MADRID, 02 JUN. (Bolsamania.com/BMS) .- Luis de Guindos está ansioso por dejar el Gobierno y hacer carrera en Europa. Según fuentes del PP consultadas por Voz Populi, “se le ve cada vez más nervioso y, en ocasiones, con la cabeza en otro sitio, parece como si le aburriera el día a día”. No obstante, el camino hacia la presidencia del Eurogrupo, su objetivo inicial, se le ha puesto “cuesta arriba”.

Aunque el Partido Popular (PP) ganó las elecciones europeas en España con 16 diputados, fracasó en su objetivo de convertirse en la formación que más escaños aportará al Partido Popular Europeo tras Alemania. Con 16 diputados, el presidente de España ha perdido la partida frente a Francia, con 20; Italia, con 17; e incluso, frente a Polonia, que aportará 23.

Esto sería un detalle sin importancia si Rajoy no hubiera contado con esa "carta" para negociar con sus colegas del Viejo Continente en su objetivo de colocar a dos hombres fuertes de su partido, Miguel Arias Cañete y Luis de Guindos, en puestos de relevancia que dieran a España tracción en el seno de la política europea.

Pero lejos de amilanarse, De Guindos ha esbozado un "plan B”: tiene puesta su mirada en la sustitución de Mario Draghi como presidente del Banco Central Europeo (BCE). El todavía ministro de Economía está convencido de que Mario Draghi terminará sustituyendo a Napolitano como presidente de la República italiana y no agotará su mandato en Frankfurt, según fuentes consultadas por Voz Populi.

El presidente de la República, Giorgio Napolitano, cumple 88 años este mes de junio y en su país se ha empezado a especular con su retirada y la posible llegada al cargo de Mario Drahi. Su nombre ya sonó el año pasado como posible relevo, hasta que el propio presidente del BCE telefoneó a Napolitano para pedirle que le dejara ganar tiempo y aceptara repetir un segundo mandato en el Palacio del Quirinal, algo sin precedentes en la tradición italiana.

Sin embargo, en fuentes comunitarias, se duda de que Draghi esté dispuesto a dar ahora este paso atendiendo a dos factores: 1) su mandato en el BCE expira en 2019, y 2) porque desde que llegó a la institución hace tres años en sustitución de Jean-Claude Trichet su prestigio no ha hecho más que crecer.

M.D.