Hay que recordar que la firma estadounidense es uno de los mayores accionistas de la bolsa española y el principal de todo el sector financiero, con participaciones en Bankinter, en Popular y en el
Santander, todos con paquetes accionariales por encima del 3%. Además, está presente en el resto de entidades financieras españolas con una menor exposición.
Hay que recordar también que la banca sigue estando en el punto de mira de las instituciones reguladoras europeas. Concretamente, el BCE recomendó ayer al sector financiero cautela en su política de retribución a los accionistas y aconsejó prudencia a la hora de repartir dividendos para proteger el capital.
El regulador dividió a los bancos europeos en tres categorías: los que no deben tener problemas, entre los que se encuentran los bancos españoles, los que pueden verse afectados y los que no deberían repartir dividendo.
BlackRock toma esta decisión cuando el BBVA está en plena fase bajista, según los Indicadores Técnicos de Estrategias de Inversión.
La firma tiene en estos momentos una puntuación de uno en una escala que va hasta el diez y ninguna de las métricas que se analizan es positiva, salvo la volatilidad, que se muestra decreciente tanto en el medio como en el largo plazo.