa americana, después de un año 2022 muy malo. Al final, todos estos argumentos han servido para justificar una buena evolución de los índices. El EURO STOXX 50 se apunta una subida del 14%, el DAX otro 14%, el IBEX 35 un 15%...  a nivel europeo, el peor ha sido el FTSE británico por su gran composición de empresas mineras y de materias primas. En EEUU destaca el NASDAQ, que se apunta un 35% de subida en lo que va de año; el S&P 500 ha subido también un 13%, aunque buena parte de esa subida se la llevan también las empresas tecnológicas. Como curiosidad, el Nikkei se apunta también a una subida del 28,48%.

De cara al segundo semestre, y teniendo en cuenta los niveles de inflación en los que nos movemos y las previsiones de subidas de tipos por parte de los bancos centrales, ¿qué sectores deben estar en el radar de los inversores?

Es verdad que los riesgos con los que comenzamos el año no están eliminados, siguen ahí y además tenemos alguno nuevo. También es verdad que la eurozona, con Alemania a la cabeza, está en recesión y que los indicadores adelantados de actividad, como los PMIs, no parecen muy optimistas; algo parecido ocurre en Estados Unidos. En cualquier caso, los analistas ya no hablan de gran crisis, que era lo que pensábamos todos a mediados finales del año pasado, sino de una recesión de tipo técnico, sin especial impacto en el empleo de los países ni en los resultados de las empresas. Aquí creo que los planes de estímulo, tanto en Europa como en Estados Unidos, están haciendo efecto; eso sí, a costa de sumir a ambas zonas en unos elevados niveles de endeudamiento. Con todo esto, lo lógico, y después de la buena evolución de la bolsa en el primer semestre, es que la segunda mitad fuera mucho menos amable con la renta variable de lo que ha sido el primer semestre.  

Los bancos centrales han dicho que van a seguir subiendo tipos de interés, se van a mantener firmes. Y lo que ocurre es que, a diferencia de lo que pasaba unos meses atrás, el mercado sigue teniendo ganas de aguantar y de subir. Es posible que veamos una corrección en los mercados, porque muchos índices se mantienen en zonas de máximos, pero no vamos a tardar mucho en tener una recuperación consistente, y eso también es porque los inversores, en los últimos tiempos, han aprendido una lección. Y es que, en tiempos de inflación sale más caro permanecer fuera del mercado en liquidez que seguir invertidos a pesar de movimientos a la baja que puntualmente pueda haber. Por ello, a pesar de que la inflación seguirá castigando los márgenes de las empresas, es muy posible que estas sigan manteniendo sus resultados.

Por sectores, en renta variable tendría presencia en los sectores de consumo básico, salud, turismo y ocio, transición energética y las tecnológicas de calidad (tecnológicas que sean generadoras de caja y de beneficios). También habría que dejar un poquito de espacio a los bancos y vigilar a las empresas relacionadas con el crudo, ya que si bien es verdad que los precios del petróleo se está manteniendo por debajo de los parámetros que inicialmente se tenían previsto, todavía no han dicho su última palabra. Finalmente, los inversores deberían de fijarse en deuda corporativa a corto plazo, no más allá de un año o dos años, siempre en empresas con grado de inversión. Y después de las fuertes bajadas de los últimos meses, también habría que prestar algo de atención  a las materias primas agrícolas (trigo, maíz, etc.).

A nivel sectorial, y tras un Nasdaq disparado en los primeros seis meses del año, ¿podríamos ver en la segunda parte del año una continuación en el rally de las tecnológicas o un fin de la misma y, por ende, una corrección?

De cara a lo que queda de 2023, las empresas tecnológicas deberían de seguir manteniendo una buena marcha, pero estamos hablando de tecnológicas de calidad, de tecnológicas generadoras de caja, de beneficio (empresas de software empresarial, servicios de la tecnología de la información, ciberseguridad, y sobre todo inteligencia artificial). Por ejemplo, Apple, a pesar de la subida que se ha marcado en el año de un 44%, ahora mismo los analistas prácticamente le dan ese nivel de valoración. En el caso de Google no ha llegado a los máximos, pero creo que es una empresa que hay que seguir, que todavía tiene que decir muchas cosas en referencia a la inteligencia artificial. Microsoft sí que ha vuelto a tocar los máximos de antes de la fuerte caída de 2022. De alguna manera, este tipo de empresas siempre que sean generadoras de caja neta y de resultados, es posible que veamos que los márgenes ceden en algún momento, pero creo que al final van a seguir tirando; al final, el perfil riesgo-ganancias del sector tecnológico es el mejor de los últimos años y si en los próximos meses los tipos de interés se estabilizan, como debería de ocurrir, el sector tecnológico puede ofrecer una atractiva combinación en este entorno.  

En el mercado español, el sector bancario ha sido, para muchos, uno de los principales "lastres" del selectivo desde el pasado mes de marzo. ¿Qué podemos esperar de los bancos del Ibex 35 en lo que resta de 2023?

Los bancos comenzaron el ejercicio 2023 con una subida absolutamente impresionante, que terminó con la crisis de determinados bancos regionales en Estados Unidos y Credit Suisse en Europa. En cualquier caso, creo que banca europea y española, además de cumplir con unos parámetros de control, de solvencia, de riesgo que son exigentes por parte de la autoridad bancaria europea, son mucho más minoristas, especialmente en el caso de los bancos españoles, están mucho más diversificados, tienen una clientela más variada y amplia, con depositantes que individualmente no mantienen posiciones elevadas, a diferencia de lo que vimos en bancos como Silicon Valley Bank. Y lo mismo ocurre con el negocio de activos, con los préstamos. Partimos de unos tipos negativos y prácticamente en un año han subido y se han situado en niveles de ciclo medio -ahora parecen muy altos, pero con una perspectiva histórica hablar del Euribor al 4% tampoco es tan descabellado-. Por ello, sabiendo que los bancos centrales van a seguir subiendo los tipos, creo que la banca europea va a tener unos beneficios mayores que los actuales, y aquí incluyo, por supuesto, los bancos españoles, porque el incremento del margen financiero va a ser muy superior que el alza que puede haber de la morosidad. Con esto, lo que ha ocurrido es que los bancos españoles vuelven a estar en una situación teniendo en cuenta sus múltiplos y valoración muy a tiro, ya que tenemos otra vez ratios, precio, valor contable por debajo de 1, incluso en niveles de 0.5 por ejemplo Banco SabadellBanco Santander 0.7, Bankinter mantiene en 1, BBVA 0.9,  Caixabank 1 y Unicaja Banco 0,4, es decir, están bastante baratos. A eso hay que añadir que el consenso de analistas todavía les dan un margen importante de subida (Santander un 39%, BBVA un 23%, Caixabank 27%, Sabadell un 31%, Bankinter un 31%). Creo que los bancos sí que tienen todavía posibilidad de hacerlo bien, tanto en cuanto a los tipos de interés se mantenga en altos.  

Si tuviera que añadir cinco valores de bolsa española a la cartera para protegerse contra la inflación, ¿cuáles serían?

En este caso siempre vendría bien estar en un sector defensivo como de alimentación y vividas, y aquí destacaríamos a Viscofan por su posicionamiento, por su poder de fijación de precios y su cuota de mercado; además el consenso le da un upside del 16% respecto a su precio objetivo. Otro valor que me gusta mucho es Logista, una compañía que se suele comportar bien en entornos difíciles; no es un valor muy volátil, tiene una gran visibilidad de sus ingresos futuros, y además tiene una cosa que es muy importante hoy en día, y es que sigue disponiendo de caja, ya sea para seguir creciendo orgánicamente, comprando otras empresas y diversificando su negocio sin necesidad de financiarse, o puede utilizar esa caja también para invertirla, aprovechando los tipos de interés altos. A Logista el consenso le da un 21% de upside. Otras empresas son las concesionarias de infraestructuras que tienen contrato obligados a la inflación, tienen una visibilidad de años de ingresos asegurados, y aunque pudiera bajar algo la demanda, creo que están muy diversificadas tanto en tipos de negocio -no solamente aquí hablamos de autopistas, también aeropuertos, hospitales, etc.- y geográficamente están en prácticamente todas las áreas del mundo. En este caso me gustan especialmente Sacyr, que también tiene una buena evolución este año y un potencial del 21%, y Ferrovial, que ha subido bastante este año y al que le va a venir muy bien su entrada en la bolsa holandesa y luego en la americana (upside del 4,8%). La última empresa elegida para navegar en ese entorno es Iberdrola, un valor que me gusta mucho por su dividendo alto y que va a seguir teniendo; el consenso le da un potencial del 4%, pero creo que es un valor que para aquellos inversores que no quieran pensar en darse sustos, pueden estar perfectamente.