El resultado neto de Grifols
recoge el efecto positivo de determinadas inversiones financieras de la compañía, si bien continúa impactado por un mayor gasto en amortización y una mayor tasa impositiva efectiva comparada con el primer semestre de 2015. A junio 2016, la tasa impositiva efectiva ha sido del 23,5%.

Grifols ha aumentado su cifra de negocio un +2,7% (+2,5% cc) en el primer semestre de 2016 hasta 1.951,6 millones de euros. En términos de negocio recurrente (excluyendo Raw Materials and Others), la evolución registrada supone un crecimiento del +3,9% (+3,7% cc) e ingresos por importe de 1.922,6 millones de euros.

De enero a junio de 2016, el aumento de los ingresos en ROW (Resto del Mundo) fue del +6,9% (+11,2% cc) y en Estados Unidos y Canadá incrementaron un +5,9% (+4,4% cc). En Europa los ingresos descienden un -5,7% (-5,5% cc) hasta 323,1 millones de euros. España se mantiene como mercado prioritario para la compañía y las ventas se han dinamizado. La exposición en el Reino Unido no es significativa y no se espera ningún impacto relevante como consecuencia del resultado del referéndum realizado el pasado 23 de junio sobre la permanencia de este país en la Unión Europea. El EBITDA de Grifols se ha mantenido estable en 553,6 millones de euros (-1,3%).

El margen EBITDA se ha situado en el 28,4% de los ingresos. Por su parte, en el primer semestre de 2016, el EBIT ha alcanzado 452,7 millones de euros (-3,8%), que representa el 23,2% de los ingresos. Tal y como estaba previsto, los márgenes siguen afectados por la caída de los royalties relacionados con la unidad de diagnóstico transfusional reconocidos durante 2015, que disminuyen significativamente en 2016; por el funcionamiento simultáneo de las dos plantas de fraccionamiento de Clayton (Carolina del Norte, Estados Unidos) mientras se traspasa toda la producción a la nueva planta y por el efecto de la mayor amortización tras su progresiva puesta en marcha.

También por el aumento de los costes del plasma vinculados con la apertura de nuevos centros de donación y por la tendencia a mayores incentivos para remunerar el tiempo de los donantes. Además, ha impactado el refuerzo de los equipos de marketing y ventas para promover el diagnóstico de enfermedades tratadas con derivados plasmáticos y el crecimiento de las divisiones Hospital y Diagnostic, en particular en Estados Unidos. La mejora del resultado financiero se debe principalmente al menor impacto de las diferencias de tipos cambio.

A finales del primer semestre de 2016, la deuda financiera neta de Grifols se ha situado en 3.920,9 millones de euros, incluyendo 807,0 millones de euros en caja una vez descontado el pago en junio del dividendo final ordinario correspondiente al ejercicio 2015 por importe de 93,2 millones de euros, además de las inversiones realizadas en Interstate Blood Bank Inc. y Singulex Inc., entre otras.

El ratio de endeudamiento de Grifols se sitúa en 3,39 veces EBITDA, ligeramente superior a las 3,19 veces registradas en diciembre 2015. Sin considerar los efectos de la variación de tipos de cambio, se sitúa en 3,45 veces. A 30 de junio de 2016, las líneas de financiación no dispuestas superan 400 millones de euros. La posición de liquidez del grupo se sitúa por encima de 1.200 millones de euros.

La generación de caja de Grifols se mantiene en niveles altos, facilitando el acometer con solvencia los planes e inversiones de crecimiento previstos. El flujo de caja operativo antes del pago de intereses ascendió a 253,2 millones de euros en el primer semestre de 2016, manteniéndose elevado teniendo en cuenta los mayores niveles de inventario relacionados con la apertura de nuevos centros de plasma y el mayor volumen de ventas.
 


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