Caixabank ha confesado un beneficio neto de 1.298 millones de euros entre enero y junio de este año, lo que supone incrementar un 54,6% los 839 millones registrados en el mismo periodo de hace un año.
Entre los factores que explican este aumento, la entidad explica en el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que está apoyado en el aumento de ingresos, con un margen bruto del 8,7% hasta los 4.654 millones, impulsado por la fortaleza de los ingresos básicos del negocio (margen de intereses, comisiones, ingresos del negocio de seguros y las participaciones de BPI Bancaseguros, entre otros), que han alcanzado los 4.091 millones (+4,5%).
El grupo también resalta la contención de costes, la reducción de las dotaciones y el aumento de la aportación del portugués BPI (252 millones de euros), a pesar de que los gastos recurrentes han crecido cuatro puntos porcentuales.
Merjora también la rentabilidad hasta el 10,4%, mientras que la recurrente del negocio bancario y asegurador se situa en el 12%. Por su parte, el margen de intereses sube a 2.432 millones, un 3,5% más que el primer semestre de 2017. La Caixa lo atribuye en su informe a la mejora de la rentabilidad del crédito, la gestión de la financiación minorista y el ahorro en los costes de la financiación institucional, y los ingresos por comisionesm que suben un un 3,3%.
En cuanto a las comisiones bancarias descienden un 5,9%, de valores y otros, mientras que continúan creciendo las de los fondos de inversión (+18,4%), planes de pensiones (+9,4%) y comercialización de seguros (+26,7%).
El crédito bruto a la clientela se sitúa en 225.744 millones, un 0,8% más que el año anterior mientras que los recursos de clientes han crecido hasta los 366.163 millones a cierre de junio de 2018.
El negocio de las participaciones contribuye al grupo con un resultado de 415 millones, que incluye los ingresos por dividendos, básicamente Telefónica (104 millones), y los resultados de las entidades valoradas por el método de la participación, que incorporan 118 millones de resultado neto atribuido de BFA –en el mismo periodo del año anterior se registró un resultado atribuido negativo de 97 millones derivado de la venta por BPI del 2% de la participación en BFA–.
La ratio de morosidad de CaixaBank se ha reducido hasta el 5,3% y los saldos dudosos han descendido hasta los 12.714 millones, tras la gestión activa, que incluye la venta de carteras; la ratio de cobertura aumenta hasta el 56%.
A Caixabank le pesa la provisión de Servihabitat
Las pérdidas por deterioro de activos financieros y otras provisiones disminuyen un 57% respecto al mismo periodo de 2017 -entonces recogían impactos extraordinarios negativos asociados a prejubilaciones y al saneamiento de la exposición en Sareb, y alcanzan los 531 millones, incluyendo una provisión de 204 millones de euros por la recompra del 51% de Servihabitat –pendiente de formalización a 30 de junio–.
CaixaBank alcanza una ratio Common Equity Tier 1 (CET1) 'fully loaded' del 11,4%, tras el impacto extraordinario por la recompra de intereses minoritarios de BPI y del 51% de Servihabitat, en línea con el rango fijado en el Plan Estratégico, de entre el 11% y el 12%, y el capital total, en términos 'fully loaded', alcanza el 15,7%, por encima del objetivo del 14,5%.