La microbiota es un complejo entramado de bacterias, virus, arqueas y hongos que habitan en el organismo, y no solo es esencial para el sistema digestivo, sino que también influye en el sistema inmunológico, metabolismo y hasta en la salud mental (depresión, ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, etc.).
Los billones de microorganismos diferentes que conforman la microbiota interactúan en distintas partes del organismo, colaborando entre ellos y produciendo distintos beneficios que contribuyen significativamente tanto a la salud de la piel como al bienestar del aparato digestivo y genital, entre otros.
La Unidad de Microbiota de Olympia Quirónsalud, está respaldada por la última tecnología y por la experiencia de su responsable, la especialista en Medicina Interna, Débora Nuevo, y está diseñada para proporcionar un enfoque integral y personalizado.
La doctora Débora Nuevo afirma que por cada centímetro de piel sana hay 1 millón de bacterias que nos defienden de infecciones, controlan la inflamación y el desarrollo de tumores a nivel cutáneo y tienen efecto antioxidante y antienvejecimiento.
En este sentido, la microbiota cutánea está en continuo contacto con la microbiota intestinal por los diversos mecanismos existentes. “En pacientes con rosácea, por ejemplo, el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) es 13 veces más frecuente: tratando el SIBO se reducen las lesiones de rosáceas”, indica la Dra. Nuevo.
“O el acné, que se relaciona directamente con una bacteria llamada Cutibacteriun Acnés, y que nuestra microbiota sana nos protege frente a ella. Por eso ciertos probióticos son parte importante del tratamiento”, destaca la doctora.
Hay estudios que así lo atestiguan, tanto el uso de probióticos y prebióticos juegan un papel fundamental en la enfermedad cutánea y en especial de tipo inflamatoria como las dermatitis.
Pero también una microbiota vaginal sana protege de infecciones vaginales, entre otras, las causadas por el crecimiento excesivo de un hongo llamado Candida albicans. “Igualmente una alteración en su equilibrio puede favorecer el sobrecrecimiento de Fusobacterium, una bacteria vinculada con la endometriosis”, advierte la especialista.
Según la doctora, una cantidad adecuada de lactobacilos (principales bacterias de la flora vaginal que actúan como un escudo contra los patógenos), puede disminuir el riesgo de infección por VPH (virus de papiloma humano) y que a su vez se relaciona con el cáncer de cérvix. “Además, el equilibrio de esta microbiota es primordial para la fertilidad y el desarrollo correcto del embarazo”, reconoce la especialista de Olympia.
Hasta un 70% de las células del sistema inmunológico están en el intestino y en relación muy estrecha con la microbiota, “influyendo en el metabolismo y favoreciendo que los procedimientos de defensa funcionen correctamente”, subraya la Dra. Débora Nuevo.
Por otro lado, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) para conservar una buena microbiota intestinal recomienda evitar el estrés y mantener una alimentación variada. “Una microbiota intestinal sana cumple funciones muy importantes como metabolizar compuestos que nosotros no somos capaces de digerir, sintetiza vitaminas y ácidos grasos, y nos ayuda a absorber minerales fundamentales para nuestra salud. También, nos protege frente a patógenos y tóxicos externos”.
Así, sostiene la doctora, actuar sobre tu microbiota es una de las formas más efectivas de prevenir y tratar, entre otras, enfermedades hepáticas como el hígado graso. “Casi todas las patologías digestivas (enfermedades inflamatorias intestinales, gastritis, diverticulitis, etc.), pueden mejorar si restablecemos la salud de la microbiota”, asevera.
“Otras, como el estreñimiento y la diarrea, también pueden ser el resultado de un desequilibrio en la microbiota”, concluye la internista.