El mercado construye un nuevo muro de preocupaciones. En esta ocasión, la piedra angular es China que toma el relevo a Grecia. Sin olvidarnos de otro gran número de temores que presentan un mayor o menor grado de relación y ganan o pierden probabilidad; tensionamiento monetario en EEUU / Reino Unido, falta de inflación, elevadas valoraciones bursátiles en EEUU con caída de beneficios y ventas, conflicto con Rusia, recesión en Brasil, altos niveles de endeudamiento, guerra de divisas…
Hang Seng en mensual con Índice de incertidumbre económica de China (esc. dcha. invertida)
Fuente: Policy Uncertainty y elaboración propia
La reacción ha sido dura y el pánico se ha instalado en los mercados. Las volatilidades de los diferentes tipos de activos (divisas, materias primas, bolsas, bonos…) se han disparado al alza lideradas por aquellos que presentan un mayor riesgo; una circunstancia que no ha impedido que el volumen de coberturas se dispare pese a su vertical encarecimiento (el ratio put/call sobre el S&P 500 alcanza máximos de los últimos 3 años). A la vez, las diferentes encuestas a los participantes de mercado (analistas, inversores minoristas e inversores profesionales) se contagian de pesimismo llevando a nuestro Índice de sentimiento de mercado a desplomarse.
Índice de sentimiento de mercado, actividad empresarial y confianza del consumidor de Ei (esc. izqda.) y evolución mensual S&P 500 (esc. dcha.)
Sin embargo, exceptuando las referencias económicas en China (el PMI de AGO15 de manufacturas se fue a mínimos de los últimos 6 años) no estamos asistiendo a un deterioro macroeconómico generalizado. Es más podríamos decir que, en conjunto, las referencias económicas más pegadas al ciclo están sorprendiendo positiva en Europa y EEUU; IFO de Alemania, PMI de la UME de AGO15, Confianza del Consumidor en EEUU…
Dax Xetra y EuroStoxx 50 en gráfico semanal y con directrices alcistas de largo plazo
Fuente: VisualChart y elaboración propia
Se podría esgrimir que el mercado se anticipa y está descontando que, en esta ocasión, la desaceleración si será fuerte y terminará por reflejarse en unas referencias económicas que llegan con retardo. Sin embargo, la evidencia nos dice que el mercado se equivoca más que acierta y que es más rentable esperar a que el giro de mercado quede plasmado en datos económicos negativos que capitular (ver “ El mercado no es lugar para sentimientos”).
Distribución de las acciones del Mercado Continuo en función de la fase del ciclo de precios
De hecho, en la situación actual, cuando los temores son elevados y no se encuentran plasmados en los datos económicos es cuando aparecen las grandes oportunidades para incorporarse a las tendencias alcistas primarias. Nosotros así lo creemos e incrementamos riesgo en nuestras Carteras de acciones Ibex 35 y USA. Lo hacemos de forma selectiva, buscando entre las acciones que están aguantando con mayor fortaleza y se encuentran en fase alcista y presentando momento positivo simultáneo en cifras de ventas y beneficios. A la vez somos conscientes que estamos en un cambio en el régimen de volatilidad que implica ampliar stops y dar prioridad a las estrategias en rango respecto a las direccionales.