Mark Holman, director general de TwentyFour Asset Management y gestor de carteras del equipo de bonos multisectoriales de la empresa, presenta cinco tácticas para invertir en renta fija en las fases finales de este final de ciclo.

  1. Recortar la duración y aumentar la calidad del crédito

Una vez que un ciclo muestra signos de envejecimiento se vuelve mucho más vulnerable ante posibles shocks o sorpresas externas. Este factor junto a unas valoraciones de crédito relativamente elevadas, nos hace pensar que es el momento de identificar el riesgo y equilibrar las carteras para tener más posibilidades de garantizar la preservación del capital en caso de que el ciclo llegue a su fin de forma inesperada.

Una táctica que puede ayudar a conseguir este equilibrio es acortar el plazo de vencimiento de las posiciones de crédito. Los bonos a corto plazo ofrecen una mayor comodidad; por lo general están mejor protegidos de la volatilidad del mercado, y las fechas más cercanas de pago del capital ofrecen un cierto grado de apoyo a los precios con un efecto de "tirón a la par". Otra táctica es aumentar la calidad crediticia. La calificación media de nuestra estrategia Strategic Income, por ejemplo, se ha incrementado metódicamente de BB+ en enero de 2018 a BBB+ a finales de mayo de 2019.

Basada en una cartera representativa desde su lanzamiento

 

Evolución de cartera representativa de Twenty Four

 

Fuente: TwentyFour, May 31, 2019

2. Aumentar la exposición a los tipos y la duración de los bonos soberanos

Los datos económicos de los EE.UU. apoyan la continuación del ciclo actual, pero hay cada vez más señales que indican que la economía se está desacelerando y que las disputas sobre los aranceles comerciales podrían escalar hasta salirse fuera de control. La volatilidad está aumentando y los mercados esperan que los bancos centrales diseñen una extensión del ciclo.

Las perspectivas son cada vez más inciertas y el sentimiento del mercado se torna más cauteloso, de ahí nuestra creencia de que es poco probable que se recompense una toma de riesgos agresiva y que el posicionamiento de la cartera debe ser más equilibrado y prudente. A mediados de 2016, la asignación de nuestra Estrategia Strategic Income a los principales bonos del Estado y al efectivo estaba por debajo del 10%, pero había aumentado hasta alrededor del 20% a finales de 2017 y para colocarse cerca del 30% a finales de 2018. Además de esta mayor asignación de efectivo a los activos refugio, la duración del tipo de interés de la asignación (su sensibilidad a los cambios en los tipos de interés) también ha aumentado gradualmente con el objetivo de que actúe como un amortiguador en caso de que sea necesario.

 

Risk on vs Riskoff. Strategic Income strategy

 

Basada en una cartera representativa desde su lanzamiento. Fuente: TwentyFour, May 31, 2019

3. Seleccionar la curva de tipos correcta

Las posiciones en activos sin riesgo sirven para tratar de proteger los rendimientos en lugar de generarlos, por lo que la selección debe hacerse en función de la idoneidad para la protección y no del rendimiento. Por lo tanto, aunque aumentar o alargar la exposición a los tipos de interés puede ser una forma eficaz y eficiente de lograr un sesgo de riesgo para una cartera de renta fija, es importante identificar los bonos del Estado que tienen más que ganar en caso de que las condiciones continúen deteriorándose.

Por el momento, consideramos que eso significa bonos del Tesoro de EE.UU. y, en menor medida, bonos del gobierno australiano. La incertidumbre de Brexit hace que el mercado de los Gilt (bonos británicos) sea un lugar incómodo para nosotros, y aunque los tenedores de bonos soberanos en euros han ganado con los recientes comentarios del Banco Central Europeo, simplemente no hay suficiente rentabilidad en ese mercado para compensar una recesión real.

4. No ignore el valor relativo

Creemos que evitar compañías y sectores de mayor riesgo es importante cuando se invierte en la parte tardía del ciclo, pero también lo es rastrear dónde se encuentran las oportunidades. Una de ellas, por ejemplo, se sitúa en los mercados de crédito europeos. Tras una década de expansión, el apalancamiento corporativo es mucho menor en Europa que en Estados Unidos, lo que apunta a un menor riesgo de impago en caso de recesión. A pesar de ello, el índice de alto rendimiento del euro, ajustado en función de la moneda y del tipo de cambio, presenta actualmente un diferencial de alrededor de 380 puntos básicos a cinco años, frente a los 313 puntos básicos de su equivalente en Estados Unidos.

Otro es el crédito en el Reino Unido, donde desde el referéndum de 2016 ha habido una "prima Brexit" frente a las emisiones comparables en euros y dólares. Creemos que esto se debe, principalmente, a que los inversores extranjeros rechazan los activos en libras esterlinas por temor a las grandes fluctuaciones monetarias en el caso de un Brexit "duro". Sin embargo, hay un número de prestatarios en libras esterlinas con poco que ganar o perder de un Brexit "duro" o "blando", y al mantener las exposiciones cortas podemos buscar extraer la prima de forma segura en estos nombres.

5. Mantener una alta liquidez

Dada la tendencia actual de los datos económicos y la postura ampliamente acomodaticia de los bancos centrales mundiales, es muy posible que a este ciclo le queden aún 18 meses, o incluso más, por delante. Y como el ciclo actual ha demostrado en numerosas ocasiones, el camino hacia la próxima recesión nunca es fácil, y los períodos de ampliación de los diferenciales a menudo pueden ser oportunidades de compra, incluso en esta etapa relativamente tardía. Como tal, como inversor de renta fija, es una buena idea mantener una gran liquidez y agilidad para reaccionar ante los cambios en las condiciones y las oportunidades asociadas. En pocas palabras, esto significa mantener una porción mayor de su cartera en efectivo o equivalentes de efectivo, que pueden liquidarse rápidamente y reasignarse a otras clases de activos, geografías o bonos individuales en caso de que comiencen a ofrecer un valor relativo.