El crecimiento de la actividad manufacturera de Estados Unidos marcó en abril su máximo en siete meses animado por la "fuerte demanda" a pesar de la subida de los precios, al situarse en los 59,2 puntos desde los 58,8 del mes anterior, según el índice de gerentes de compras (PMI) elaborado por S&P Global.

El aumento del índice ha venido impulsado por una expansión de la producción, un menor deterioro de los resultados y un aumento récord en los inventarios de preproducción.

Pese a que los plazos de entrega se alargaron, la escasez de materiales y de capacidad por parte de los proveedores provocó un aumento de los costes y precios de venta, según explica el informe.

El crecimiento de la producción, que ha acelerado la recuperación de este sector, estuvo vinculado en abril con una mayor entrada de nuevos pedidos y entrega de materiales, que permitieron aumentar la capacidad de producción.

"Tras un comienzo de año flojo, en el que el crecimiento de la producción casi se paraliza, el sector manufacturero comienza el segundo trimestre con una base mucho más sólida", ha explicado el economista de S&P Global, Chris Williamson.

No obstante, Williamson ha señalado que la noticia "menos deseada" es que las presiones inflacionistas no muestran signos de ceder.

EL PMI DE ESPAÑA CEDE HASTA LOS 53,3 PUNTOS

Este lunes se han conocido también el PMI manufacturero de España, que se situó en 53,3 puntos desde los 54,2 registrados durante el mes anterior.

S&P Global ha explicado en el informe que si bien aún se encuentra por encima del límite de los 50 puntos, los nuevos pedidos cayeron por segundo mes consecutivo y la producción aumentó de forma leve.

Este nivel de casi estancamiento de la producción reflejó en parte un aumento récord de los stocks de productos terminados generado por el reciente paro de transportistas.

El de la Eurozona, por su parte, se situó en abril en los 55,5 puntos frente a los 56,5 puntos de marzo, como consecuencia del impacto de la guerra en Ucrania y de la inflación.