Decía Goethe que los peligros de la vida son infinitos y entre ellos estaba la seguridad. Una cita que encierra la principal conclusión del perfil del inversor que conseguirá sobrevivir con rentabilidad a los próximos cinco años, según el panorama que dibuja el equipo de estrategia de Pictet Asset Management, dirigido por Luca Paolini.

Según el futuro perfilado por la firma,  el tradicional inversor español (conservador-moderado qué principalmente contrata planes de pensiones a través de su oficina bancaria) está al borde de la extinción. Y no porque sean pocos (el 95% según el último barómetro de Inverco), sino porque el escenario está cambiando y mucho. A la naturaleza del escenario global actual de crecimientos descendentes, dólar a la deriva e inflaciones en ascenso, tan sólo generarán rentabilidades aquellos inversores que estén dispuestos a salir de su zona de confort y buscar activos diferentes, lo que implica “ponerse manos a la obra y estudiar o ponerse en manos del que sabe” asegura el director general en Iberia y Latam de Pictet AM Gonzalo Rengifo.

Las previsiones de esta gestora suiza plantean que los próximos años los mercados bursátiles pueden proporcionar rentabilidades similares a las de los bonos con la volatilidad de las acciones. Es decir, lo opuesto a lo acostumbrado, en particular en mercados desarrollados. Así que, si los pronósticos de Paolini se cumplen,  tienen dos años como mucho para ir diciendo “bey bey”  a los títulos estadounidenses. Los menos atractivos, en su opinión, en moneda local, que pueden proporcionar tan sólo un 3% de rentabilidad anual los próximos cinco años.

De hecho, la rentabilidad por dividendo en el índice S&P 500, en 1,9%, está por debajo de la inflación y los múltiplos de valoración muy ajustados. A menos que haya aumento generalizado de la productividad o mejora significativa de los márgenes empresariales, las  acciones del país presidido por Donald Trump se comportarán peor.  “Las reformas fiscales proporcionan una bendición a los balances, pero no son suficientes. Además las recompras de acciones –que han añadido 3% de rentabilidad promedio desde 2009 –pueden disminuir a medida que aumenta la rentabilidad de los bonos” explica el informe A Secular Outlook de Pictet Asset Management.

 

 

Bien es cierto que las acciones en el resto del mundo pueden comportarse un poco mejor, pero también muy por debajo del histórico. En el caso de las europeas (en un ciclo más retrasado)  pueden superar a las estadounidenses en un 18% acumulativo los próximos cinco años, al beneficiarse de tipos de interés más bajos, valoraciones más baratas y reformas estructurales (incluidas medidas para apuntalar el sistema financiero y reducir desempleo) aunque persiste la ausencia de unión bancaria.

Pictet Asset Management cree que habría que  olvidarse del tradicional 20-80 y hace una proyección de retorno de una cartera igualmente ponderada, 50-50, en fondos y bonos globales. Ésta ha proporcionado los últimos cinco años alrededor de 5% anual en términos reales, 2% más que el crecimiento del PIB, pero los próximos cinco podría acercarse a cero y los próximos diez al  2%.  Según sus pronósticos Las acciones mundiales pueden proporcionar 1,7% y los bonos - 1,9% anual.

Además es previsible un aumento de la volatilidad, con el índice VIX acercándose al 20% frente a 15% promedio de la última mitad de la época, impulsado por la variabilidad macroeconómica y unas correlaciones entre bonos y acciones mucho menos negativas, lo que reducirá la capacidad para diversificar.

 

Pasos para convertirse en un inversor Alfa

Los inversores, para seguir generando la rentabilidad de los últimos años van a necesitar suerte (una burbuja) , audacia (para asumir mayor riesgo)  o Alpha (generar rentabilidad adicional respecto al riesgo asumido con la asignación de activos y selección de valores). “Que el escenario es difícil es cierto. Que nos enfrentamos a grandes cambios, también. Qué hay que modificar el pensamiento inversor, también. Pero las mejores oportunidades nacen en los momentos de grandes desafíos”, afirma Luca Paoli. Las conclusiones de su estrategia podrían resumirse en varios puntos:

  • Los inversores en renta fija tendrán que dirigirse a mercados de más riesgo para generar rentabilidad. Incluso para una expectativa de rentabilidad anual modesta habrá que complementar bonos y acciones de economía desarrolladas con mayor ponderación en acciones y bonos de emergentes, que pueden proporcionar 9,7 y 5,8% anual. El aumento relativo de rentabilidad será mayor en mercados desarrollados ex EEUU, donde inflación y rentabilidad de los bonos son mayores -el bono de EEUU puede superar 3,5% al final de cinco años-. Pero las rentabilidades de los bonos soberanos de otros mercados desarrollados son sustancialmente menores y pueden aumentar mucho para reflejar la inflación.  En Alemania el bund puede llegar al 2,7% -pérdida anual de 2%- y los bonos japoneses, en el epicentro de la política monetaria extrema, son aún más vulnerables.

 

 

  • Pasar deuda soberana de mercados desarrollados a estrategias de rentabilidad absoluta o neutrales respecto a mercado.
  • Añadir oro -que puede proporcionar 6% anual- e incorporar activos relativamente ilíquidos como fondos de capital privado -que proporcionarían un 8,1% anual y gestores de hedge funds que generarían mayor rentabilidad respecto a riesgo, ahora que la política monetaria ultra-facilitadora ya no proporciona apoyo universal a activos de riesgo y vuelven las habilidades analíticas.  Según las previsiones del informe podrían proporcionar un 3,7% anual.
  • Además la inversión inmobiliaria debe beneficiarse de un período de creciente inflación y los bonos vinculados a la inflación ser marginalmente más atractivos que la deuda nominal.
  • Pictet Asset Management define tres grandes temas de inversión para los próximos años, durante los cuales el equipo de Luca Paoli vaticina el fin del liderazgo del ciclo más largo de la historia: el cambio del centro de gravedad en tecnología de Silicon Valley a mercados emergentes, el aumento del capital privado y el incremento de la inversión socialmente responsable.

Temas y territorios para invertir los próximos cinco años

En concreto, lasacciones tecnológicas de emergentes podrían proporcionar el doble de rentabilidad que las estadounidenses, 14,5%.  De hecho la firma prevee que el aumento de beneficios de las empresas de emergentes en el índice MSCI ACWI Information Technology crezca un 22% en los próximos de tres a cinco años, superando 16% del mercado desarrollado.

Así las cosas, los países emergentes serán la luz de la renta variable, dóndelas poblaciones en cuentan con diez trabajadores por pensionista, en comparación con los cuatro de la envejecida de los países desarrollados. Sólo China e India pueden añadir 730 millones a la clase media para 2030. Además, la reformas de la oferta en China, Brasil, India, Sudáfrica e Indonesia aumentan.

 

 

Según los cálculos de esta gestora suiza, las acciones de emergentes, con el aumento del consumo y clases medias, fuerzas laborales más jóvenes y tecnología, serán los puntos brillantes especialmente en Asia, donde podrían generar una rentabilidad de 10% anual en dólares. Las acciones en esa región cotizan a 12,2 veces beneficios esperados, con mayor crecimiento de beneficios y una industria tecnológica de rápido crecimiento que representa 38% del mercado, doble que la media global. Las mercancías de alto valor añadido ya representan 87% de las exportaciones chinas y en la India el peso industrial, con productos tecnológicos, puede llegar a 25% del PIB para 2025.  De hecho las naciones emergentes, al centrarse en tecnología, se harán aún menos sensibles a altibajos de las materias primas, con mejora de la calidad y sostenibilidad de su crecimiento económico.

Por otra parte,  Pictet Asset Management  espera que el capital privado genere una rentabilidad anual alrededor de 8% los próximos cinco años, los hedge funds 3,7% y las inversiones inmobiliarias 4,6%. “Hay pocas dudas de que el capital privado está disfrutando de un período dorado, con activos bajo gestión de 2,8 billones de dólares en 2017, creciendo al 7% anual la última década”, explica Paolini. Efectivamente, los fondos recaudados en capital privado han superado los de las cotizadas en cuatro de los últimos cinco años. Los unicornios – empresas privadas con valor superior a 1.000 millones de dólares – son fundamentales para esta tendencia. Según The Wall Street Journal había 155 el primer trimestre de 2017, tres veces más que 2014. Además la inversión privada en start-ups de tecnología se ha triplicado desde 2013.

Finalmente la asignación de activos que tiene en cuenta factores ambientales y sociales y de gobernanza (ASG) está haciendo que las consideraciones no financieras reconfiguren los mercados de activos, ya que las empresas deberán prestar mayor atención a sus credenciales. Para Pictet Asset Management la ASG se está convirtiendo en el nuevo ETF: "La velocidad y escala -crecen un 12% al año- recuerdan el aumento de la popularidad de la inversión pasiva, que ha impulsado los activos en ETF globales diez veces desde 2005".

“Esperamos que las consideraciones ASG se incorporen en más de la mitad de los activos globales bajo gestión a finales de este año y dos tercios para 2020 (aunque no todos habrán adoptado la sostenibilidad con misma profundidad)” asegura el departamento de Estrategia de esta gestora que se basa en la experiencia y  los estudios académicos que vinculan atributos positivos de ASG a menor variabilidad de las ventas, mayor rentabilidad y menor volatilidad a largo plazo de las acciones. Standard & Poor's ya ha citado los riesgos medioambientales como razón principal en 299 revisiones de calificación crediticia en dos años. A medida que la ASG se convierte en estándar de facto, los inversores premiarán a empresas "verdes" a expensas de las menos sostenibles, otorgando mayor valor a sus activos intangibles. "Además,  los proveedores de índices pueden excluir estas empresas, haciendo mucho más difícil su financiación. El impacto puede ser mayor dado el crecimiento de la inversión pasiva. Los desafíos, eso sí,  incluyen la necesidad de informes rigurosos y estandarizados” concluye el documento.