Tanto el dólar como el oro han servido de activos refugio y en ese sentido, la zona de 1.370 dólares fueron los máximos conseguidos finales de 2015. Si trazamos una línea de tendencia que nace en el máximo histórico de 1.920 dólares, se aprecia que en 1.380-1.400 dólares es una zona relevante y principal escollo al que se tiene que enfrentar. Un nivel que además coincide con el 38,2% de  Fibonacci de toda la caída desde máximos. 

Esto demuestra que la zona de 1.370-1.400 dólares es resistencia y debemos estar atentos a si el mercado tiene algún ajuste para intentar quebrar al alza. Obviamente si hay un escape al alza será un movimiento de liberación mucho más importante con objetivo 1.500-1.600 dólares por onza.

 En el corto plazo, por ahora no ha superado los 1.400 dólares. Tras un acceso de los precios a esos niveles podemos tener alguna toma de beneficios. La zona de 1.300-1.320 dólares hoy por hoy es el principal soporte del metal ante eventuales recortes.