Prima de riesgo: entre la inflación y el tapering

A la prima de riesgo no le gustaba en absoluto la histórica decisión del BCE respecto de la inflación. Subía el pasado jueves 3 puntos básicos hasta los 66, en un ascenso sostenido de 5 puntos en las sesiones precedentes. Sin embargo, lo que podría haber resultado como un aviso a navegantes, ya se ha corregido hasta volver a niveles ligeramente por encima de los 63 puntos básicos.

Y ese es el discurrir del spread con Alemania en el último mes, con oscilaciones mínimas, sin cambios bruscos ni sustos de cuidado que enturbien la paz del diferencial con Alemania y la medida del riesgo soberano de nuestra deuda, comparada con la que todavía profesa intereses negativos, la germana.

Además, si miramos su evolución anual en la gráfica, no parece tal porque los cambios se producen en márgenes muy estrechos, con niveles que en ningún caso han llegado a recuperar los 73 puntos básicos, en el más tensionado, el mes de mayo.

Gráfica anual de la prima de riesgo

Es como estar en un mar en calma, sin olas muy grandes. Y sin cambiar de sesgo, cuando aumenta, lo hace por las dos partes, en los rendimientos del 10 años español y los menores niveles negativo del bund. Todo sobre ruedas. La evolución de la prima es la siguiente. Ha subido un 5,25% en la semana, aunque en el mes, trasciende un 1,91%. Baja, sin embargo, en el trimestre un 6,21% y desciende, nada menos que casi un 27% anual. 

Ya saben que la explicación sigue siendo la respiración asistida a los mercados que presta de modo inconfundible y perseverante el BCE, con esas compras de bonos que en junio han alcanzado los 80.168 millones. En global lleva ya acumuladas adquisiciones de deuda soberana de los países miembros que rozan los 1,2 billones a lo largo y ancho de esta crisis pandémica.

De momento, y a pesar de la esperada recuperación, las compras de bonos no solo van a mantener su ritmo sino incluso se esperan incrementar en el tercer trimestre frente a la primera parte del ejercicio y alcanzar, en marzo del año que viene, los 1,85 billones. Aunque ahora ya sabemos que también se habla en las reuniones del levantamiento de este apoyo.

Mapa de las primas de riesgo europeas

En las últimas actas de la reunión celebrada en junio se trató el tapering entre los miembros del Consejo de Gobierno presidido por Christine Lagarde, digna sucesora del ahora primer ministro italiano Mario Draghi, en su “haremos lo que sea necesario”. Hay quien planteó la cuestión ante la mejora prevista del PIB y los niveles de inflación con los riesgos que conllevan. Pero de momento, no habrá cambios.

Y la prima de riesgo, no se inmuta. Otra cosa será cuando la preocupación ahora pasajera del BCE ante los niveles de precios, que considera transitorios se convierta en estructurales. Ahí se produciría un giro de 180 grados y el spread sufriría. Y lo mismo pasa con la recuperación que se ve fuerte, pero no en un horizonte inmediato, sino a medio plazo.

Toda la Europa del euro respira exactamente igual, cada uno con sus niveles, fruto del nivel de riesgo de su país. Francia y Bélgica siguen entre los 34 y los 30 puntos básicos, mientras que Portugal vuelve a un nivel muy similar al español. E Italia y Grecia en la línea de los 103 puntos básicos, algo impensable hace apenas unos años para la helena.

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