Seguro que has escuchado alguna vez frases como “Hacienda se queda con la mitad”, “ si no rescato mi capital, no pago impuestos”... Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Es cierto que hay dinero que Hacienda no te puede quitar? Veamos cuáles son esos mitos más comunes sobre el rescate de un plan de pensiones y explicamos cómo rescatar tu plan de pensiones de manera más inteligente, fiscalmente hablando.
“Hacienda se queda con la mitad de mi dinero”
Este es, sin duda, el clásico. La realidad es que Hacienda no aplica un porcentaje fijo ni se queda con el 50 % de tu plan de pensiones de manera automática. El dinero que rescatas de tu plan se considera, fiscalmente hablando, como rendimientos del trabajo, es decir, igual que un salario o pensión. Y como tal, se integra en tu base imponible del IRPF, se somete a los tramos progresivos del impuesto y se han de tributar en la declaración de la renta, con independencia a la forma del rescate.
Lo que sí ocurre es que, si rescatas todo el capital de golpe y en un solo año, este importe puede hacer que saltes a un tramo fiscal superior y termines pagando más de lo previsto.
Pongamos que una persona física debe declarar 30.000€ anuales y, además, tiene en el plan de pensiones un fondo de 100.000€ que decide rescatar todo de una. Su base imponible ascenderá a los 130.000€ y pasará de tributar el 30% a tributar en el tramo del 45% de sus ganancias. Esto en realidad refleja una planificación fiscal poco óptima.
“Si no rescato el plan, no pago impuestos”
Este mito parte de una verdad a medias. Es cierto que el dinero dentro del plan no tributa hasta que se rescata. Pero eso no significa que esté libre de impuestos para siempre. Lo único que haces es posponer la tributación.
Además, si falleces sin haber rescatado el plan, el capital pasará a tus herederos o beneficiarios y, aunque no tributa por el Impuesto de Sucesiones, sí lo hace como rendimiento del trabajo en su declaración de IRPF. Y puede generar un impacto fiscal relevante si se rescata todo en un año.
La moraleja es que no rescatar no significa no tributar, y en algunos casos puede incluso implicar perder ciertas ventajas fiscales si se deja pasar el momento adecuado.
“No hay forma de pagar menos al rescatar”
Lo cierto es que existen diversas estrategias para optimizar el impacto fiscal en el rescate de un plan de pensiones:
1. Rescate en forma de capital con reducción del 40 %
Quienes hicieron aportaciones antes del 31 de diciembre de 2006 pueden beneficiarse de una reducción del 40 % en el IRPF si rescatan ese importe en forma de capital o pago único.
2. Rescate en forma de renta
Otra alternativa es rescatar el plan de forma periódica, recibiendo una renta mensual, trimestral, semestral o anual. Así, se distribuye la carga fiscal a lo largo de varios años y se evita subir el tramo impositivo. De todas formas, conviene analizar el rescate para determinar qué importe anual no supera el tramo superior de IRPF y minimizar al máximo la factura fiscal.
3. Rescate mixto
También puedes combinar ambas opciones: capital para beneficiarte de la reducción del 40 % (si aplica) y el resto en forma de una renta periódica. Esta es una de las fórmulas más eficientes fiscalmente.
4. Elegir bien el momento
Por último, una estrategia clave: rescatar en un año en el que tengas pocos ingresos. Por ejemplo, si te jubilas y no tienes otras rentas relevantes, ese puede ser el mejor momento para ejecutar el rescate.
El plan de pensiones sigue siendo una excelente herramienta de ahorro, siempre que se utilice con cabeza y visión fiscal. Como en toda estrategia de inversión, la clave está en planificar bien el momento y la forma.
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