¿Y esto es solo el principio? Pues veremos cómo se lo toman los grandes fondos de inversión, que siempre han visto a Inditex cómo una empresa modelo en la gestión de una empresa familiar a través de un profesional cómo Pablo Isla.

Por un lado, recordemos que Marta Ortega, la hija del fundador, ha estado más en las revistas del corazón que en la prensa económica; es conocida por todos su afición a los caballos y siempre se ha dicho que mientras a las hijas de Amancio Ortega no les gustaba mucho la gestión de la empresa, "el jefe" había sabido escoger a ejecutivos de primer nivel para el desarrollo de Inditex, primero José María Castellanos y segundo el gran Pablo Isla.
Ahora en apenas unos meses, aparece Marta Ortega en el WSJ diciendo que está preparada para todo. Pero, ¿de dónde había salido esta chica? Cuando la hemos visto en alguna junta de accionistas o en alguna presentación de perspectivas, o incluso en alguna entrevista sobre la compañía. 

Recordarán los inversores que por ejemplo Ana Patricia Botín, desarrolló su carrera tanto en el banco cómo en el sector financiero y era una de las voces autorizadas del banco o lidero proyectos como la presidencia de Banesto durante muchos años y la gestión del Banco Santander en Londres.  Ana Patricia estaba siendo preparada para la sucesión de su padre en el banco durante muchos años.

Parece mentira que la mayor empresa de España haya hecho esta sucesión de una forma tan torpe. Podrían haber metido al menos a nivel de notas de prensa a la hija de Amancio Ortega como responsable de los proyectos más estratégicos para la empresa. Nunca se supo nada de ella. Y ahora el mercado quiere que la Presidenta de Inditex sea una desconocida.


 
El bagaje de Pablo Islano puede ser más meritorio en Inditex: deja la compañía como la mayor empresa española y en máximos  desde el coronavirus  y la confianza ciega de los inversores en Isla.  De hecho en muchos corrillos siempre se ha dicho que si España necesitará un Draghi cómo Italia, este sería Pablo Isla.
No dudo que Marta Ortega tiene en sus genes la historia de Inditex, tiene unos intangibles que seguramente no se pueden valorar de lo que ha vivido en casa, pero los inversores quieren gestores, no familiares gestionando.
Marta Ortega se va encontrar una compañía que depende aún de las ventas retail que con las nuevas variantes del virus sobre todo en Asia y parte de Europa puede verse afectada, en un momento en el que el PER de la compañía es de los más altos de España 29.3, y eso era así por la confianza que se generaba en la empresa. Y un precio en cotización de 6 veces su valor en libros, de los más altos de la bolsa española.
Con una empresa en valoraciones altas y un cambio tan importante en la cúpula, desde luego no puede permitirse Inditex, vivir de la inercia del pasado, porque eso se agota y los fondos de inversión van a mirar con lupa . 
Y puestos a ser malos, el nuevo primer ejecutivo Oscar García Maceiras, ha sido un  abogado del estado, pero sus experiencia jurídica la ha labrado en Banco Pastor, banco que quebró y fue absorbido por Banco Popular que volvió a quebrar y fue absorbido por Banco Santander, dónde salió hacía Inditex.
Estas dudas, han costado 5.600 millones a Inditex en capitalización bursátil. Y menos mal que la empresa es familiar y el 60% del capital es de la familia que no va a vender. Estaremos atentos a las siguientes decisiones de la compañía, sobre todo cuando Pablo Isla haya salido.