El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que los líderes de la Unión Europea deben actuar para reducir los precios de la energía con el fin de evitar que Europa se convierta en "rehén" de Vladimir Putin y limitar el daño económico causado por la guerra en Ucrania.

En una entrevista con 'Financial Times' previa a la cumbre de este jueves, el inquilino de la Moncloa subraya la necesidad de encontrar la manera de ayudar a España y otros países que luchan para hacer frente a las fuertes subidas de los precios de los combustibles y la electricidad, así como a aquellos que buscan reducir su dependencia del gas ruso.

"Si la UE no nos da herramientas para responder a esta emergencia energética, será difícil, no solo para España, sino para todos los estados miembros soportar el enorme coste económico", afirma Sánchez, en referencia a la propuesta para el desacoplamiento de los precios de la electricidad y el gas, lo que reduciría significativamente la factura energética en España.

En este sentido, el presidente español señala que si las industrias están desacelerando su producción, no es porque tengan un problema con la demanda, "es porque tienen costes de energía que son absolutamente insoportables".

Sin embargo, el periódico apunta que el presidente español tendrá que enfrentarse a una importante oposición por parte de los estados del Norte de la UE respecto de los planes para introducir cambios en el mercado eléctrico europeo.

En la actualidad, las propuestas de la Comisión Europea, que se publicarán el miércoles, se ocupan casi exclusivamente del almacenamiento de gas, que Bruselas considera el mínimo común denominador que puede obtener el apoyo de los Veintisiete.

España es particularmente sensible a los cambios en el precio de la electricidad porque alrededor de un tercio de todos los hogares pagan tarifas vinculadas a las tarifas del mercado al contado, lo que ha supuesto un fuerte alza de los costes durante meses, agravado por la guerra de Ucrania.

"Europa no puede permitir que la cumbre termine sin un acuerdo; necesitamos medidas y las necesitamos ahora", defiende el presidente español, para quien el impacto económico de la guerra "será mayor o menor dependiendo de la respuesta de Europa a la crisis".

En concreto, España quiere desvincular los precios de la electricidad de los del gas pausando o eliminando el esquema de precios marginales de la UE, que establece tarifas basadas en la última unidad subastada para permitir que el mercado esté completamente abastecido.

"No es lógico en absoluto que sea este 10-15 por ciento de gas el que fije el precio de la electricidad para todo el mercado", sostiene, mientras que al referirse a los que define como "fundamentalistas del mercado", Sánchez argumenta que la UE debería separar la necesidad de un alivio a corto plazo de las reformas a más largo plazo.

Por otro lado, Sánchez plantea que España, que representa casi un tercio de la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado de la UE, podría ayudar al resto del continente a reforzar sus conexiones energéticas si se mejoraran las conexiones con Francia, añadiendo que esto era parte de la "gran oportunidad de España después de la salida del Reino Unido de la UE para posicionarse como uno de los principales actores" en el bloque.

Sin embargo, el diario apunta que la relación de España con su mayor proveedor de gas, Argelia, se ha tensado a raíz del apoyo implícito español a las tesis de Marruecos sobre Sáhara Occidental, algo que, además de en la oposición, también ha suscitado críticas desde Podemos, el socio minoritario del Gobierno, que había discrepado con anterioridad de la decisión de España de armar a Ucrania contra Rusia.

Sobre esta cuestión, el presidente del Gobierno reconoce la "discrepancia" con Podemos en defensa, pero añade que "la mayoría de los ciudadanos españoles lo entienden (. . .) que la paz hay que defenderla".

"Putin ha intentado a lo largo de todos estos años debilitar el proyecto europeo. . . Y ahora, en España y en Europa, se está construyendo una nueva identidad europea, un nuevo patriotismo europeo. . . Esto es lo que Putin quiere poner en riesgo", apostilla.