Indra, la multinacional de TI número 1 en España y una de las principales de Europa, ha presentado los resultados del proyecto Hesperia de I+D+i para el desarrollo de tecnología punta de seguridad, vídeo vigilancia y control de operaciones para infraestructuras y espacios públicos. Con un presupuesto global de 23 M€, del que el 46,5% está subvencionado por el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), el proyecto se enmarca en el programa CENIT (Consorcios Estratégicos Nacionales en Investigación Técnica) de fomento de la cooperación público privada en I+D+i creado en 2005.

La iniciativa, que ha liderado y coordinado Indra durante sus cuatro años de duración, permite la gestión integrada de la última tecnología inteligente de vigilancia, control de accesos, identificación biométrica, gestión de crisis, representación 3D o realidad aumentada, entre otras. Además del desarrollo de diferentes soluciones en el estado del arte, la principal aportación de Hesperia es la integración en una única plataforma de todas las tecnologías investigadas en el proyecto.

De este modo, Hesperia da respuesta a la demanda del mercado de una solución integral que mejore la seguridad y control de infraestructuras públicas especialmente sensibles, como subestaciones eléctricas, depósitos de agua o estaciones de telecomunicaciones, así como de grandes espacios públicos, como aeropuertos, estaciones de tren o centros de ciudades. Se trata de tecnología inteligente que minimiza la posibilidad del error humano, algo vital en este tipo de espacios. Además, para garantizar la aplicabilidad de la solución se ha trabajado sobre infraestructuras reales.
El consorcio del proyecto Hesperia está integrado por Indra, Gas Natural Fenosa, Tecnobit, SAC Control, Technosafe, Visual Tools y Brainstorm Multimedia. Asimismo, participan las universidades de Castilla-La Mancha, de Granada, de Extremadura, la Politécnica de Madrid, la de las Palmas, la Politécnica de Valencia y la Politécnica de Cataluña. La lista se completa con la colaboración del Centro Superior de Investigaciones Científicas(CSIC) y el Centro Tecnológico del País Vasco (Ikerlan).

En concreto, el proyecto ha sido liderado por la Unidad de Innovación de Software Labs de Indra en el Centro de Desarrollo de Madrid. Indra Software Labs cuenta con una red integrada por 20 centros -distribuidos por Europa, Asia y Latinoamérica- en los que trabajan más de 4.000 profesionales especializados en desarrollo de software.

Tecnología inteligente

La integración de todas las tecnologías investigadas en el proyecto permite que Hesperia "funcione" como un ser humano. Así, a través de sistemas de video cognitivo ("vista"), de audio cognitivo ("oído") y una red de sensores ("tacto"), Hesperia detecta lo que ocurre en una infraestructura. Esta información contextual es interpretada por el sistema de conocimiento ("cerebro"), que genera alarmas automáticamente en caso de peligro. Estas alarmas llegan al sistema de gestión de crisis, que propone las mejores acciones a seguir.

Todo esto es posible gracias a la solución de comunicaciones middleware ("sistema nervioso") que interconecta todas las partes y a través de la que fluye la información. Además, lo que sucede en el escenario es representado con tecnologías avanzadas 3D, sistemas de información geográfica (GIS) y realidad aumentada.

Sistema de vigilancia del futuro

Hesperia ha sentado las bases del que puede ser el sistema de vigilancia del futuro, a partir de la integración en una única plataforma de los sistemas más avanzados de representación 3D; sistemas de video vigilancia inteligente, que permiten clasificar objetos y detectan cualquier movimiento anormal; y un sistema de información geográfica (GIS), desarrollado por Indra. Este último sistema permite posicionar gráficamente todo tipo de elementos importantes para la seguridad, como cámaras o extintores, así como a los propios guardias de seguridad o intrusos detectados, cuyos movimientos pueden seguirse en la pantalla.

Gracias a la solución que permite la comunicación entre todos los sistemas integrados en la plataforma (middleware), toda esta información pasa al sistema de conocimiento, que da la alarma automáticamente ante cualquier incidencia detectada. Lo mismo sucede con la información procedente de los sensores y sistemas de audio cognitivo, que detectan, clasifican y localizan sonidos de rotura de cristales, disparos, golpes metálicos o sirenas.

La plataforma también integra sistemas de control de accesos avanzados, que ante cualquier incidencia incrementan su nivel de seguridad pasando, por ejemplo, de requerir para la identificación una tarjeta de empleado (tecnología RFID) a exigir además controles biométricos de reconocimiento facial o de voz, que en este último caso pueden analizar no sólo la identidad de la persona sino si se encuentra sometida a alguna situación extraña que le genera pánico, ansiedad o enfado.

Cabe destacar igualmente los sistemas de gestión de crisis, que ante un incendio o una intrusión ofrecen las mejores alternativas de actuación, o los sistemas de movilidad, que permiten que los vigilantes puedan acceder a información de la plataforma a través de PDAs. Asimismo, el proyecto ha supuesto un importante avance en lo que se conoce como "cableado virtual", que permite la conexión inalámbrica de sensores distribuidos, algo importante, por ejemplo, en el caso de un acto terrorista, ya que no se deshabilitan todos, como sí ocurre en el caso de sensores centralizados.

Realidad aumentada para seguridad y mantenimiento crítico

Otro de los logros de Hesperia es un sistema portátil de realidad aumentada, que a través de un visor incorpora información virtual a la imagen real. Entre sus aplicaciones está, por ejemplo, establecer controles de acceso virtuales, en los que ante una puerta se despliega un teclado virtual sólo visible para la persona que lleva el visor, que teclea el código de seguridad sin que nadie pueda conocerlo. También se puede utilizar para la identificación facial de personas, ya que en el visor pueden aparecer los datos de una persona incorporados al sistema con solo mirar hacia su cara.

Igualmente, la solución de realidad aumentada portátil permite su uso para actuaciones o mantenimientos críticos. En este caso, ante un mecanismo que hubiera que manipular, el visor ofrecería información visual y textual sobre el modo de proceder para su mantenimiento o reparación paso a paso, minimizando de este modo la posibilidad de un error humano.

Los conocimientos acumulados en los cuatro años de trabajo en el proyecto Hesperia se suman a la amplia experiencia de Indra en el diseño e implantación de centros de seguridad y emergencias como el SIMGE de la Unidad Militar de Emergencias, el CISEM del Ayuntamiento de Madrid y el SIGE de Protección Civil, entre otros, así como de centros de control y seguridad para grandes eventos, como la Expo de Zaragoza. La compañía también posee importantes referencias en el desarrollo e implantación de soluciones de identificación, como el DNI electrónico español o el pasaporte portugués, y es líder en el desarrollo y puesta en marcha de sistemas de vigilancia costera en Europa, con proyectos en España, Portugal, Letonia y Rumania, y ya fuera de Europa en Hong Kong.

Líder en innovación

Indra es la primera empresa europea en inversión en I+D del sector de Tecnologías de la Información (Computer Services), según el informe de la Comisión Europea. La compañía, es la segunda empresa española que más recursos destina a esta materia e invierte un 7% sobre la cifra de ventas, muy por encima de la media de las compañías españolas (0,8%), europeas (2,7%) y estadounidenses (4,5%).

Tiene acuerdos con más de 145 universidades y centros de investigación, con el objetivo de convertirse en referente internacional en el modelo de colaboración y transferencia tecnológica universidad-empresa.

Indra es la multinacional de Tecnologías de la Información número 1 en España y una de las principales de Europa y Latinoamérica. Es la primera compañía europea de su sector por inversión en I+D y es también la segunda empresa española que más invierte en I+D en valor absoluto. Con unas ventas de 2.513 M€ en 2009, su actividad internacional representó cerca del 40%. Cuenta con más de 29.000 profesionales y con clientes en más de 100 países.