Richard Turnhill, el estratega de BlackRock, apunta que los bonos suelen aportar descorrelación con la renta variable en periodos de caídas de las bolsas, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico.

Señala que “el patrón que se ha desplegado a principios de esta semana con las preocupaciones de Corea del Norte, nos recuerda el papel de diversificación que aportan los bonos en una cartea, en nuestra opinión”. Asegura que esto es especialmente así en los momentos como el actual en el que la realidad ha hecho que los inversores pierdan la fe en este principio, ya que los bonos y la renta variable se han solido comportar de forma similar.

Explica Turnill en esta nota que las subidas de los tipos de interés habían erosionado la confianza de las bolsas en esos episodios, entre los que se incluyen el famoso “taper tantrum”  provocado por el anuncio de la FED de que iba a comenzar a reducir el tamaño de las compras mensuales de activos. Lo mismo ocurrió, recuerdan, en 2015 con el repunte de los bonos alemanes.

Reconoce este experto que en esos momentos, las posiciones en bonos de las carteras aumentaron , en lugar de redujeron, las pérdidas de los inversores.

Señala Turnill que “los temores a que se produzcan situaciones parecidas han provocado que los inveresores sigan reacios a invertir en bonos de los estados, con lo que la sed de cupones ha incrementado la demanda de otros atractivos como el crédito”. Señala el experto que considera que la posibilidad de una subida de tipos de interés también ha  contribuído.

Con todo, consdiera que los movimientos en los mercados de principios de semana indican el papel que pueden seguir teniendo los bonos de los estados como diversificador de una cartera.

De acuerdo con sus análisis, los bonos soberanos han generado rentabilidades positivas durante  periodos de caídas significativas de las bolsas, reforzando su papel como diversificador.

De acuerdo con sus análisis, de los 22 meses desde 2010 en los que las bolsas ofrecieron rentabilidad negativa, los bonos ofrecieron retornos positivos en todos y cada uno de los meses en los que la renta variable cayó un 2,5%, o más. Eso sí, como siempre hubo una excepción y fue  el taper tantum.

 

Gráfico de la semana de BlackRock

 

Reconocen, eso sí, que ha habido periodos en los que los bonos y la bolsa se han movido al unísono, lo que indica que en esos momentos no funcionaba su papel de agente diversificador. “Esto puede explicarse porque ha ocurrido en los momentos en los que se preveía que los bancos centrales iban a aumentar su apoyo a los mercados financieros, lo que hacía que repuntaran ambos tipos de activos”, indican.

Turnill señala que “merece la pena señalar la reunión del BCE de este verano  en la que se  aplastaron las expectativas que apuntaban a un cambio inminente de la autoridad monetaria europea hacia la normalización”. En este sentido, “esperamos que los tipos de interés suban, aunque a un ritmo lento dado el lento ritmo de normalización tanto en Estados Unidos y Europa”, indica Turnill.

Esto, evidentemente, implicará –dicen en la firma-, rentabilidades bajas o negativas para los bonos soberanos globales en el medio plazo.

Por eso apuntan que en la firma siguen favoreciendo la inversión en renta variable, eso sí, dedicando una parte de la cartera a los bonos soberanos, incluyendo los TIPS (que son los que protegen de la subida de la influción-. Esto, señalan, tiene un sentido único de diversificación y solo destinarían una parte pequeña de la cartera.  Además, indican que no dedicarían un gran porcentaje a efectivo.