Las cuentas del mismo periodo de 2013 estuvieron impactadas por distintos extraordinarios, como la consolidación de Banco de Valencia o la reforma financiera, impactaron en la cuenta de resultados.

Sin tener en cuenta los costes extraordinarios registrados el año anterior, CaixaBank habría mejorado en un 6,7 % su margen de explotación, hasta los 2.420 millones, gracias el impulso del negocio bancario, mientras que el de intereses ha aumentado un 4,7 %, hasta los 3.074 millones, por la reducción del coste del ahorro a vencimiento.

El margen bruto, en cambio, ha disminuido un ligero 0,6 %, situándose en 5.244 millones.

El resultado atribuido al negocio bancario y de seguros, excluyendo la actividad inmobiliaria y las participadas, asciende a 1.037 millones. De hecho, el negocio inmobiliario le acarreó hasta septiembre unas pérdidas netas de 742 millones.

Los gastos de explotación recurrentes alcanzan los 2.824 millones, lo que supone un 6,1 % menos que en 2013 por la consecución de sinergias y la racionalización de los costes.

Por su parte, las dotaciones para insolvencias y otros se reducen en este período un 47,8 % respecto a 2013, situándose en 1.799 millones de euros.

El ratio de morosidad cae por tercer trimestre consecutivo, hasta el 10,48 %, por debajo de la medida del sector, del 13,25 % en el mes de agosto, gracias a una fuerte reducción de los saldos dudosos de 3.925 millones (-15 %). Aislando el impacto de la actividad inmobiliaria, la ratio de morosidad del banco catalán se sitúa en el 6,5 %.