La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) ha destacado que el Real Decreto-Ley aprobado este martes por el Consejo de Ministros para la mejora de la sostenibilidad y competitividad del transporte de mercancías por carretera "representa un gran paso para el sector".

Según la patronal de transportistas, el Ministerio de Transportes liderado por Raquel Sánchez ha realizado las modificaciones normativas pertinentes en los reglamentos y leyes que afectan al transporte de mercancías por carretera.

Si bien reconoce que la entrada en vigor de las medidas será escalonada en función de los periodos transitorios establecidos --de forma inmediata, en tres o seis meses--, se han conseguido "algunas de las reivindicaciones históricas del sector", como la eliminación de la obligación para que los conductores realicen cargas y descargas o la imposición de condiciones comerciales que obliguen al continuo deterioro del margen del transportista.

El vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia, ha destacado que "no era ni lógico ni admisible" que los conductores, después de conducir nueve horas, se vieran obligados a descargar varias toneladas de fruta o componentes electrónicos, entre otros ejemplos.

Otra de las reivindicaciones del sector que recoge este Real Decreto-Ley es la obligatoriedad de revisar automáticamente el precio del transporte en los supuestos de variación del precio del combustible desde el momento de la contratación hasta la realización efectiva del transporte.

Valdivia ha explicado que para las empresas del sector la energía que mueve los camiones supone más del 30% de sus costes de operación, por lo que un contexto de altos precios del gasóleo como en la actualidad supone "un durísimo golpe a sus cuentas de resultados si no tuviesen una vía para trasladarlo al precio de sus servicios".

El texto también recoge la trasposición de la Directiva sobre Trabajadores Desplazados, incluida en el Paquete de Movilidad aprobado por la UE en julio de 2020, que tiene como objetivo limitar sustancialmente la competencia desleal de empresas extranjeras de transporte en nuestro país.

Otra de las reivindicaciones del sector reflejadas en este decreto ley es la reducción de los tiempos de espera de los conductores en las áreas de carga y descarga de 2 horas a 1 hora. Las empresas transportistas cuyos conductores deban esperar más de una hora podrán exigir ser indemnizadas.

"Estos tiempos muertos tienen costosísimas implicaciones económicas, comerciales y socio-laborales, tanto para los transportistas como para las empresas que los contratan y para el resto de agentes de la cadena logística", ha advertido el representante de Astic, quien ha añadido que si el conductor se ve obligado a esperar en los puntos de carga y descarga durante un periodo "prolongado e incierto, es muy probable que se quede sin horas para poder volver a su domicilio para los descansos diarios o semanales y tenga que realizarlos a lo largo del recorrido".