Uno de los temas que más titulares ha atraído ha sido el desplome del petróleo, que ha cerrado el ejercicio con descensos de alrededor de un 50%. Detrás de estas caídas la sobreoferta que ha provocado el fracking en Estados Unidos y una menor demanda debido al enfriamiento de algunas economía como la china.
El precio del Brent ha llegado a caer por debajo de los 60 dólares por barril por primera vez en cinco años. Precisamente, desde 2009, cuando la crisis mundial llevó el precio de esta materia prima a desplomarse desde los 140 dólares a menos de 50 dólares. De hecho, uno de los 10 cisnes negros de Saxo Bank el año pasado, una de esas predicciones más descabelladas, decía que el barril se desplomaría hasta los 80 dólares. Se quedaron muy cortos en el banco danés.
Tampoco ha sido un buen año para el oro. Se trata del segundo ejercicio consecutivo en el que el metal precioso acaba con descensos. Si el año pasado vimos descensos escalofriantes en su precio, este año se ha dado continuidad a la tendencia bajista. Aunque con menos intensidad y con mayor contención. Su evolución se mantiene en negativo y lejos queda esos tiempos en los que se utilizaba como refugio.
Puesto que el oro cotiza principalmente en dólares, cuando la divisa estadounidense coge impulso y sube con respecto a otras monedas el oro tiende a caer en el mercado. Además, el metal dorado también es visto como una cobertura contra la inflación. Este año el oro tampoco ha sido refugio para nadie.
Desde el punto de vista positivo destaca el buen comportamiento de las grandes compañías de tecnología, que se ha comportado mucho mejor que el conjunto del S&P 500 en los últimos 12 meses. Pero, en concreto, dentro de él hay una serie de valores que han despuntado por encima del resto y que podrían seguir ese hilo de cara al futuro.
De entre todos, cabe destacar a Apple, que se ha apuntado unas subidas de más de un 40% durante el pasado ejercicio. Si en 2013 había tenido algo de irregularidad, en 2014 se ha revertido por completo esa tendencia. Hasta el punto de ser la acción favorita de los grandes gurús en estos momentos.
En este sentido no hay que olvidar a Alibaba. El gigante chino llegó pisando fuerte desde su país para protagonizar la mayor salida a bolsa de la historia. El pasado 19 de septiembre su fundador, Jack Ma, llegaba al parqué para debutar en el NYSE y no decepcionó.
Esto se demuestra si se analiza el recorrido que ha tenido en estos tres meses escasos de cotización sobre el parqué de Nueva York. Los títulos de la compañía china llevan acumuladas subidas de hasta un 50%. Algo que no está nada mal en comparación con el mismo lapso de tiempo de otras empresas del sector como Amazon o eBay.
Pero, ¿qué ha pasado con los grandes gurús? ¿Quién ha sido el ganador el año pasado?
Cabe resaltar que en el 2014 el S&P 500 ha acumulado subidas de más del 15%, mientras que la media de estos multimillonarios acumula ganancias que superan el 22%. Una vez más, batiendo al índice de referencia.
De entre todos, el premio a la mayor rentabilidad de su cartera tiene nombre propio. Se trata de T. Boone Pickens, fundador de BP Capital Managament. El natural de Oklahoma acumula ganancias de más de un 40%, gracias a su cartera diversificada.
Pickens siempre ha sido partidario de dividir en gran medida sus inversiones. Gracias a posiciones en Athlon Energy, con subidas anuales de más del 101%; Valero Energy, con revalorizaciones en estos 365 días de más del 40%; o en Tesoro Coporation, con alzas de más del 47%, se ha situado como el inversor del año dentro del selecto club de los tiburones de Wall Street.
Y si de gurús hablamos no queda más remedio que terminar este repaso hablando del que otrora fuese el rey de la renta fija del mundo, Bill Gross. El gestor fundador de PIMCO abandonó la que fuese su compañía para irse a Janus Capital después de un año y medio de penas y calamidades.
PIMCO había llegado a gestionar 290.000 millones de dólares y cuando abandonó la entidad en septiembre había perdido casi un 25% de esa cantidad en un año y medio.
No es de extrañar que Bill Gross lleve un año y medio intentando sacar los colores a los Bancos Centrales de todo el mundo, principalmente a la FED. Hace sólo unas semanas, ya en Janus, el gestor dijo en una de sus cartas a los inversores que las autoridades monetarias de todo el mundo lo están haciendo mal, muy mal.