Pero en la actualidad, con el dinero corriendo a placer por las venas del sistema financiero gracias a las inyecciones de la FED, el Bank of Japan (BoJ), el Banco de Inglaterra (BoE) y ahora el BCE, podría haberse levantado la veda para que en los mercados pudiéramos comenzar a ver una aceleración en la compra de empresas.
De hecho, los datos muestran que hasta finales del tercer trimestre de este año la actividad de M&A, la de fusiones y adquisiciones ha superado los mayores niveles desde hace cinco años, es decir, se ha colocado más cerca de los niveles anteriores a la crisis.
Una de las fórmulas que más utilizaron las compañías antes de la crisis financiera fue la llamada LBO (Leveraged Buyout), o compras apalancadas en español. Es decir, una adquisición en la que el comprador pone poco dinero, pide un préstamo que avala con los bienes o los flujos generados por el propio negocio. Normalmente en estas operaciones siempre hay al menos una entidad financiera –fondo de capital riesgo, bancos de inversión…- presente.
Si la economía estadounidense logra superar algunos puntos débiles como la estancación de los ingresos disponibles de las familias, es probable que el consumo en el país logre disparar y, como consecuencia, que aumenten las ventas de muchos negocios que ahora no consiguen ir tan bien. Más cuando los analistas creen que el país se va a beneficiar mucho de la caída del petróleo, que va a suponer una mejora de la renta disponible de las familias.
No sería extraño que las empresas que quieran aumentar su tamaño, diversificar sus carteras o entrar en un área de negocio nuevo pudieran decidir ponerse de nuevo manos a la obra y decidir optar por una compra apalancada. Claro, siempre y cuando las entidades financieras estén por la labor. No hay que olvidar que una gran parte de los ingresos de los bancos estadounidenses vienen de la pata de la banca de inversión y que en estos momentos podría ser más necesario que nunca si los ingresos por trading comienzan a desacelerar después de cinco años y medio de mercados alcistas.
Por eso quizá merezca la pena echar un vistazo a algunas compañías que pudieran ser objeto de deseo. Entre ellas hemos seleccionado a un grupo de empresas tecnológicas del S&P 1500 que se han comportado peor que el selectivo en bolsa en el último año y con una capitalización inferior a 5.000 millones de dólares. Hay que tener en cuenta que en los círculos financieros una operación mayor es una gran operación. Además, entre las empresas elegidas, sólo entran aquellas con un precio/ventas inferior a cinco –es decir, cuyas ventas paguen la empresa en menos de cinco años- .
Entre ellas destaca Advanced Micro Devices, que cae más de un 15% en lo que va de año y cuyo precio/ ventas es de apenas 0,5 veces. La empresa de semiconductores sigue intentando diversificar las fuentes de ingresos, muy dependientes del mercado de PC’s. Para entrar más de lleno en tablets y móviles, la compañía ha cambiado de CEO recientemente.
Otra de las compañías tecnológicas con un precio/ ventas inferior -0,3- a 1 es Jabil Circuit. La cotizada, además, apenas ha subido un 2% en lo que va de año.
También por debajo de una vez, se encuentra NCR, que cae, además, casi un 25%en bolsa en lo que va de año. El ratio precio/ ventas del fabricante de productos como los cajeros electrónicos está en 0,9 veces.
El fabricante de componentes de ordenadores QLogic también está dentro de este grupo que cae casi un 4% en lo que va de año y su precio ventas está en 1,7 veces. La empresa también es muy dependiente de las ventas de PC’s, concretamente está muy influenciada por lo que le pase a Dell. Son muchos los expertos los que esperan un aumento de las ventas de ordenadores, lo que también podría beneficiar a la empresa.
Como quinta y última compañía destaca también Teradyne . La empresa fabrica productos para testar elementos como semiconductores y este año sube un 11%, mucho menos de lo que suben las empresas relacionadas con esta industrial. Su ratio de precio/ ventas es de 2,5 veces.