Antonio Castelo, analista de iBroker, destaca que para 2026 la banca seguirá siendo protagonista, aunque con retornos más ligados al dividendo y a los programas de recompra de acciones que a grandes subidas en precio. A pesar de que los múltiplos ya no son tan atractivos como en años anteriores, el sector mantiene una elevada rentabilidad sobre recursos propios, baja morosidad y retornos totales estimados en torno al 7-8 % anual.
Las utilities y las compañías de infraestructuras aparecen como una alternativa natural en un posible proceso de rotación sectorial. Empresas como Iberdrola, Endesa,Naturgy (Gas Natural) o Repsol destacan por la visibilidad de flujos de caja, el alto dividendo y su exposición a tendencias estructurales como la transición energética y el aumento de la demanda eléctrica ligada a la inteligencia artificial y los centros de datos.
En infraestructuras, valores como ACS y, especialmente, Ferrovialsobresalen por su posicionamiento internacional. Ferrovial, en particular, se considera una apuesta estratégica por su cotización en el Nasdaq, que le aporta mayor visibilidad, acceso a grandes inversores y potencial de revalorización.
Por último, Inditex sigue siendo un valor de calidad para mantener en cartera, especialmente aprovechando posibles correcciones, mientras que compañías industriales como Acerinox o ArcelorMittal pueden ofrecer oportunidades al haberse quedado rezagadas.
En 2026, el consenso apunta a un año de consolidación alcista más que a un nuevo rally. Es razonable esperar un Ibex más volátil, con fases de corrección, pero con un balance final positivo, aunque en rangos de crecimiento más moderados. Todo dependerá de la evolución de los beneficios empresariales, la estabilidad geopolítica y la actuación de los bancos centrales.
En conjunto, la clave para 2026 será apostar por empresas sólidas, diversificadas internacionalmente y con fundamentos capaces de sostener valoraciones exigentes.
De cara al tramo final del año, el escenario más probable no es tanto un nuevo impulso alcista como una fase de consolidación, con alternancia de tomas de beneficios y pequeños intentos de marcar nuevos máximos. El nivel de los 17.000 puntos se presenta como una referencia psicológica importante y difícil de superar de forma inmediata. A favor del mercado español juegan un entorno macroeconómico relativamente mejor dentro de la eurozona, valoraciones aún más atractivas que las de otros mercados europeos y un flujo de noticias favorable para sectores clave como la banca y las utilities.

