Pues bien, el factor principal ha sido que ha puesto orden en los mercados el regulador, cortando una práctica que poco a poco se estaba extendiendo demasiado y aumentaba el riesgo sistémico.

Se trata de que los brokers no estaban llevando a rajatabla la necesidad de hacer cumplir los márgenes requeridos a sus clientes, lo que se traducía en operaciones de excesivo riesgo sin cobertura de dinero real por un período más largo que el legalmente requerido.

El gobierno ha castigado a los brokers en donde más y durante más tiempo se realizaba esta práctica con la imposibilidad de abrir cuentas nuevas durante tres meses.

Como podemos imaginarnos, el daño en el sector de los servicios financieros ha sido importante al igual que en el bancario, lo que se ha saldado con descensos superiores al 10% de los más dañados