Las previsiones están sobre la mesa y la última la ha dado el ex mandatario de la Reserva Federal, Alan Greenspan, quien ha declarado que las recientes medidas tomadas por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, “no creo que les ayude a estar en el euro y, ciertamente no veo que ayude al resto de la Eurozona
”, según declaraciones a BBC Radio recogidas por la agencia Efe. Con lo que ha resaltado que es cuestión de tiempo que todo el mundo reconozca que la separación es la mejor solución.

Por su parte, del ministro británico de Economía – George Osborne- ha dicho que la salida de Grecia crearía una verdadera inestabilidad en los mercados financieros de Europa. “Esta confrontación entre Grecia y la Eurozona hace que cada día se incremente el riesgo”. También para los griegos. La negativa del BCE a elevar el límite de emisión de deuda en 4.500 millones y seguir aceptando la deuda como garantía para financiera sus bancos, ha puesto a los griegos en una cuenta atrás para evitar la insolvencia.

A finales de mes, el gobierno debe renovar una línea de financiación de 240.000 millones a cambio de reducir las pensiones y el número de funcionarios. En primavera deberá abonar 7.000 millones en la Unión Europea y otros 4.000 millones para el FMI. Y el agujero sigue incrementándose después de que Tsipras haya anunciado un programa de ayuda inmediata para hacer frente a la crisis humanitaria y la recontratación de los empleados públicos que fueron despedidos injustamente. Para ello, el primer ministro ha solicitado un crédito puente hasta concluir las negociaciones para elaborar un programa de crecimiento.