El Banco de Rusia ha decidido recortar en 300 puntos básicos el tipo de interés de referencia, que se situará así en el 14%, después de la estabilización de las condiciones financieras en el país y de que el fortalecimiento del rublo y el enfriamiento de la actividad de consumo hayan permitido una desaceleración en las tasas de subida de los precios, lo que deja margen a la institución para continuar bajando el precio del dinero durante el año.

En el futuro, en su toma de decisiones sobre los tipos de interés, el Banco de Rusia tendrá en cuenta la dinámica de inflación real y esperada en relación con su objetivo del 4% y los procesos de transformación estructural que debe afrontar Rusia, así como los riesgos que plantean las condiciones internas y externas y la reacción de los mercados financieros.

Según el pronóstico del Banco de Rusia, dada la orientación de la política monetaria, la inflación anual oscilará entre el 18% y el 23% en 2022, para desacelerarse posteriormente y situarse en 2023 entre el 5% y el 7%, regresando al objetivo del 4% ara 2024.

Asimismo, el banco central euroasiático prevé que el PIB de Rusia se contraerá entre el 8% y el 10% este año, mientras que en 2023, la economía rusa comenzará a crecer gradualmente en medio de una transformación estructural y ya en el cuarto trimestre del próximo año el PIB crecerá entre un 4% y un 5,5% con respecto al mismo período de 2022. Sin embargo, la variación general del PIB en 2023 oscilará entre el -3% y el 0%. Para 2024, el PIB aumentará entre un 2,5% y un 3,5%.

De este modo, la institución presidida por Elvira Nabiullina ha señalado que, si la situación se desarrolla de acuerdo con el pronóstico de referencia, "el Banco de Rusia ve espacio para una reducción de la tasa clave en 2022".

"El entorno externo de la economía rusa sigue siendo desafiante y limita significativamente la actividad económica", reconoce el banco central ruso, que destaca, sin embargo, que los riesgos para la estabilidad financiera y de precios "ya no aumentan".

"Los datos semanales recientes indican una desaceleración en las tasas actuales de crecimiento de los precios debido a un fortalecimiento del rublo y un enfriamiento de la actividad del consumidor", añade.

El Banco de Rusia se vio forzado el pasado 28 de febrero a subir los tipos de interés desde el 9,50% al 20% para responder con urgencia al impacto sobre la inflación y la estabilidad financiera del país de las sanciones internacionales impuestas por Occidente tras la invasión de Ucrania. En su última reunión, la entidad rebajó la tasa de referencia en 300 puntos básicos, hasta el 17%.