No cabe duda que la tecnología sigue siendo la gran protagonista de los avances de la renta variable a nivel mundial. Es obvio que en Estados Unidos han tenido un buen comportamiento en los últimos meses, pero si nos vamos a Europa, vemos algo bastante parecido: el sector tecnológico europeo lleva en lo que va de año una subida de casi el 14%. Por lo tanto, estas subidas efectivamente se están centrando en la tecnología, y más allá de la IA y su primera derivada, que son los semiconductores, creemos también que hay otro tipo de empresas que podían despertar la atención de los inversores, por ejemplo las relacionadas con ciberseguridad y también el sector de la salud, que puede esperar un importante crecimiento cuando se aplica esta tecnología a una serie de herramientas. Vemos potencial en áreas como la robótica y la genómica que están revolucionando la atención médica y que pueden generar importantes ideas de inversión en los próximos meses.

También nos gustan empresas centradas en la gestión de infraestructuras, y en la bolsa española apostamos por Sacyr y Ferrovial.

También, a pesar de las dificultades con las que han comenzado el año, vemos bien las empresas relacionadas con la transición energética, ya que deberían de, en algún momento, evolucionar positivamente, teniendo en cuenta el apoyo que les dan los gobiernos e instituciones, y si pensamos también que los tipos de interés van a bajar.

En Europa, también seguimos viendo con mucha claridad el sector de defensa, que ha subido mucho en bolsa en lo que va de año, pero sigue teniendo un margen importante pensando en que los países tienen que aumentar su inversión en defensa.

En cuanto a la banca, soy un defensor claro del sector. El hecho de que los tipos de interés vayan a permanecer estables durante más tiempo elevados va a favorecer a los bancos, especialmente a la banca comercial española, que en los últimos días hemos visto que lo está haciendo bien: Banco Sabadell viene teniendo desde el mes de febrero una subida sostenida importante, Bankinter se acerca a sus niveles máximos más recientes, y, en el caso de los dos grandes bancos, que son bancos más diversificados, tanto BBVA como Banco Santander lo siguen haciendo bien. Y es que en tanto en cuanto los tipos de interés vayan a permanecer estables durante más tiempo, esto les suma y les beneficia, y luego más adelante, en un entorno en el que la macro sea algo menos exigente y los tipos bajen, esto beneficiará a las empresas y lógicamente generará más volumen de negocio y actividad, y en áreas, por ejemplo, relacionadas con el corporate, en la que los bancos, sobre todo BBVA y Santander, tienen algo que decir.