La operación venía gestándose desde hacía algo más de dos años. La compañía tecnológica multiplicaría por dos el número de títulos en circulación. Hasta ahí nada extraño, pero lo cierto es que detrás de esa operación se escondía el deseo de sus fundadores, Larry Page, Sergei Brin y Eric Smidt
por apuntalar el control de la mastodóntica compañía.
Los accionistas de la compañía recibieron una acción nueva por cada una de las antiguas que tuvieran en su poder hasta el 27 de marzo en un pago que se hizo como si fuera un dividendo.
En ese momento la acción de la compañía cotizaba en 1.130 dólares, algo por debajo de los 1.280 dólares a los que había llegado en febrero de este mismo año. Sin embargo, la entrada en circulación del doble de acciones segó el precio a la mitad.
Sin embargo el truco estaba en los detalles. Los dos tipos de acciones cotizan por separado en la bolsa. Hasta el 2 de abril de este año, los accionistas de Google tenían sólo acciones del tipo A. Esas acciones cotizan bajo el ticker GOOGL.
El día del split todo cambió tras recibir acciones de nueva emisión de tipo C, unos títulos que usted puede reconocer con el ticker GOOG. Lo novedoso es que estas nuevas acciones no tienen derechos políticos.
Los analistas creían que serán estas acciones las que se utilicen cuando se realicen adquisiciones por intercambio o cualquier otro tipo de decisión que pueda suponer una dilución a los accionistas.
Además de estas acciones los tres fundadores tienen otro tipo de títulos, los A, con más derechos de voto que los A y desde luego con los C. Reuters calculó que los fundadores tienen alrededor de un 15% del capital de la compañía, pero que sus derechos de voto suponen más de un 55% del total. Lo que ocurrió es que con el nuevo Split, de hecho, se perpetúa esta situación.
Los expertos temían que con el paso de los meses la cotización de las nuevas acciones, las C con ticker GOOG iría peor que las A, las que poseen derecho de voto y que usted tiene anotadas con el símbolo GOOGL en Wall Street.
De hecho, ese desfase se ha producido y desde la salida a bolsa las acciones sin derecho a voto cotizan un 2,5% por debajo de las anteriores. Además, hay que tener en cuenta que el split no ha sentado especialmente bien a su cotización, ya que las dos tienen ahora un precio sensiblemente inferior al del día de antes de la división.
Google C y A desde el split
Fuente: Bloomberg
Esto ya estaba previsto en el folleto del split. Si esto sigue así hasta abril del próximo año recuerde que Google se ha comprometido a compensarle por este desfase.
En concreto, la empresa tendrá que pagarle si la media de la cotización de las acciones C cotiza por debajo de la media de las A durante el primer año. El tope para este pago sería el cinco por ciento. Por ahora usted recibiría una compensación.
Los expertos que han consultaron en TheStreet.com calculaban que la compañía tendrá que pagar entre 300 y 7.500 millones de dólares este año.
Por el momento, el 84% de los expertos que siguen el valor apuestan por comprar sus títulos, frente al 16% que apuesta por mantener. Además, si se atiende al precio objetivo, el valor tendría aún bastante recorrido. En concreto, algo más de un 19% desde el último cierre del lunes, ya que el consenso le otorga un precio de 641 dólares por acción.
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