Invertir con robo advisor

Con la rentabilidad de los productos de inversión tradicionales bajo mínimos y la Bolsa dando sustos permanentes, cada vez más profesionales y ahorradores se lanzan a gestionar personalmente sus ahorros mientras la oferta de productos de inversión va en constante crecimiento. Utilizar algunas de las herramientas que tienen a su alcance los grandes patrimonios es muy tentador, en particular si nos ofrecen además seguridad, transparencia y comisiones bajas, como proponen la mayor parte de los robo advisors. En los informes difundidos por estas entidades se observa con frecuencia que sus carteras modelo superan a la media de los fondos e incluso a veces ganan dinero donde éstos tienen pérdidas.

Indexa Capital, inbestMe y Finizens se encuentran entre los gestores automatizados más importantes en España. Conjuntamente suman más de 11.000 clientes (datos hasta 31 de diciembre de 2018), y todos han experimentado un crecimiento significativo. De ellos, inbestMe es el más joven, operando desde marzo de 2017, y ha cuadriplicado sus clientes en 2018, superando los 400. Indexa Capital y Finizens por su parte han duplicado sus clientes durante el año, terminando el 2018 con 6.200 y 4.500 respectivamente. En sintonía con el crecimiento del número de clientes, inbestMe también ha duplicado el volumen económico que gestiona, cerrando el año con un patrimonio de 12 millones de euros. Indexa Capital empezó el 2018 gestionando 73 millones, y lo terminó con 134,5 millones. Pero la radiografía del sector es diversa, atendiendo al origen de cada empresa, camino recorrido y fortaleza de su marca. 

La rentabilidad de las carteras gestionadas varía lógicamente según el producto, el riesgo y los periodos que se valoren. Indexa Capital ha tenido una rentabilidad media anual de 4,4% entre los años 2016 y 2018 en sus carteras de fondos, mientras que en carteras de planes de pensiones ha alcanzado un rendimiento del 1,4% entre 2017 y 2018. En inbestMe, en 2017 las carteras dieron unas rentabilidades que oscilaron entre el 0,6% y el 11,7%, resultando un promedio el 6,3%. Sin embargo, a falta de datos definitivos de cierre, para el año 2018 prevé que la cifra final sea negativa. Por su parte, Finizens -que no facilita datos globales- afirma que desde enero hasta el 30 de noviembre de 2018 el rendimiento fue positivo en las carteras más arriesgadas. En concreto, ha obtenido una rentabilidad del 0,5% acumulada en el periodo para la cartera 5, que tiene una exposición de alrededor del 70% en renta variable. Su rentabilidad histórica es de un 185% en los últimos 15 años, la cual se encuentra por encima de la media de mercado que es del 120%. Las tres compañías coinciden en calificar sus resultados de 2018 como buenos, teniendo en cuenta el comportamiento tan negativo del mercado durante el año.

Datos que muestran que las ‘neuronas’ que gestionan estas herramientas -los algoritmos- tampoco han sido capaces de escapar ilesas del vendaval de volatilidad y falta de pulso que han sufrido los mercados en 2018.

 

clientes y patrimonio indexa finizens inbestme

 

Desafíos y expectativas

Aun así, su argumento se basa en comparar con los daños causados por un 2018 ’horribilis’ al conjunto del negocio de la inversión colectiva. En efecto, basado en las cifras provisionales recientemente publicadas por Inverco (la asociación de las gestoras de fondos), en el 2018 los fondos españoles han sufrido las mayores pérdidas en 10 años. Más del 90% de los propietarios se han visto afectados por estas pérdidas, que promedian un -4,6%. Los fondos que han registrado más pérdidas generalizadas han sido aquellos que invirtieron en la bolsa internacional (-12,6%), bolsa nacional (-11,6%), seguidos por renta variable mixta (-6,1%), renta fija mixta (-4,3%), y retorno absoluto (-4,4%). Los fondos de inversión globales han sido los únicos con ganancias en el 2018, con un 5,2%. Aun otros fondos de gestión pasiva (mayoritariamente bancos), registraron pérdidas de -2,3%.

En comparación a los fondos de inversión más tradicionales, los robo advisors además tienen el desafío de seguir expandiéndose a través de la captación de nuevos clientes, el crecimiento de la actividad a través de una oferta diferenciadora, el reclamo con bajas comisiones y la independencia a la hora de diseñar y aconsejar carteras. En síntesis, estas compañías quieren transmitir la confianza que tienen en sus modelos de inversión a un público que quizá no es del todo consciente de sus ventajas. En inbestMe, consideran que otro reto es la falta de cultura financiera general que hay en Europa continental y en España en particular.

Las expectativas para este año en cuanto a evolución del número de partícipes y patrimonio son por el contrario optimistas. Indexa Capital prevé acabar 2019 con cerca de 10.000 clientes y más de 240 millones de euros de patrimonio invertido, casi duplicando sus cifras de 2018. Por su parte, inbestMe, después de iniciar una ronda de financiación que está a punto de culminar, espera superar este año los 100 millones de euros en patrimonio invertido y 4.000 clientes, multiplicando casi por 10 sus números.

José Luis Manrique, director de estudios y estadísticas de Inverco, considera que los robo advisors ofrecen un servicio muy positivo, ya que es una forma adicional de canalizar ahorro hacia los fondos de inversión. “Aportan asesoramiento financiero automatizado, por lo que es muy importante que el algoritmo que utilizan para clasificar a los inversores en función de su perfil de riesgo, se ajuste de forma óptima a la realidad del partícipe y evitar así sorpresas por una incorrecta clasificación. Al fin y al cabo, los algoritmos están diseñados por personas, y por lo tanto pueden fallar en algún caso aislado”, declara el director. “Aunque siempre habrá inversores que prefieran a su asesor presencial, es previsible que este tipo de inversión continúe su evolución positiva en los próximos años, sobre todo entre los partícipes más acostumbrados a las nuevas tecnologías” concluye Manrique.

Los tres robo advisors coinciden en que la principal ventaja de la gestión pasiva para sus clientes es una mayor diversificación, que conlleva menos riesgos, con menores costes, lo que redunda en más rentabilidad. Jordi Mercader, CEO de inbestMe, considera que son grandes defensores de la utilización de instrumentos pasivos “porque se ha demostrado mucho más eficiente en muchos casos que la inversión tradicional a través de fondos de inversión gestionados. El motivo principal es que entre el 85% y el 90% de los fondos de inversión gestionados no baten a sus índices. Por lo tanto, es muy difícil acertar en qué fondo gestionado lo va a hacer bien un año, y aún más que lo hagan de forma recurrente en el tiempo, si es que sobreviven”, argumenta. “Si la mayoría de los fondos gestionados no baten a sus índices, ¿qué sentido tiene pagar comisiones del 1,5% o el 2% mientras por un 0,2% o menos (lo que cuesta un ETF) se puede obtener el 99% del retorno de un índice?”

¿Cuáles son los productos más adecuados para invertir a través de un robo advisor?

Depende de cada cliente. Unai Ansejo, Cofundador y Consejero Delegado de Indexa Capital, recomienda que “se aporte una cantidad anual a una cartera de planes de pensiones indexados y el resto del dinero disponible se destine a invertir a largo plazo a una cartera de fondos de inversión indexados. Interesa aportar a una cartera de planes de pensiones, en caso de tener un tipo marginal del IRPF superior al que se espera tener una vez jubilado, y de poder permitirse bloquear el dinero invertido durante mínimo 10 años, porque la inversión en planes de pensiones no es líquida hasta pasados 10 años”.

Felipe Moreno, Business Development Director en Finizens, apunta que “los productos más adecuados para el cliente son los que siguen los principios de mayor rentabilidad, menor riesgo, alta diversificación y transparencia. En Finizens contamos con diversos productos que cumplen dichos principios.

Los robo advisors presentan ventajas para los inversores. El nivel alto de personalización, el nivel bajo de riesgo y las bajas comisiones componen un modelo moderno e innovador. Es un negocio que actualmente en España crece exponencialmente, a pesar de que el público objetivo es menos predominante que en otros países. Sin embargo, tampoco se puede garantizar una alta rentabilidad. Y para muestra, un botón reciente. El 2018 en particular parece haber sido un año desafiante en la rentabilidad histórica de estas empresas.