ventas minoristas por el covid19

Las ventas minoristas registraron de nuevo en abril un abultado retroceso (-11,7% vs -11,1%), que sitúa su nivel en mínimos históricos. Por partidas, destaca positivamente el repunte de las ventas online que muestran un significativo repunte (10,9% vs 0,7%), señalando un cambio de patrón en el comportamiento de los consumidores que podría, en parte, consolidarse a medio plazo, aunque es muy pronto para extraer conclusiones. El resto de partidas registra fuertes caídas, aunque de menor intensidad que en marzo, salvo en el caso de alimentos que, caen en abril, tras dos meses subidas muy importantes por motivo “aprovisionamiento”.

Por países, se aprecian diferencias significativas. Alemania destaca positivamente, (-5,3% vs -4,0%), mientras que en España ( -19,4% vs -14,6%) y, sobre todo, en Francia, (-20,0% vs -15,8%), el desplome de las ventas minoristas alerta de la magnitud de la recesión en el 2T20. Eurostat no publica datos para Italia desde febrero, posiblemente por la dificultad para obtenerlos en la situación actual. Refinitiv apunta a que las ventas minoristas pudieron caer más de un 19% en marzo (no hay dato para abril).

La dureza y extensión de las medidas de aislamiento y de cierre de actividad impuestas en abril anticipaba que sería el peor mes en términos de indicadores económicos. Lo más importante ahora es analizar cómo están afectando a los indicadores de actividad el levantamiento gradual de las restricciones impuestos. Para el caso del consumo, los datos de alta frecuencia disponibles arrojan señales esperanzadoras, si bien inciden en lo lejos que quedan todavía los niveles previos a la crisis. En el caso de Alemania, por ejemplo, llama la atención la fuerte recuperación que muestran las reservas en restaurantes desde mediados de mayo (casi un 70%, respecto a los mínimos marcados en abril), si bien, la mayor parte del resto de categorías de gasto muestran señales de reactivación más tenues. Para Francia, su instituto de estadística señala que, con datos hasta el 17 de mayo, se podía anticipar que el gasto de las familias es un 6,0% inferior a lo que sería “normal” en esas fechas, una mejora sustancial respecto a los datos de abril, que mostraban que, hasta el 23 de ese mes, el gasto de las familias era un 30% menor de lo “normal”.

Por tanto, todo apunta a que lo peor de la crisis se registró en abril y que la recuperación ya está en marcha. Sin embargo, todavía está en un estado muy incipiente, está siendo muy lenta, se parte desde niveles excepcionalmente bajos y todo queda supeditado a que el avance de la epidemia no fuerce una “marcha atrás” en algunas de las medidas de levantamiento de restricciones.

 

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