La empresa estadounidense de servicios petroleros Baker Hughes cerró el primer trimestre de 2022 con un beneficio neto atribuido de 72 millones de dólares (66,4 millones de euros), frente a las pérdidas de 452 millones (417 millones de euros) del mismo periodo del año pasado, según ha informado este miércoles la empresa.

Entre enero y marzo, la facturación de la compañía fue de 4.835 millones de dólares (4.458 millones de euros), un 1,1% más que en el primer trimestre de 2021. Por segmentos de negocio, los ingresos por servicios para campos petrolíferos crecieron un 13%, hasta 2.489 millones (2.295 millones de euros), mientras que el área de equipamiento se contrajo un 16%, hasta 528 millones (487 millones de euros).

La facturación de la rama de turbomaquinaria y soluciones de procesado cayó un 9%, hasta 1.345 millones (1.240 millones de euros), al tiempo que el área de soluciones digitales se elevó un 1%, hasta 474 millones (437 millones de euros).

A cierre del primer trimestre, Baker Hughes registró nuevos pedidos por valor de 6.837 millones (6.304 millones de euros), un 51% más que en el mismo periodo de 2021.

Por otro lado, la empresa contabilizó unos costes asociados a los ingresos de 3.865 millones (3.566 millones de euros), un 1,5% menos, al tiempo que los gastos de venta, generales y administrativos se situaron en 621 millones (573 millones de euros), un 5,8% más.

De esta forma, la empresa se anotó un resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 625 millones de dólares (576 millones de euros), un 11% más.