A nivel mundial, las divisas, los bonos y los precios de las acciones experimentaron correcciones significativas, los bancos centrales están, de nuevo, en estado de alerta y preparados para actuar. El primer ministro británico Cameron dimitió, pero permanecerá en el cargo por un período provisional de tres meses. Los próximos pasos serán elegidos por un nuevo primer ministro en octubre lo antes posible y, posteriormente, el inicio del proceso de salida que da al Reino Unido alrededor de dos años para negociar un nuevo conjunto de acuerdos con sus socios, mientras que la tarea de desencadenar el artículo 50 del Tratado de Lisboa recae sobre el sucesor de Cameron. Como resultado, el Reino Unido realmente se habrá abandonado la Unión Europea probablemente en 2019. Hasta entonces, los acuerdos actuales continuarán siendo de aplicación.
En los próximos años la incertidumbre respecto al resultado de las negociaciones seguirá siendo elevada, así como la volatilidad del mercado. En nuestro último Comentario del Mercado, escribimos que nuestro punto de vista de la economía mundial no había cambiado significativamente. "En EEUU el ciclo económico ha entrado en su última etapa, lo que implica que el crecimiento está destinado a reducirse gradualmente. El consumo privado, el único motor de crecimiento de la economía de Estados Unidos, está en riesgo debido a la ralentización del mercado laboral. En Europa, donde el ciclo económico se encuentra en una fase más temprana, el crecimiento debería seguir siendo robusto debido a la política monetaria muy acomodaticia por parte del BCE.
Como de costumbre, los riesgos en Europa se derivan principalmente de la esfera política. Por último, pero no menos importante, la economía china es el riesgo más peligroso para nuestro escenario. Después de un giro extraordinario diseñado por el gobierno chino a principios de este año a través de inyecciones masivas de crédito en la economía, un estímulo fiscal masivo y la aplicación de controles de capital, la economía regresa de nuevo a su camino. Sin embargo, ninguno de los retos que tiene que afrontar, tales como la desaceleración de la tendencia de crecimiento, el exceso de capacidad, alto apalancamiento y la transición de una economía basada en la inversión a una de consumo, han sido abordados. Como resultado, China se mantiene como un riesgo clave que puede regresar en cualquier momento.”
Después de la decisión histórica, estamos convencidos de que tenemos que mantener la calma y permanecer cautos en relación a nuestras inversiones, que han confirmadas y reforzadas. Uno de los riesgos políticos europeos se acaba de materializar y añade nubes oscuras a nuestro punto de vista. Además de la incertidumbre económica habitual, política (y geopolítica) la incertidumbre ha añadido claramente mayor complejidad al mundo en que vivimos y de los mercados financieros que navegamos.