MADRID, 17 MAR. (Bolsamania.com/BMS) .- Crimea ha hablado y ha dicho “sí” a Rusia. La cuestión es: ¿qué responderán los mercados? Indica William L. Watts, de MarketWatch, que “la autocomplacencia es peligrosa, así que no debe sorprendernos cierto nerviosismo por su parte ante el resultado del referéndum del domingo”. Una afirmación rotunda por parte de la ciudadanía por otra parte ampliamente descontada: las encuestas de última hora apuntaban a que la separación de Ucrania era apoyada por un 93% de la población (finalmente el apoyo ha sido del 96%), mientras Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la propia Ucrania repetían que la consulta era ilegal, violaba la constitución y se había llevado a cabo bajo amenazas de violencia.

La clave ahora son las sanciones: de momento, la UE ha acordado restringir los visados y congelar los bienes en territorio comunitario de 21 rusos y ucranianos a los que considera responsables de la intestabilidad en Ucrania. Estados Unidos se ha sumado a estas sanciones. “Castigos” que, igual que el resultado de la consulta soberanista, “también estaban cocinadas ya en el 'pastel'”, afirma metaforicamente Ed Lalanne, estratega de Macro Risk Advisors. En este sentido, Bank of America Merrill Lynch, explica que “Rusia intentará mantener Crimea, pero no tomará decisiones apresuradas para aceptar la anexión de la península (…) No esperamos que las sanciones tengan una consecuencia grave en la economía rusa y tampoco en la ucraniana, pues la escisión tendrá un impacto limitado”.

Y así, parece, será también en los mercados. Russ Koesterich, estratega jefe de BlackRock, destaca que los acontecimientos en Ucrania han hecho hundirse temporalmente a las bolsas a principios de mes, pero en 48 horas éstas han logrado rebotar y marcar nuevos máximos... “¿Sugiere esto que la situación en dicho país no importa a la renta variable? La respuesta corta es no. Sin embargo, es poco probable que los inversores respondan a los eventos en la región a no ser que se produzca una escalada significativa de la violencia o haya evidencias claras de que el devenir de las cosas vaya a perjudicar a la economía global, por ejemplo con interrupciones en el gas o el petróleo”.

En concreto, si echamos un vistazo a ambas commodities vemos como entre finales de febrero y principios de marzo repuntaron al calor de las tensiones, y es que el mundo recordó brevemente los dos “apagones” de gas que Rusia impuso a Ucrania en la última década. Sin embargo, ambos activos han retrocedido posiciones desde entonces. “Por el lado del crudo, Crimea es una leve forma de prima de riesgo que apoya al petróleo estadounidense, y un ligero soporte para el Brent”, declara Richard Hastings, estratega macro de Global Hunter Securities. Y, ¿qué pasa con el oro? El refugio seguro por excelencia experimenta en lo que llevamos de año un importante rebote, pero los expertos son reacios a relacionar su escalada con los problemas en el Este de Europa: “Esta crisis puede actuar como un factor emocional auxiliar para el metal precioso, pero me inclino a pensar que la fluctuación de los precios tiene más que ver con los resultados económicos y de mercado”, opina Adam Koos, presidente y gestor de Libertas Wealth Management Group.

Más allá de estos activos, si los problemas de Crimea van a tener un impacto inmediato en “algo”, parece que los mercados emergentes son un buen punto por el que empezar. Pero si los observamos de cerca vemos que el “miedo” no se ha extendido más allá de Rusia y Ucrania, que ya de por sí “luchan” con significativos problemas económicos por su propia cuenta sin añadirle las tensiones geopolíticas. “Si nos guiamos por el rendimiento de las bolsas emergentes en las últimas semanas, veremos que estas han pasado ampliamente de esta crisis”, subraya Benoit Anne, de Société Générale. “Sí, se ha producido una diferenciación significativa en ellos, pero, en esencia, la tensión se ha limitado a las bolsas locales de Rusia y Ucrania”, añade. Mientras, Markus Schomer, de PineBridge, declara: “Los problemas de Kiev son únicos por su situación geográfica, y la economía más afectada por ellos más allá de la suya propia es la rusa, que posee importantes cantidades de deuda ucraniana y cuyos bancos ostentan también grandes participaciones en sus bancos”.

El comportamiento, por su parte, de la renta fija y las divisas, dependerá asimismo de la respuesta de las partes involucradas en la crisis y los detalles específicos de las consecuencias del conflicto. Y esto, señala Bernard Baumohl, de Economic Outlook Group, también hace referencia a la elocuencia de las autoridades. En este escenario, opina, el movimiento más destacado será para las monedas de los países vecinos: Polonia, Hungría, Turquía y la propia Rusia.

Con todo, las bolsas, de momento, dan la razón a Ion-Marc Valahu, de Clairinvest: “Las cuestiones geopolíticas han quedado a un lado y los inversores han vuelto de nuevo a centrarse en los fundamentales. La actividad de fusiones y adquisiciones (M&A) está volviendo positivo al sentimiento (hoy mismo Vodafone ha confirmado la compra de Ono en España). Ahora, si tenemos mejores datos económicos en los próximos meses, creo que la renta variable podrá rebotar desde la reciente corrección”. Así, los mercados europeos finalizan la jornada del lunes con repuntes del 1,60%. En concreto, el Ibex 35 se anota un 1,66%, hasta los 9.975,00 puntos. Técnicamente, José María Rodríguez, analista de Bolsamanía, destaca que ha cerrado el hueco bajista del viernes al superar los 9.950 puntos, así que el repunte podría continuar hasta los 10.100 puntos. Mientras los futuros de Euro Stoxx 50 y Dax se alejan de “zonas de peligro”.

Sara Carbonell