Benjamin Graham, uno de los grandes value que ha dado la historia bursátil, detalló la técnica de inversión del promedio coste monetario, para aquellos inversores con un perfil muy defensivo
. Esta metodología consiste en ir ahorrando una cantidad fija cada mes, o cada cierto tiempo pero eso sí de forma continuada e invertir en fondos que posean los títulos tanto de renta variable como de renta fija que merezca la pena tener en todo el planeta.


Imaginemos que un ahorrador americano se dispone a usar esta técnica apartando 500 dólares al mes, destinando 300 dólares a la compra de fondos que tengan las principales compañías americanas, 100 dólares destinados a un fondo que agrupe los títulos de renta fija de Estados Unidos y los últimos 100 dólares los destinara a adquirir participaciones de un fondo que tenga incorporadas las grandes empresas del extranjero.

Si los mercados bajan el inversor podrá adquirir con el mismo importe mayor número de participaciones de los fondos. Por el contrario, en un mercado muy alcista, el inversor evitará exponerse al riesgo adquiriendo menor número de participaciones. De este modo se consigue dar al piloto automático en la cartera y vivir de manera tranquila independientemente de la fluctuación de los principales índices bursátiles.

La firma de investigación financiera Ibbotson Associates puso a prueba el promedio coste monetario, destinando 100 dólares mensuales, frente a invertir el monto total de 12.000 dólares en un marco temporal de diez años englobando el periodo desde 1929 hasta 1939. Si el inversor hubiera destinado 12.000 dólares a un fondo que replicara al SP 500 al final de los 10 años el valor de su cartera sería de 7.223 dólares con una revalorización del -39%. Por otra parte, aplicando el diseño de promediar el coste monetario, destinando 100 dólares todos los meses, el importe final sería de 15.571 dólares, una revalorización del 29%. Aplicando la metodología de Graham en medio de la Gran Depresión obtenemos muy buenos resultados.

Ante este escenario… ¿Cómo valoráis el concepto de promediar el coste monetario?, ¿Permite aprovechar las oportunidades de una fase económica recesiva?, ¿Haríais alguna modificación a este sistema para ofrecer mayor rentabilidad?

Estas son las cuestiones y en vuestra mano quedan las resoluciones