Según un estudio realizado por Deloitte junto a Carl Benedikt Frey, de la Escuela Martin Oxford, y Michael Osborne, del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Oxford, el 35% de las funciones actualmente desempeñadas en las entidades financieras están condenadas a desaparecer debido a los efectos que provocará la automatización de los procesos y la aplicación de las tecnologías de la información en el sector financiero.
La automatización de los procesos y los modelos de autoservicio redundará en una reducción de costes, así como en una mejora de la eficiencia y de la experiencia del cliente. De este modo, se desarrollarán nuevas líneas de negocio, como el pago a través de dispositivos móviles o las transacciones sin dinero en efectivo. Las nuevas herramientas de las Tecnologías de la Información contribuirán a automatizar y racionalizar las tareas simples, con aumentos estimados de la productividad que ascenderán al 50%, lo que permitirá que el margen de las entidades financieras aumente.
Henar Aranda, Team Manager Banking, Insurance & Legal en Hays, señala que se producirá un trasvase en materia laboral desde aquellas tareas que sufrirán los efectos de la automatización hacia empleos de mayor valor añadido. De este modo, la disminución de la demanda de personal especializado en labores administrativas y de venta, se complementará con un aumento en la demanda para profesionales en las Tecnologías de la Información, en reglamentación y en gestión de riesgo.