Dentro del cuarto Informe sobre Tendencias de Medios de Pago destaca que, Según el informe Tecnocom España es, después de Brasil, el país donde más usuarios prefieren utilizar la tarjeta para todo tipo de pagos. Según los expertos, es muy posible que los cambios normativos recientemente aprobados, como es el caso de los límites a las tasas de intercambio*, ayuden a modificar estos comportamientos.
En España lo que se gasta en tarjetas de débito es muy cercano a lo que se gasta en crédito, mientras que en Latinoamérica se tiende más al crédito por tradición y porque, quien tiene una tarjeta allí, en muchos casos, es porque tiene más dinero. En conjunto, el número de operaciones realizadas con tarjetas aumentó en España un 3,6% en 2013.
En contraposición al aumento del pago con tarjetas y, de hecho, directamente afectado por él, el uso del efectivo y los cajeros automáticos en nuestro país está cayendo. De hecho, se ha convertido en el país que menos uso hace de los cajeros en la Unión Europea. En cambio Reino Unido sigue siendo el líder de la región.
En total, los clientes bancarios retiraron 109.200 millones en los cajeros durante 2013, un 1,2% menos que el año anterior, que ya registró por primera vez una caída, regresando a niveles pre crisis (2006). La entrada en vigor en junio de 2012 de la ley de lucha contra el fraude fiscal, que recoge la limitación de los pagos en efectivo mayores de 2.500 euros, puede haber actuado como coadyuvante de este efecto, junto con la menor renta disponible de la población fruto de las reformas fiscal y laboral que se traducen en una menor propensión al consumo de los hogares. Esta ralentización del uso de efectivo es más acusada en billetes de alta denominación.
La banca por Internet cada vez tiene una mayor presencia y protagonismo en el conjunto de transacciones de pago de bajo valor, provocado principalmente por el aumento del uso de dispositivos móviles como canal de acceso e inicio de las órdenes de transacciones de pago, un hábito que facilita a los usuarios llevar a cabo distintas operaciones desde el lugar donde se encuentren sin necesidad de acudir al punto de atención físico de la entidad financiera.
El pago mediante cheques sigue en desuso y continúa la contracción a pasos de gigante, tanto en el número de operaciones (10,1% menos en 2013 vs. 2012), como en el importe de las mismas (15,4%).