La propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha asegurado que Argentina tiene la intención de "pagar el 100% de la deuda pública", incluyendo a los holdouts. Y eso es lo que ha cambiado el ánimo de los inversores, que la semana pasada trabajaron con la posibilidad de que el país entrara en default técnico.


Así, el Merval, por ejemplo, ha comenzado la sesión con alzas cercanas al 7% gracias, sobre todo, a las subidas de los títulos de bancos y empresas energéticas.
La rentabilidad de los bonos, además, ha caído a mínimos de tres años después de que el ejecutivo haya confirmado su deseo de negociar.

Merval, intradiario
Merval, intradiario

Fuente: Bloomberg

En concreto, la prensa argentina afirma que el jefe de Gabinete Jorge Capitanich ha dicho que “la República Argentina efectuará en el día de la fecha una presentación formal ante el juez Thomas Griesa solicitando condiciones de negociación justas y equitativas para el 100 por ciento de los bonistas", detalló  Capitanich, en relación al pleito con los holdouts.

El funcionario afirmó, además, que "mantenemos la misma línea de negociación. La perspectiva argentina es de cumplir con proceso el proceso de reestructuración de la deuda pública iniciado en 2005. En ese contextosolicitamos condiciones de negociación justas y equitativas para el cien por ciento de los bonistas, para conservar condiciones que permitan a la Argentina seguir cumpliendo", dijo.

Sin embargo, Capitanich no ha podido evitar decir que “detrás de los holdouts, también llamados "fondos buitre", hay "intereses secretos" en los patrimonios naturales del país, como la reserva petrolífera de Vaca Muerta”. (Ver artículo de La Nación)

La semana pasada, el gobierno afirmó que la decisión de Thomas Griesa suponía una extorsión al país y que se habían planteado la opción de cambiar los bonos reestructurados bajo jurisdicción estadounidense por otros bajo jurisdicción argentina para evitar el pari passu.

Hoy el diario La Nación afirma que estos abogados van a intentar que “el juez Griesa reponga el stay -como se denomina la medida cautelar que suspende la ejecución del fallo temporariamente- para así poder negociar con los holdouts sin el temor a sufrir embargos, como los que NML está empezando a gestionar en juzgados de Estados Unidos”.

Sin embargo, como afirma el mismo diario, este punto será difícil de alcanzar ya que es posible que Thomas Griesa intentará que NML (uno de los holdout) esté de acuerdo.

Si no consiguen este punto, el país tiene hasta el 30 de julio para conseguir un acuerdo con los fondos buitre para alcanzar un acuerdo sin caer en default. Se trata de los días en los que el Tesoro Argentino podrá hacer el pago de los 900 millones de dólares que corresponden al cupón de los bonistas que entraron en los canjes de 2005 y 2010. Ese cupón debería pagarse el día 30, aunque hay un periodo de gracia de 30 días más.

Ayer La Nación apuntaba que si los abogados conseguían reponer el stay el gobierno tiene pensado ofrecer un desembolso de unos 300 millones de dólares como garantía de voluntad de pago. “El equivalente al resto de la deuda que está en poder de los buitres podría ser luego adquirido por un banco de inversión, a quien el Gobierno le emitiría bonos como parte de pago”, explicaba ayer La Nación.

Según las fuentes del diario, esto evitaría que se activase la clausula pari passu o RUFO (rights upon future offers),” que les permite a los bonistas que entraron a los canjes de 2005 y 2010 reclamar si es que alguien recibe una oferta mejor que la que en su momento aceptaron ellos”.

Sin embargo no hay nada todavía ganado en este caso. De hecho, hoy la Agencia Bloomberg apuntaba que la Agencia Internacional de Swaps y Derivados había preguntado a una firma de abogados estadounidenses si debería activarse el pago de CDS de la deuda argentina si no se paga el cupón de estos bonos.

Hay que recordar que los CDS Argentinos son los más caros del mundo, es decir, los que asumen que el país corre más riesgo que ningún otro de declararse en suspensión de pagos. La Agencia Bloomberg explica que para asegurar bonos argentinos por un valor de 10 millones de dólares hay que hacer un pago de 3,7 millones de dólares al principio y posteriormente 500.000 dólares cada año.  La agencia afirma que hay 2.602 contratos (CDS) que cubren unos 906 millones de deuda argentina.