España es el único país de la zona del euro que mantiene la prohibición de este tipo de operativa, luego que Italia fuera la última en levantar la imposición que, en su caso sólo afectaba a los bancos, el 14 de septiembre pasado. Desde que el 23 de julio la CNMV decidiera imponer el veto a los cortos sobre todos los valores de la bolsa española, el Ibex 35 se ha revalorizado un 40%. ¿Podemos decir, entonces, que la medida ha sido efectiva? Muchos son los expertos que consideran que puede surtir efecto en el corto plazo, pero que a largo se diluye e, incluso puede perjudicar al mercado. Por ejemplo, Ignacio Pereda, presidente de Aristóteles Finanzas,
asegura que “lejos de ser una solución, sí se deben aplicar en momentos puntuales donde las oportunidades de inversión son tan escasas, la volatilidad tan alta y la liquidez masiva”. Pues, al fin y al cabo, “no está garantizado que una bolsa sin posiciones cortas sea más alcista que una bolsa sin ellas en el largo plazo. Al final, el efecto que tiene una posición corta en un período más largo, es el mismo que una posición larga porque depende de dos bases – la compra y la venta- utilizadas a la inversa”, apoya Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG. (Ver:
La prohibición de cortos sólo es voltarén para los mercados)

Además, como toda ley, tiene su trampa. El sistema SIBE, que es el sistema que se encarga de saber quién tiene qué acciones y registrarlo, también deja espacio a la picaresca que vulnera la integridad de la prohibición. Esto es así porque los brókers deben pasar los movimientos o apuntes contables al SIBE pero, como un banco o bróker hace miles de operaciones al día, el SIBE permite 48/72 horas al banco para pasarle el saldo final. Es decir, si un banco venden 3 millones de Santander compra 2 millones, le pasa un saldo de 1 millón, por si hay errores de proceso o similares. Eso es obvio que da ventaja en el corto plazo al banco para poder cuadrar sus operaciones cortas

En cualquier caso, “la clave es que la prohibición es no poder tener una posición neta inferior a 0, es decir no vender lo que no tienes (esto a muy corto se lo puede saltar el banco con lo dicho anteriormente), pero donde está el dinero y la trampa, es que un banco, vía sus fondos, o vía sus planes de pensiones, tiene muchísimas acciones, que sí puede prestar a la misma entidad y su posición neta nunca es 0. Por lo tanto puede ponerse corto, con o sin prohibición. Es decir, esas operaciones no se registran, son fantasmas, y nadie las conoce. Tú no sabes si tu fondo presta acciones. Mientras estén en el limite no hay problema y se hace sin conocimiento del cliente”, nos explica un experto del mercado.

¿Ha llegado el momento de levantar esta prohibición-que no lo ha sido para algunos-? Antonio Zoido, presidente de BME, considera que sí bajo la justificación de que “durante la duración de la medida, muchas entidades están reduciendo su actividad en el mercado bursátil español con la consiguiente caída de los volúmenes. Además, una vez superadas las últimas ampliaciones de capital en el sector financiero y recibidos los fondos para los bancos nacionalizados, creemos que ha llegado el momento de levantar esta prohibición y normalizar la imagen del mercado español”.

Bancos, ¿los grandes beneficiados de la prohibición?
Banco Popular podría calificarse del ‘valor fetiche’ de los especuladores. Se ha visto seriamente acribillado por los cortos en tiempos pasados y actualmente, aunque desde el 30 de noviembre nadie se ha puesto corto en él, cuando lo han hecho, las posiciones han sido relevantes. De hecho, en el periodo en el que Banco Popular sufrió envites del 80% en su cotización a causa de la grandísima ampliación de capital (desde que la anunciara hasta que la ejecutó el 13 de noviembre) los bajistas pidieron prestadas acciones en grandes lotes entre el 4 y el 6% de capital cada uno. A día de hoy, entre todas las financieras del Ibex 35 (metiendo en el saco a Mapfre) Banco Popular es la única que se encuentra en niveles inferiores a los que cotizaba el 23 de julio, día en el que se materializó la prohibición de posiciones cortas sobre todos los valores. Parece que la medida en esta entidad ha sido infructífera, aunque, por supuesto, esta caída atiende básicamente a la fuerte dilución de la ampliación de capital y el castigo de los inversores que salieron por patas antes.

Paradójico es el caso de CaixaBank. Las posiciones cortas acumuladas en la entidad no son muchas, sin embargo, la última comunicación realizada a la CNMV es del día 11 de enero por valor del 0,53% del capital, una jornada después del fatídico día en el que la acción llegó a desplomarse más de un 16%. Recopilemos lo que sucedió en días anteriores para contextualizar y justificar esta toma de cortos. Dos días antes (9 enero) CaixaBank se disparó cerca de un 13% superando la vital resistencia de los 3-3,10 euros y cambiando su tendencia a alcista. En la apertura del día después la acción se llegó a desplomar en torno a un 16%, cerrando nuevamente por debajo del susodicho nivel. Aquella trágica sesión confluyeron dos movimientos: ventas masivas a través del propio bróker de La Caixa y comienzo de cotización de un amplio paquete de nuevas acciones para dar cabida al canje de preferentes de Banca Cívica. A cierre del viernes CaixaBank seguía sin recuperarse de aquel envite.

Otro caso llamativo es el de Bankinter, que actualmente tiene un abultado número de bajistas esperando el levantamiento de la prohibición. El 3,5% de su capital se halla latente en estas posiciones, convirtiéndose en el tercer valor del Ibex con más cortos. Además, con el valor perdiendo el soporte de los 4,05 euros a precios de cierre del viernes, los bajistas podrían frotarse las patitas esta semana pues, según Roberto Moro, de Apta Negocios, “niveles por debajo de 4,05 euros hacen pensar en una segunda pata bajista”. (Ver: Las subidas de Bankinter no están justificadas por fundamentales)

Pero los que más nos deberían preocupar son, por supuesto, los grandes, BBVA y Banco Santander. Son los valores que más han tirado del Ibex 35 en este rally que lleva en 2013 –ante el letargo de Telefónica, el cansancio de Inditex y las idas y venidas de Repsol e Iberdrola-. La entidad presidida por Emilio Botín tiene un 0,55% de su capital en posiciones cortas, mientras que BBVA posee sólo un 0,30%. ¿Quién dijo miedo? Parece que, de momento, no les haría mucha ‘pupa’ que se pudiera volver a operar a la baja en el mercado español.

EVOLUCIÓN DE LA COTIZACIÓN DEL IBEX 35 vs. FINANCIERAS (la línea negra marca el comienzo de la prohibición):


Fuente: Yahoo Finance


Valores más amenazados por los cortos. BME, en una encrucijada
A quienes sí les podría hacer mucho daño el levantamiento es a las 6 acciones con mayores posiciones cortas del Ibex 35:

   
VALOR% CAPITAL EN POSICIONES CORTAS
Indra8,19
BME3,62
Bankinter3,5
Acerinox3,47
Mediaset2,80
FCC2,32
 
Datos de la CNMV


Como vemos en la tabla, Indra es el que más tiene que perder. Un 8,19% de su capital está amenazado por los bajistas. Curioso que desde que se prohibieran los cortos el 23 de julio la acción ha recuperado más de un 50% de valor, hasta máximos de un año (10,51%). Ahora, con la amenaza de que estos inversores puedan ejecutar los cortos, técnicamente no se ofrece como una acción atractiva. Roberto Moro explica que “la estructura correctiva desde los máximos en 10,85, puede que lo acabe siendo en 5 ondas (siempre que a corto plazo no se vaya por encima de 10,16). Si eso es así, habrá sido sólo la onda a de la corrección, y faltarían la b y la c. Es por ello que no me seduce en absoluto la idea de comprar, aún cuando empiece a buscar soportes inferiores a los 9,50 euros que son el soporte de corto plazo”.

Además no podemos pasar por alto el caso de BME. Con un 3,62% de posiciones bajistas se encuentra en una encrucijada entre si le conviene o no que se levante esta prohibición. Desde la operadora del mercado español esta medida restrictiva ha sido siempre duramente criticada, debido a que ha lastrado los volúmenes de contratación en nuestra bolsa y, por ende, sus ingresos. Sin embargo, este levantamiento, aunque pueda beneficiar a sus cuentas por el aumento de contrataciones bursátiles, puede mellar su cotización en bolsa. De hecho, Rubén de la Torre, gestor de renta variable de Inversis Banco, cree que “BME es candidata a cortos adicionales. Además, presenta sobrecompra en semanal y, por tanto, lo consideramos un valor susceptible de ser vendido”. (Ver: BME: cercada por la incertidumbre)